VIDA MODERNA
Consejos para que la prediabetes no se convierta en diabetes
A diferencia de la diabetes, la prediabetes es un padecimiento reversible.
Cuando un paciente tiene prediabetes quiere decir que sus niveles de glucosa (azúcar) en la sangre se encuentran por encima de los niveles normales, según explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC).
Pese a que los niveles de esta sustancia en la sangre se encuentran elevados, aún no se ha llegado al tope como para diagnosticar diabetes de tipo 2 que es una enfermedad catalogada como crónica por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Un número significativo de pacientes desconocen que tiene prediabetes, por lo que se recomienda hacerse chequeos médicos con frecuencia para diagnosticar dicho padecimiento a tiempo. Los CDC mencionan que las personas con dicha patología están en riesgo de presentar diabetes tipo 2, enfermedades que afectan de manera directa la salud del corazón o un derrame cerebral.
En medio de este padecimiento juega un papel importante una hormona a la que se le conoce como insulina; esta permite que el azúcar o glucosa llegue a las células. Cabe mencionar que la glucosa en la principal fuente de energía del organismo.
“Cuando un paciente tiene prediabetes, las células de su cuerpo no están responden a la insulina de manera normal. Para tratar de hacer que respondan, el páncreas produce más insulina, pero no podrá mantener el ritmo y los niveles de azúcar en la sangre subirán, lo cual crea las condiciones propicias para la prediabetes y para que se tenga diabetes tipo 2 en el futuro”.
Factores de riesgo para tener prediabetes
Ya que esta enfermedad es diagnosticada con frecuencia solo cuando se presentan síntomas graves, es relevante que las personas que cumplen con determinadas características se hagan chequeos con frecuencia porque pueden estar en mayor riesgo de padecer dicha patología.
La idea es que el profesional de la salud solicite una prueba que mida los niveles de glucosa en la sangre, como mínimo, una vez en el año a los siguientes pacientes:
- Que tienen sobrepeso u obesidad
- Tienen 45 años o más.
- Tienen uno de los padres o uno de los hermanos o hermanas con diabetes tipo 2.
- Hacen actividad física menos de tres veces a la semana; es decir, una persona sedentaria.
- Han tenido alguna vez diabetes gestacional (diabetes durante el embarazo) o dieron a luz a un bebé que pesó más de 9 libras.
- Tienen síndrome del ovario poliquístico.
A diferencia de la diabetes, la prediabetes es un padecimiento reversible; por eso el portal de salud y bienestar Canal Salud IMQ brinda algunas recomendaciones. Las medidas que brinda el portal aseguran un 58 % menos de probabilidad de desencadenar diabetes.
- Llevar un plan de alimentación sano y equilibrado: los productos y alimentos que se consuman deben tener un bajo índice glucémico (IG), deben tener pocas calorías y deben tener un alto contenido de fibra soluble. Para saber cuáles son se recomienda consultar con un nutricionista.
- Bajar de peso y mantenerlo con el tiempo: una persona obesa tiene una mayor resistencia a la insulina, la idea es que el paciente reduzca el peso necesario para que este se ajuste a su talla y edad. “En el caso de que el peso sea relativamente normal, se recomienda reducirlo entre un 4 % y un 5 % durante una media de 3 años para ayudar a eliminar la prediabetes”.
- Realizar actividad física con frecuencia: este buen hábito ayuda a bajar de peso y a su vez mejora la tolerancia de la glucosa dentro del torrente sanguíneo. “Caminar a buen ritmo es uno de los ejercicios más completos que se pueden hacer. Los expertos aconsejan caminar una hora al día para mejorar la forma física”.
- Dormir bien y evitar el estrés: cuando un paciente no duerme el número de horas adecuadas durante la noche, los niveles de todos su organismo se verán alterados, incluido su genio. “El estrés es más frecuente cuando no se duerme bien, y este puede aumentar los niveles de glucosa”.
- Ayuda especializada: cuando se tiene prediabetes se debe estar bajo observación médica frecuente.