Turismo
Conozca Islandia, el paraíso de los extremos
Auroras boreales, fríos paisajes, suelos volcánicos y raíces vikingas: esto es Islandia, entre el hielo y el fuego.
En medio del Atlántico Norte, entre Groenlandia y Europa, cerca del Ártico, existe una isla que parece salida de una leyenda vikinga, con glaciares eternos, volcanes rugientes y géiseres que escupen agua hirviendo hacia el cielo. Islandia, con 103.000 kilómetros cuadrados de extensión, es un territorio donde los extremos se encuentran: aunque el 11 por ciento de su superficie está cubierta por hielo, este convive con más de 130 volcanes, algunos aún activos.
El contraste es tal que allí se pueden encontrar playas de agua hirviente, cuyo suelo es volcánico, al lado de rocas congeladas; algo representado en su bandera, de color azul por sus mares, blanco por los glaciares y rojo por la lava que fluye de los volcanes.
En Islandia viven más ovejas que habitantes, esa es una de las historias más populares entre los locales. Con 393.600 personas frente a más de 600.000 ovejas, esta proporción refleja la noción de aislamiento que muchas veces acompaña a Islandia. Y con razón. En términos de densidad poblacional, en Reikiavik puede haber cuatro personas por kilómetro cuadrado, cifra que, en las zonas más rurales, desciende hasta una persona por kilómetro cuadrado.
No obstante, Islandia no debe percibirse como un país alejado o anticuado. Se destaca como uno de los más seguros del mundo y con los índices más bajos de desigualdad de género. Comercialmente ha logrado mantenerse conectado de la mano de las importaciones. Por otro lado, aunque su idioma oficial es el islandés, el 90 por ciento de la población habla inglés, lo que, sumado a su carácter hospitalario, lo convierte en un territorio profundamente acoplado con el planeta.
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La joya
El clima extremo es otra de las mayores características de Islandia. Durante el invierno, los días pueden durar hasta cuatro horas, alcanzando temperaturas de hasta -10 grados centígrados y fuertes vientos, mientras que en verano hay zonas del país donde se viven días eternos. Dadas estas características, en las que, además, ocurren fenómenos como el de las auroras boreales, la isla ha alcanzado alta popularidad turística en los últimos años.
Fuera de ofrecer un espectáculo natural, Islandia también es una ventana al pasado. Entre las mayores atracciones, los tres más grandes glaciares, Vatnajökull, Langjökull y Hofsjökull, esconden cuevas de hielo de más de 2.000 años de antigüedad, donde los nativos solían resguardarse del frío. De tener suerte, sus visitantes han alcanzado a ver armas vikingas congeladas.
Por otro lado, los géiseres, palabra que en islandés significa ‘del que emana’, como Geysir y Haukadalur, también conectan a los turistas con las creencias de los antiguos nórdicos, quienes pensaban que en sus profundidades habitaban espíritus demoniacos, caóticos, impredecibles y peligrosos, que desafiaban el orden de sus dioses. Las playas de arena negra, la laguna glaciar de Jökulsárlón y las aguas termales de la laguna Azul son otros destinos imperdibles para los turistas. En especial, esta última se ha convertido en uno de los sitios más visitados en el país, pues los turistas disfrutan de un baño en aguas cálidas, mientras que en el exterior la temperatura sigue bajo cero.
Al ser parte del espacio Schengen, Islandia no exige visa a los colombianos para estancias de hasta 90 días. Sin embargo, quienes planeen visitar este destino deben cumplir con requisitos como pasaporte vigente, tiquetes de ida y regreso, reservas de alojamiento y un seguro médico internacional. En cuanto a algunas recomendaciones que pudieran abaratar gastos, otros viajeros aconsejan considerar los tiquetes que se consiguen para trasladarse desde Madrid y otras ciudades de España, en donde se pueden encontrar vuelos a partir de los 60 euros en época de temporada baja, como noviembre y marzo. Elegir los menús para probar, alquilar un carro y también la ropa de invierno son otras sugerencias muy populares, con las que futuros visitantes podrán ser estratégicos con su presupuesto.