Conozca los maravillosos efectos del aguacate en la sangre

El aguacate es una fruta versátil que puede incluirse en la dieta de diversas formas, para aprovechar los beneficios generados por su riqueza en vitaminas, minerales, grasas saludables y otros nutrientes.

Este fruto aporta hierro, magnesio, ácido fólico y potasio, además de vitaminas E, C, B1, B5, B2 y K. Todos estos nutrientes le otorgan a este alimento propiedades antioxidantes, vasodilatadoras, hipolipémicas, hidratantes y saciantes, según el portal de salud Tua Saúde.

El sitio web Cuerpo Mente asegura que siendo una fruta fresca su principal componente no son los carbohidratos, sino las grasas, que constituyen el 23 % de su peso. Y lo mejor es que son grasas del tipo más sano: monoinsaturadas, como las del aceite de oliva.

Como ocurre con otros alimentos grasos, esta fruta destaca por ser fuente de vitamina E, que protege la membrana de las células. Unos 100 gramos de aguacate procuran el 25 % de la cantidad que requiere una persona al día, precisa la mencionada fuente.

Bueno para la sangre

La lista de beneficios es larga, pero destaca porque es un alimento saludable para el corazón, gracias a que ayuda a mantener la sangre en una buena condición. Por ejemplo, una de las bondades que se le atribuyen es que ayuda a disminuir el colesterol “malo” y la presión arterial, asegura Tua Saúde.

Esto se debe a que es una fruta rica en fitosteroles provenientes de las grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas, que también ayudan a bajar triglicéridos e incrementar la producción del colesterol “bueno” HDL, evitando la acumulación de placas de grasa en las arterias. De igual forma, es rico en beta-sitosterol, otro compuesto bueno para controlar estos lípidos en la sangre.

Una investigación publicada en la revista Journal of the American Heart Association, encontró que los adultos que comieron dos o más porciones a la semana tenían un 16 % menos de riesgo de enfermedad cardiovascular y un 21 % menos de complicaciones coronarias en comparación con las personas que casi nunca consumen aguacate.

Los científicos afirmaron que este análisis brinda más pruebas de que el consumo de grasas insaturadas de origen vegetal puede mejorar la calidad de la dieta y es un componente importante en la prevención de enfermedades cardiovasculares, ya que ayudan a mejorar la circulación de la sangre.

Información de la fundación estadounidense AARP, indica que un aguacate Hass de tamaño mediano contiene aproximadamente 13 gramos de ácido oleico, o aproximadamente la misma cantidad que dos cucharadas de aceite de oliva. “La mitad de un aguacate proporciona, de las cantidades diarias recomendadas, hasta el 20 % de fibra, el 10 % de potasio, el 5 % de magnesio y el 15 % de folato”, según determinó la investigación.

De igual forma, esta fruta es rica en potasio, un nutriente que reduce la presión arterial alta. Una porción de aguacate de 100 gramos contiene el 14 % de la ingesta diaria recomendada de este nutriente, en comparación con el 10 % de los plátanos, que son un alimento típico con alto contenido de potasio, de acuerdo con el portal Healthline.

Otros beneficios

De otra parte, el aguacate es fuente de luteína, un carotenoide que protege los ojos de la degeneración macular y las cataratas. Expertos aseguran que este fruto contiene más de este componente que ningún otro, según la fundación Aarp.

Este mismo compuesto se asocia a la mejora el sistema inmunológico y la capacidad cognitiva. En torno a este tema, un estudio de la Universidad de Illinois sobre los efectos del consumo diario de aguacates en la función cognitiva en adultos con sobrepeso observó que aquellas personas que comían un aguacate diario mejoraban su capacidad de atención.

La Organización Mundial de la Salud incluye al aguacate dentro de las fuentes que deberían predominar en el máximo de un 30 % de ingesta calórica diaria que debería proceder de las grasas en una dieta saludable, junto al aceite de oliva, los frutos secos o los pescados grasos.

De otra parte, los aguacates son una buena fuente de fibra dietética, que ayuda a reducir el riesgo de diabetes tipo 2 y la obesidad. Este nutriente genera sensación de saciedad, por lo que evita el consumo permanente de otro tipo de alimentos que es posible que no sean muy saludables.