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La incontinencia urinaria suele asociarse a la vejez, pero puede afectar a todas las edades. | Foto: Getty Images/iStockphoto

bienestar

Consejos y ejercicios para controlar la incontinencia urinaria

En algunos pacientes, el médico puede recetar medicamentos y/o algunos ejercicios especiales para la afección.

28 de diciembre de 2021

La incontinencia urinaria es la pérdida del control de la vejiga o la capacidad para controlar cuándo orinar. Aunque suele relacionarse con el envejecimiento, las personas de diferentes edades, como jóvenes y niños, también pueden padecerla.

De acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, existen diferentes tipos de incontinencia urinaria, los cuales varían dependiendo su causa:

  • Incontinencia de esfuerzo: sucede cuando el estrés o la presión ejercida en la vejiga hace perder la vejiga. Esto ocurre frecuentemente al toser, estornudar, reír, etc. Este tipo de incontinencia puede deberse a una vejiga fuera de la posición normal o por debilidad en los músculos del piso pélvico, señala la Biblioteca.
  • Incontinencia de urgencia: ocurre cuando se tiene una necesidad urgente de orinar y se escapa algo de orina antes de llegar al baño. Esta incontinencia urinaria es común en las personas ancianas. Puede ser causada por vejiga hiperactiva, afecciones neurológicas, esclerosis múltiple y lesiones de la médula espinal.
  • Incontinencia por rebosamiento: esto sucede cuando la vejiga no se vacía por completa y queda orina almacenada. Es más común en los hombres y puede deberse a tumores, cálculos renales, diabetes y algunos medicamentos.
  • Incontinencia funcional: este tipo de incontinencia ocurre cuando alguna discapacidad física o mental dificulta llegar oportunamente al baño. Por ejemplo, alguien con demencia o alzheimer puede olvidar o no darse cuenta de ir al baño. También es frecuente en personas que sufren de artritis o tienen una movilidad reducida, pues se demoran al desabrochar su pantalón o sentarse en el inodoro.
  • Incontinencia mixta: esto sucede cuando la persona tiene más de un tipo de incontinencia (funcional, rebosamiento, urgencia, esfuerzo). En la mayoría de los casos, son de esfuerzo y urgencia.
  • Incontinencia transitoria: esta pérdida de orina sucede en una situación específica, la cual se caracteriza por ser temporal. Puede ocurrir debido a una infección o la toma de un nuevo medicamento.

Según detalla el portal especializado en salud Tua Saúde, los ejercicios para controlar la incontinencia urinaria pueden ser los de Kegel. “Estos son una excelente forma de trabajar y fortalecer los músculos del piso pélvico, los cuales son los encargados de la apertura y cierre de los esfínteres de la uretra”, asegura el sitio web.

Ejercicios de Kegel

Estos ejercicios ayudan a fortalecer los músculos que se ubican debajo del útero, la vejiga y el intestino grueso. Tiene beneficios tanto para hombres como mujeres que sufran de incontinencia urinaria. De acuerdo con Medline Plus, estos ejercicios se pueden realizar en cualquier momento o actividad que se está haciendo (manejando, viendo tv, comiendo, trabajando, etc).

¿Cómo hacerlos?

Este ejercicio consiste en fingir que se tienen ganas de orinar y luego contenerse. Para esto se deben relajar y apretar los músculos que están involucrados en la orina. Antes de realizarlos es importante conocer si se están apretando los músculos correctos. Los glúteos y el abdomen deben estar relajados. Medline Plus, brinda algunos consejos para verificar:

  • Imaginar que se quiere evitar una flatulencia.
  • En el caso de las mujeres, introducir un dedo dentro de la vagina. Apretar los músculos como si evitara orinar y luego relajarlos.
  • Para los hombres, deben introducir un dedo en el recto. Apretar los músculos como si se evitara orinar y luego relajarlos.

Luego de conocer cómo realizar los movimientos, se recomienda hacer los ejercicios constantemente para obtener mejores resultados. Cabe resaltar que no se debe exagerar la frecuencia de los ejercicios ya que el exceso puede dificultar orinar o defecar.

  1. Verificar que la vejiga esté vacía.
  2. Sentarse o acostarse.
  3. Apretar los músculos del piso pélvico y mantenerlos así durante tres a cinco segundos.
  4. Relajar los músculos y esperar cinco segundos.
  5. Repetir diez veces tres veces al día.