Salud mental
No me abandones: qué es la ansiedad por separación y cómo superarla
Este trastorno se caracteriza por temores irracionales de abandono por parte de personas cercanas como padres o por la pareja e incluso las mascotas. El médico psiquiatra José A. Posada Villa explica cómo tratarla.
Generalmente a cierta edad los niños tienen una predisposición natural para rechazar la interacción con personas desconocidas. Esa resistencia es lo que llamamos timidez y es algo normal, instintivo y saludable que debemos reconocer y valorar. Pero puede suceder que el niño sea exageradamente tímido, lo que alerta sobre la posible aparición de la ansiedad por separación.
La ansiedad por separación se caracteriza por temores irracionales de abandono por parte de personas cercanas como padres o por la pareja e incluso las mascotas. Ahora se sabe que no solo los niños sufren ansiedad por separación. Casi el 45% de los casos se manifiesta por primera vez en la edad adulta sin tener antecedentes en la niñez o adolescencia.
La ansiedad por separación es un fenómeno natural en el desarrollo del ser humano. Comienza alrededor de los ocho meses. Todo niño pasa por una etapa en la que, al estar lejos de los padres o cuidadores, siente algún grado de angustia. Por lo general, esta situación de supera alrededor de los 2 años, cuando los pequeños comienzan a entender que estos puede estar fuera de su campo visual, pero aparecerán de nuevo.
En los animales monógamos, entre ellos muchos humanos, el contacto físico y las relaciones sexuales aumentan los niveles de oxitocina y vasopresina, hormonas que fortalecen los vínculos emocionales y estimulan las áreas cerebrales asociadas con el bienestar. Como resultado, cuando lo adultos se alejan de su pareja o ser querido, incluso durante corto tiempo, experimentan síntomas de abstinencia como si de una sustancia psicoactiva se tratara.
También se observa que algunas sustancias cerebrales llamadas neurotransmisores pueden activar la amígdala, una región del cerebro donde se activan los sentimientos de miedo y que apagan, por decirlo de alguna manera, la corteza prefrontal, una región del cerebro donde se procesa el pensamiento. Eso permite que bajo ciertas condiciones la persona sea menos racional y más emocional y temerosa de la separación de un ser querido.
Una persona con este tipo de ansiedad puede presentar síntomas como sufrimiento excesivo cuando se separa del ser querido, pesadillas, rechazo a ir al colegio, la universidad, el trabajo o viajar debido al miedo por la separación, renuencia a dormirse sin tener cerca a la persona que lo cuida y molestias físicas repetitivas como dolor de cabeza, malestar abdominal, nauseas, vómito, palpitaciones y preocupación acerca de la posible pérdida o daño de las personas queridas.
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Para que se considere un trastorno de ansiedad por separación como diagnóstico psiquiátrico, estos síntomas deben estar presentes durante al menos cuatro semanas en el caso de niños y adolescentes y seis meses o más en adultos, pero, además, estos síntomas deben producir un deterioro del funcionamiento escolar, social, laboral o personal como resultado de la ansiedad.
Aunque se desconoce la causa del trastorno de ansiedad por separación, se han identificado algunos factores de riesgo. Tener padres sobreprotectores es uno de ellos. En ocasiones, la muerte de un ser querido, un cambio de colegio, el divorcio de los padres o una situación que aleja bruscamente de los seres queridos puede ser el desencadenante.
Les pasa a los padres con sus hijos
Los padres también luchan con sentimientos fuertes y a veces abrumadores en relación con la ausencia potencial o real de sus hijos y pueden experimentar ansiedad cuando su hijo comienza en el jardín infantil, pasa al colegio o se va un tiempo lejos del hogar familiar. Esta ansiedad puede presentarse como un estado de ánimo bajo, ira o con pensamientos de que algo malo va a pasar.
La ansiedad por separación en los padres puede desarrollarse durante el embarazo, después del parto o en cualquier momento durante la infancia de sus hijos. Se puede desencadenar como resultado de un trauma de nacimiento, ansiedad o depresión perinatal o postnatal y problemas de ansiedad pre existentes. A veces simplemente puede desencadenarse por el hecho de convertirse en padre.
Una situación especial ocurre cuando la madre vuelve a trabajar después de una licencia de maternidad. Un estudio realizado en 2016 en el Reino Unido, reveló que el 70% de las madres dijeron que les preocupaba la medida en que extrañarían a sus hijos. El 90% reportó sentirse ansiosa por volver a trabajar después de tener un hijo, mientras que casi la mitad de las madres admitieron estar muy ansiosas.
En relación con el manejo de la ansiedad por separación en los niños, es fundamental que los adultos mantengan el control sobre sus propias ansiedades. Si su hijo siente o ve su angustia al separarse, eso le estará indicando que algo malo puede suceder.
Cómo superarla
Para superar la ansiedad por la separación, los niños deben sentirse seguros en su hogar, confiar en personas distintas a los padres y confiar que los padres van a regresar.
Es necesario preparar a los niños antes de que ocurra la separación y reaccionar con comprensión, paciencia y confianza, no burlarse o mostrar molestia.
Algunos niños solo necesitan saber que usted está ahí y accesible. Muy a menudo, lo único que necesitan es sentirse seguros y lo único que quieren es amor y consuelo.
Si estos comportamientos y la ansiedad detrás de ellos continúan después de los tres años de edad, es bueno buscar ayuda profesional.
*Grupo de Investigación Nuevas Perspectivas en Salud Mental, UCMC