Cómo combatir el sedentarismo

Hoy nadie duda que la actividad física ayuda a prevenir las enfermedades del corazón y a disminuir la diabetes y la obesidad, y que el ejercicio tiene impacto en la reducción de riesgo de por lo menos 10 tipos de cáncer. Como si fuera poco, hay evidencia de que disminuye el deterioro cognitivo que llega con la edad.

Esa debería ser suficiente motivación para agendar un poco de movimiento entre las actividades diarias de una persona. Pero no. Los colombianos no se mueven como deberían. Aunque el país en ese tema no está en niveles tan negativos como ocurre en otros industrializados, expertos como John Duperly señalan que el sedentarismo, esa epidemia mundial provocada por la urbanización y la automatización de procesos, ha llegado a nuestros campos y ciudades con consecuencias para todos.

La gente hoy es tan sedentaria que los mínimos de ejercicio que han establecido los organismos de salud son, en palabras del experto, “ridiculamente bajitos”. Solo con ponerse de pie unos minutos se disminuye la obesidad, la diabetes y la hipertensión. La Organización Mundial de la Salud estima que un individuo debe andar 10.000 pasos diarios o hacer una hora diaria de actividad fìsica para lograr eso beneficios.

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Pero aún así, muchos pasan más de 8 horas sentados frente al computador o en reuniones. La excusa no debe puede ser el trabajo. “Uno debe hacer con el ejercicio todo lo que hace para garantizar hacer un asunto que no puede evadir”, dice. Por eso recomienda agendarlo dentro del plan diario. “Si un dia tiene muchas reuniones,  hay que programarlo para el siguiente o para la noche”.

Otra opción es integrar la actividad física en la vida diaria: subir escaleras, dejar el carro lejos, hacer más diligencias activas, ir al trabajo en bicicleta. No es necesario pagar una mensualidad en un gimnasio. Tampoco se necesita ni siquiera instructor,  ni estar al aire libre. “El mejor ejercicio es el que logre motivarme a mi”, dice. Para algunos es el fútbol, para otros la rumba, saltar cuerda o subir una montaña. “Cualquiera de estos es mejor que quedarnos quietos”, agrega Duperly.  Lo importante es facilitarlo, agendarlos de acuerdo a las necesidades y gustos porque es una actividad que debe producir placer.

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Tampoco es excusa la enfermedad.  Y la prueba de ello son los pacientes infartados o con falla cardiaca que con actividad física dirigida pueden incluso jugar tenis. “Quienes han sufrido accidentes graves de columna, cáncer y enfermedades aparentemente difíciles como Parkinson, mejoran su capacidad funcional. Por eso intervenir con ejercicio en una enfermedad es una de las mejores estrategias”, dice

El experto concluye que el ejercicio es característico de la vida y los que no se mueven se mueren. “El ser humano debe moverse hasta el último día de su vida. No hay edad para no hacer ejercicio. Siempre ese estímulo va a ser bueno para nosotros”, concluye.