Vida Moderna

Consumir esta fruta ayuda a prevenir el cáncer de seno

Un estudio científico comprobó que este alimento no solo reduce el riesgo de padecer el cáncer de seno, sino también en cáncer de colon y pulmón

23 de diciembre de 2022
Los quistes en los senos pueden aparecer en mujeres de cualquier edad.
Los quistes en los senos pueden aparecer en mujeres de cualquier edad. | Foto: Getty Images/iStockphoto

El cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente y la causa más común de muerte en mujeres a nivel mundial. De acuerdo con La Organización Panamericana de la Salud, las Américas representaron una cuarta parte de los casos de este tipo de cáncer en 2020 y en América Latina y el Caribe, la proporción de mujeres afectadas antes de los 50 años es mucho mayor que en América del Norte.

Como tal, este tipo de cáncer se origina cuando las células mamarias comienzan a crecer sin control y normalmente forman un tumor que a menudo se puede observar mediante una radiografía o se puede palpar como una masa en los senos. Cabe recordar que este cáncer no solo afecta a las mujeres, también afecta a los hombres, pero en menor medida.

Por su parte, American Cancer Society destaca que los tumores no cancerosos en los senos son crecimiento anormal benigno que no se propagan fuera de los senos. En cambio, los tumores malignos se pueden propagar extender a otras partes del cuerpo, ocasionando un mayor impacto en el organismo. Las partes en las que se puede originar el cáncer de seno comienza en los conductos que llevan la leche hacia el pezón, en las glándulas que producen leche o comienzan en otros tejidos del seno.

Para reducir el riesgo de padecer esta grave enfermedad que en muchos casos es casi letal, Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades destaca que es importante mantener un peso saludable, hacer algún tipo de actividad física, no tomar alcohol, recibir terapia de reemplazo hormonal o anticonceptivos orales y si se tiene antecedentes familiares de cáncer de mama, se debe hablar con el médico pata reducir su riesgo.

¿Qué dice la ciencia?

Adicional a ello, los expertos en salud aconsejan consumir una buena dieta alimenticia que contenga frutas, pues son un excelente aliado para la salud gracias a sus componentes de fibra, agua, vitaminas y minerales. Además de ello, algunas frutas tienen un gran valor biológico que los hacen ideales para prevenir otras enfermedades.

De acuerdo con el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social de Paraguay, el mango es una de las frutas más versátiles, que gracias a sus componentes nutricionales ayuda a prevenir el cáncer de seno. Esta fruta se caracteriza principalmente por su alto contenido de vitamina C y A. y fibra. Del mismo modo, este alimento también ayuda a prevenir la leucemia, el cáncer de próstata y colon, ayuda a combatir la resequedad ocular y mejora la formación de glóbulos rojos y colágeno.

Lo anterior se refleja en un estudio realizado por científicos de la Cooperativa de Investigación en Alimentos de Texas, que examinaron cinco variedades de mangos más comunes en los EE. UU.: Kent, Francine, Ataulfo, Tommy, Atkins y Haden. Como resultado, evidenciaron que el mango es efectivo para prevenir y detener el crecimiento de células cancerosas de las formas más comunes de cáncer del colon y cáncer del seno.

Por otra parte, los investigadores encontraron que el mango “tiene cerca de cuatro a cinco veces menos capacidad antioxidante que una uva y, sin embargo, en muy efectivo en la actividad contra el cáncer. Si se mira desde el punto de vista fisiológico y nutricional, el mango debe ser considerado como un súperalimento”.

El estudio también mostró tener algunos efectos benignos contra el cáncer de pulmón, la leucemia y el cáncer de próstata, pero fue mucho más efectivo contra el cáncer del seno y cáncer de colon.

“Hemos encontrado que las células normales no sufrieron daños, por lo que el mango no es dañino en el cuerpo. Esa es una observación de carácter general para cualquier agente natural, que ataca a las células cancerosas sin afectar a las células sanas, por lo menos en concentraciones razonables”, dijo la doctora Susanne Talcott, quien junto con su esposo, el doctor Steve Talcott, realizaron el estudio.