Salud
Consultarle al “Dr Google” no es tan malo después de todo, según estudio de Harvard
Esto fue lo que sucedió cuando un grupo de voluntarios tuvieron que diagnosticar con y sin la ayuda de una búsqueda en internet.
Ante cualquier síntoma más o menos preocupante, la mejor salida siempre será acudir al médico.
Pero con el auge de internet, se volvió una costumbre inatajable buscar en el buscador Google pistas que puedan llevar a un diagnóstico antes de decidir si es necesario correr a la clínica o no.
Es una práctica tan común que el principal buscador de la red ha recibido el sobrenombre de “doctor Google”.
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Por una parte, creen que eso solo aumenta la ansiedad de los pacientes, lo cual también es conocido como cibercondría.
De otro lado, ellos advierten que esto puede llevar a ideas equivocadas sobre el real estado de salud de la persona.
Por supuesto, no han faltado los estudios al respecto, pero reducidos a observar lo que la gente busca en Internet.
En vista de ello, científicos de Harvard University resolvieron ir más allá y analizar el asunto basados en la experiencia.
Un artículo publicado por los autores de la investigación en JAMA Network Open, revista de la American Medical Association, revela que la intención específica de la prueba era indagar sobre las relaciones entre la búsqueda en internet y diagnóstico, triage y la ansiedad.
Para ello contaron con 5.000 voluntarios en Estados Unidos, a quienes les fueron presentados una serie de síntomas y se les pidió que imaginaran que alguien cercano a ellos los estaba experimentando.
Estos signos iban de moderados a severos y estaban relacionados con enfermedades comunes tales como virus, ataques al corazón y embolias.
El periódico también informó que el promedio de edad de los participantes era de 45 años, casi todos eran blancos y estaban equitativamente repartidos entre hombres y mujeres.
A todos se les pidió que hicieran un diagnóstico con la información que se les había entregado.
Luego, les fue permitido buscar en internet, para hacer un nuevo dictamen.
Así mismo, debían seleccionar en qué nivel de “triage” o de severidad del cuadro se encontraba el paciente, que iba de “dejemos que la cosa pase sola” a llamar a un servicio de emergencias.
El examen también midió qué tan ansiosos llegaron a sentirse con la situación.
Antes de la consulta con el “doctor Google”, el grado de corrección de los diagnósticos fue de 49.8 por ciento y se elevó a 54 por ciento después de ella.
En cuanto al “triage” y los niveles de ansiedad no hubo ninguna variación. Es decir, alrededor de tres cuartos de los participantes fueron capaces de identificar la gravedad de los casos y fueron acertados al elegir el momento de pedir ayuda.
El equipo que realizó el análisis fue conformado por médicos del Brigham and Women’s Hospital de Boston, además de miembros de la facultad de medicina de Harvard.
El líder del grupo, el doctor David Levine, añadió que aquellas personas con experiencia previa en temas de salud, en manejo de adultos mayores y aquellos con una pobre calidad de vida fueron los que mejor se desenvolvieron a la hora de determinar que tenía el paciente.
En concepto de Levine, todo esto demuestra que sus colegas deben dejar de desmotivar a los pacientes para que busquen en internet cuando experimenten algún malestar o síntoma.
Más bien, explicó, esto les puede ayudar a entender qué les está pasando.
Levine también hizo énfasis en que este trabajo desvirtúa la “tan cacareada cibercondría”, según declaró.
“La mayoría de las personas que buscan sobre estos temas no acuden a fuentes poco confiables, como son los foros abiertos o las redes sociales. Así, también se desmiente la creencia de que quienes acuden a la web obtienen mala información de páginas sin criterio”, expresó el científico.
Por su parte, Marcantonio Spada, un psicólogo y catedrático que ha estudiado el tema de la cibercondría en la London South Bank University, dijo al diario The Guardian, de Londres, que lo que está por verse es cuánta investigación en internet es suficiente para alcanzar el objetivo de comprender lo que significan los síntomas.
“La ausencia de una señal de ‘pare’ puede desarrollar el riesgo de cibercondría y es algo que los estudios futuros deberían tener en cuenta”, declaró.
De todas formas, nunca hay que perder de vista que la última palabra siempre la debe tener un profesional de la salud de carne y hueso.