“Todos decían que once era el mejor año, pero nos tocó encerrados en la casa"

"Me acuerdo cuando empecé once. Parecía que las personas se pusieran de acuerdo para decir: “¡Uy! Entraste al último año, ¡qué emoción! Disfruta con tus amigos, haz todo lo que puedas”. Todo el mundo lo motiva a uno porque es el año más importante. 

Con mis amigos llevamos toda la vida juntos en el colegio y lo que más queríamos era graduarnos todos al tiempo y vivir este proceso como una familia. Pero ahora todo quedó en el aire. Estábamos planeando los eventos con la personera que acababan de elegir, la fiesta de despedida que queríamos hacer con vestidos largos, hasta teníamos charlas y planes buenísimos para celebrar el día de la mujer. Ah, y el campeonato de fútbol. Eso sí que nos hizo falta. Es uno de los eventos más esperados de todo el colegio porque tanto niños como niñas aman verlo y participar en este tipo de competencias  deportivas. Y bueno, pues el grado claro. Ese día tan esperado que en este punto no sabemos si vamos a poder tener como nos lo imaginábamos. Por ahora la opción más probable es que sea por ventanilla, pero todo es incierto. 

Creía que once iba a ser el año más emocionante de su vida pero le tocó vivirlo en su casa y lejos de sus compañeros. Foto: Alexandra Ruiz / SEMANA

Otra cosa que nos dio muy duro fue no poder tener la chaqueta de once. Sé que para muchos puede ser algo superficial pero para nosotros era muy importante. Llevábamos desde noveno planeando todo y diseñandola. Es como el ‘logo’ de los de once, lo que nos identifica como los grandes del colegio. Pero justo el día que nos la iban a entregar decretaron cuarentena.

Esperaban con ansias su chaqueta de once que llevaban diseñando desde noveno. Pero el día que se las iban a entregar decretaron cuarentena. Foto: Alexandra Ruiz/SEMANA

Creo que el colegio no es solo para aprender sino para crear amigos. Ellos son esenciales, si uno no entiende algo de un tema ahí están los compañeros para ayudarlo. Pero ahora todos estamos en la casa y se dificulta un poco aprender porque está el que no tiene celular o internet, el otro que no tiene redes sociales entonces se pierde mucho la comunicación entre todos y la unidad del grupo. Y al menos a mí me han hecho mucha falta mis compañeros, especialmente cuando no entiendo cosas. 

Entre sus compañeros se ayudaban mucho cuando no entendían algún tema de las clases. Pero ahora le toca recurrir a internet para tratar de resolver sus dudas. Foto: Alexandra Ruiz/ SEMANA

Los números no se me dificultan entonces aprender matemáticas virtuales no ha sido grave. Pero inglés, español y filosofía me han dado durísimo. Si no entiendo algo me toca por videos de YouTube o si no preguntarle al profesor hasta el cansancio pero eso hace que las clases sean muy tediosas. Los ensayos me cuestan trabajo y ahora desde lejos muchas veces no entiendo exactamente qué tengo que hacer.

Ahora no sabemos si vamos a volver en agosto, y si lo hacemos probablemente sea muy aburrido y distinto. Las normas de distanciamiento y bioseguridad se mantendrán y no podremos hacer todos los eventos y planes que teníamos pensados. Y tampoco sé qué vaya a pasar el próximo año. Quería trabajar un tiempo para luego entrar a estudiar, pero dudo que consiga fácil un trabajo. Así que por ahora todo está en veremos".