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Conozca cómo uno o varios de sus órganos pueden salvar vidas
El 20 por ciento de las personas que en Colombia necesitan un trasplante mueren antes de encontrar un donante compatible. La historia de una reconocida presentadora de televisión da cuenta de la crudeza de esta realidad en el país.
La cifra es preocupante. En el país, según el Instituto Nacional de Salud (INS), 3.663 colombianos requieren actualmente un trasplante de órganos para seguir viviendo o mejorar su calidad de vida. Sin embargo, el 20 por ciento de ellos pueden fallecer esperando ese milagro, la llamada con la buena noticia de un donante apto que puede salvarlos de la muerte.
Solo en el último año se registró un total de 1.190 trasplantes en Colombia. Si bien el INS señaló que las cifras se están recuperando tras las dificultades que causó la pandemia de covid-19, todavía falta alcanzar los niveles registrados en los años anteriores a la aparición de dicha enfermedad.
Debido a las restricciones a la movilidad y a la sobrecarga de los servicios sanitarios, que debieron enfocarse en atender a los enfermos por coronavirus, el número de múltiples procedimientos y servicios médicos bajó en los últimos tres años.
En 2019, por ejemplo, el INS detalló que se practicaron cerca de 1.303 trasplantes, lo que da cuenta del desempeño de los datos previos a la pandemia.
Es una realidad que conoce bien Adriana Betancur, una reconocida presentadora, recordada por su paso en el programa matutino Muy buenos días, en el que saludaba a los colombianos en compañía del fallecido Jota Mario Valencia y Laura Acuña.
Su carrera en la televisión se vio truncada por serios problemas de salud, que la aquejan desde hace varios años.
Inicialmente, Adriana fue diagnosticada con lupus. Pero, dos años más tarde, descubrieron que en realidad se trataba de una enfermedad autoinmune, la cual complicó el correcto funcionamiento de los riñones y quedaron funcionando solo el 3 por ciento.
Esa difícil condición de salud la llevó a buscar un trasplante de riñón para recuperarse. El milagro ocurrió en 2014. Y, aunque todo parecía marchar bien, con el paso del tiempo su cuerpo empezó a rechazar el nuevo órgano y a presentar algunos síntomas complejos, como dificultad para respirar y retención de líquidos.
“Fui trasplantada hace siete años, pero estuve de malas y el riñón que me donaron no duró sino esos siete años”, reveló la presentadora. También manifestó que forma parte de una lista de espera de más de 3.000 personas que actualmente aguardan un órgano en Colombia. Y mostró, asimismo, su preocupación por el hecho de que, debido a la pandemia, las donaciones bajaron 43 por ciento en el último año.
Tal vez por eso pocas personas como ella conocen la importancia de convertirse en donante de órganos en un país donde no existe dicha cultura debido al desconocimiento de esta práctica médica y a otros factores, como la religión.
Científicamente, un trasplante de órganos se define como el reemplazo de un órgano en un paciente (receptor) crónicamente enfermo por otro órgano sano proveniente de un donante con muerte cerebral o, en casos específicos, de un donante vivo.
Aun cuando el país cuenta con la Ley 1895, que prácticamente convierte a todos los colombianos en donantes, existe gran desconocimiento sobre la materia, además de mitos relacionados con aspectos sociales y religiosos, entre otros. Y estos pueden ser factores que reducen la efectividad de tener donantes en los tiempos requeridos.
En ello coincide Gilberto Mejía, líder médico de la Unidad de Trasplantes de la Fundación Cardioinfantil, LaCardio, quien asegura que “en Colombia es difícil disminuir las listas de espera porque, a pesar del trabajo de los entes gubernamentales que apoyan los servicios de trasplantes y las IPS trasplantadoras, existe falta de educación con respecto a este tema. Esta educación debería implementarse desde los colegios, las universidades y las empresas para que los ciudadanos derrumben esos mitos relacionados con los trasplantes, especialmente el del tráfico de órganos”.
En ese sentido, pocos conocen que esta actividad está regulada por la Ley 919 de 2004, que prohíbe y penaliza la comercialización de órganos y tejidos, pues se considera un delito. Además, el Decreto 2493 dicta disposiciones para la obtención, preservación, transporte, destino, procedimientos y donación.
De acuerdo con Mejía, es necesaria la educación no solo para despejar esos temores infundados, sino “para que la gente se motive a ser donante y así los pacientes que se encuentran enfermos tengan el sentido de querer salvar la vida. Que tengan confianza en que el proceso de trasplante hoy es auditado por los entes gubernamentales”.
Asimismo, Jairo Rivera, médico experto en trasplante pediátrico de esta institución, señala que la tendencia en el mundo es al aumento del número de pacientes en lista de espera, aun en los países con altas tasas de donación. La causa es multifactorial, pero, evidentemente, así como hay mayor identificación de pacientes que pueden requerir un trasplante, también aumentan las condiciones para la donación.
¿Cómo saber si usted puede ser donante?
Todas las personas deben ser consideradas como posibles donantes de órganos y tejidos, independientemente de la edad, el estado de salud, raza u origen étnico.
Para ser donante después de muerto se deben tener en cuenta varios aspectos, entre ellos informar a la familia en vida el deseo de ser donante para que lo sepan en el momento del fallecimiento y se respete esa decisión.
Después, manifestar su voluntad por medio del carné único nacional de donantes, el cual se puede tramitar virtualmente desde la página web del INS. La persona deberá registrarse con información personal, como nombre, teléfono de contacto y grupo de sangre, entre otros aspectos. El último paso es descargar, imprimir el carné e informar a los familiares más cercanos de la existencia de este.
¿Existe un rango de edad para ser donante?
En Colombia todas las personas pueden ser donantes, desde un niño hasta un adulto mayor, siempre y cuando se realice la donación bajo los criterios médicos establecidos en la normatividad vigente y se evalúen todas las condiciones del donante para determinar qué órganos efectivamente pueden ser donados.
¿Qué se puede donar?
Desde órganos hasta tejidos y células madre. La donación puede realizarse antes o después de la muerte y dependerá del criterio médico y de la compatibilidad del donante y el receptor. Por ejemplo, en vida es posible donar un riñón o parte del hígado, mientras que al fallecer se pueden recuperar más órganos y tejidos.
Entre los órganos es posible donar corazón, riñones, páncreas, intestino, hígado y pulmones. En materia de tejidos, es posible salvar vidas con córneas, piel, huesos, medula ósea, vasos sanguíneos, válvulas cardiacas, cartílagos, tendones, esclera y membrana amniótica.