SALUD
Con un millón de contagiados, ¿en qué va la vacuna del coronavirus?
Equipos científicos de todo el mundo trabajan contra reloj en una carrera por salvar el mayor número de vidas. El mundo ya superó el millón de casos por covid-19.
El coronavirus tiene en jaque al mundo. A más de cuatro meses del primer caso confirmado en Wuhan, capital de la provincia de Hubei, el covid-19 se ha expandido desde China hasta casi todos los rincones del mundo, contagiando ya a más de un millón de personas y llevando a un tercio de la población mundial a cuarentena.
Pese a las medidas que autoridades de todo el planeta han tomado para frenar el avance de la enfermedad, aún no hay vacuna ni remedio que valga, aunque su tasa de mortalidad sigue siendo baja, por lo que medidas de prevención como el lavado de manos y el distanciamiento social siguen siendo la mejor forma de combatirlo.
En medio de esta lucha contra un enemigo invisible, equipos científicos de todo el mundo trabajan contra reloj en una carrera por salvar el mayor número de vidas.
Tendencias
Aunque nunca ha habido una vacuna efectiva contra un virus de la familia de los coronavirus, los expertos son optimistas tras la experiencia con la pandemia del Ébola y recurren a una amplia gama de nuevas tecnologías.
Estos son los principales avances de la ciencia en la búsqueda de vacunas o tratamientos contra el virus:
Una espera hasta 2021
La puesta a punto de una vacuna contra el nuevo coronavirus tomará al menos un año. Así lo comunicó la Agencia Europea del Medicamento, que estima el mismo tiempo para que se fabriquen cantidades suficientes que permitan un uso extendido.
La agencia, con sede en Ámsterdam, se basó en los datos actuales y en el tiempo que llevó el desarrollo de otras vacunas, explicó.
Además, añadió que dos vacunas entraron ya en la primera fase de ensayos clínicos, que se estaba realizando con voluntarios sanos.
Pero, en general, "los plazos para el desarrollo de productos medicinales son difíciles de prever", aseguró la agencia.
De hecho, ningún medicamento se ha perfilado como un tratamiento completamente eficaz contra el coronavirus.
Avigan, la alternativa de Fujifilm
El grupo japonés Fujifilm comenzó un ensayo clínico para probar la eficacia de su medicamento antigripal Avigan (favipiravir) para tratar pacientes afectados por el nuevo coronavirus, tras resultados alentadores de otros estudios realizados en China con ese producto.
"El ensayo se realizará en 100 pacientes de aquí a finales de junio" (en Tokio), precisó este miércoles un portavoz de Fujifilm, conocido por sus productos de oficina y fotografía, aunque también está presente en el sector médico.
"Recopilaremos los datos, los analizaremos y solicitaremos su aprobación" después, si este ensayo clínico de fase III resulta exitoso, agregó.
Avigan se administrará durante un máximo de 14 días a pacientes de 20 a 74 años, todos ellos en estado leve de neumonía viral. Las mujeres embarazadas quedarán excluidas del estudio debido al riesgo de efectos secundarios.
Esta iniciativa se produce después de que el primer ministro japonés, Shinzo Abe, declarara que su Gobierno iba a iniciar los procedimientos reglamentarios para obtener la aprobación de Avigan para tratar el nuevo coronavirus.
Las autoridades chinas, que ya realizaron ensayos clínicos con favipiravir, el principio activo de ese medicamento, anunciaron resultados alentadores el mes pasado.
Según Pekín, el favipirarvir permitió reducir el tiempo de curación de pacientes con coronavirus. Sin embargo, Fujifilm no participó en esos estudios clínicos chinos.
Avigan, que forma parte de la familia de medicamentos antivirales, tiene permiso de venta y producción desde 2014 en Japón para ser usado contra la gripe.
No obstante, su uso es restringido como último recurso si otros tratamientos antivirales no son suficientemente eficaces contra virus gripales nuevos o resurgentes.
Avigan no está entonces disponible en farmacias o en los hospitales, tanto en Japón como en el extranjero, precisó Fujifilm.
Las esperanzas más inmediatas contra la enfermedad, por ahora, están en medicamentos ya aprobados para otras enfermedades, como los antivirales contra el sida y los antipalúdicos como la hidroxicloroquina y la cloroquina.
Los estudios clínicos realizados en Francia y China sobre estos antipalúdicos suscitaron muchas esperanzas, pero también muchas dudas de la comunidad científica.
Los avances de Johnson & Johnson
La compañía farmacéutica Johnson & Johnson anunció el lunes que realizará en septiembre test clínicos en humanos de una vacuna que podría estar lista para ser utilizada de urgencia antes de comienzos de 2021.
El grupo indicó en un comunicado que firmó un acuerdo con la Autoridad para la Investigación Avanzada y el Desarrollo en el dominio biomédico, que depende del Gobierno estadounidense, para invertir 1.000 millones de dólares con ese objetivo.
J&J comenzó a trabajar en enero sobre la vacuna experimental Ad26 sars-cov-2, empleando la misma tecnología que había usado para desarrollar una vacuna-candidata contra el virus del Ébola.
Esta tecnología utiliza una versión desactivada del virus para intentar provocar una respuesta inmunitaria en los humanos.
"Probamos varias vacunas candidatas a aprobación en animales para seleccionar la mejor. El ensayo tomó 12 semanas", declaró en su momento el científico jefe de J&J, Paul Stoffels.
La compañía dijo que está ampliando su capacidad mundial de fabricación en Estados Unidos y otros países para distribuir más de 1.000 dosis de la vacuna en todo el mundo, y está trabajando igualmente en tratamientos antivirales contra el nuevo coronavirus.
La compañía farmacéutica estadounidense Moderna está adelantando ensayos clínicos de una vacuna, al igual que el grupo chino CanSinoBIO.
Aún no existe una vacuna o un tratamiento homologado contra el covid-19.
Varios tratamientos están siendo analizados, como el antiviral remdesivir, la cloroquina —empleada contra el paludismo— y su derivado, la hidroxicloroquina, pero no se ha probado que sean eficaces.
Vacuna con base en tabaco
El grupo British American Tobacco (BAT), que fabrica cigarrillos, anunció que una de sus filiales biotecnológicas está intentando desarrollar una vacuna contra el coronavirus usando hojas de tabaco.
La vacuna se encuentra en fase preclínica y por lo tanto no ha sido probada en seres humanos y tampoco ha sido autorizada por las autoridades sanitarias.
Si se demuestra su eficacia, BAT, con la ayuda de socios y gobiernos, afirma que podría producir entre 1 y 3 millones de dosis semanales para junio.
Su filial biotecnológica estadounidense Kentucky BioProcessing (KBP) ha logrado clonar parte de la secuencia del covid-19, lo que le permitió desarrollar una molécula que puede crear anticuerpos para protegerse contra el virus, asegura.
KBP se había dado a conocer en 2014, antes de unirse a BAT, desarrollando un tratamiento contra el Ébola. Otras empresas biotecnológicas, como la canadiense Medicago, también utilizan las hojas de tabaco para desarrollar vacunas.
Para que sea utilizable y reproducible, el anticuerpo se inyecta en las hojas de tabaco, un método que BAT asegura puede ser más efectivo que las técnicas tradicionales.
"Creemos que hemos hecho un avance significativo con nuestra plataforma tecnológica de hoja de tabaco y estamos dispuestos a trabajar con los gobiernos y todas las partes implicadas para ayudar a ganar la guerra contra el covid-19", afirmó David O‘Reilly, director de investigación científica de BAT.
El grupo dijo estar en contacto con las autoridades sanitarias de Estados Unidos y el Reino Unido.
La posición de la OMS
El jefe de emergencias de la Organización Mundial de la Salud dijo que hacer pruebas a gran escala para detectar el nuevo coronavirus es una labor crucial y que no se debe ver con recelo a los países que informan un mayor número de casos. También pidió un cambio hacia estrategias de salud pública que nos permitan "vivir con este virus" hasta tener una vacuna.
Los comentarios del doctor Michael Ryan indican un cambio de mentalidad en la OMS y la resignación de la agencia a que el virus, identificado por primera vez en China a finales del año pasado, ronde el mundo por un tiempo.
"En este momento nadie puede predecir cuánto tiempo durará esta epidemia", dijo Ryan en conferencia de prensa. “Estamos entrando y avanzando hacia un futuro incierto... Muchos países apenas comienzan el ciclo de esta epidemia".
Durante semanas, los funcionarios de la OMS hablaron durante las sesiones informativas diarias en Ginebra de un "momento propicio" para contener la propagación del virus. Pero últimamente ha habido indicios de que ese momento se ha ido.
Ryan pidió el viernes pasar de las medidas diseñadas para quitarle fuerza a la pandemia a las dirigidas a "objetivos mucho más precisos... que nos permitan, como mínimo, vivir con este virus hasta que podamos desarrollar una vacuna para deshacernos de él”.
Como lo dijo la Agencia Europea del Medicamento, no se espera que haya una vacuna contra el virus durante al menos 12 meses.
Con información de la AFP y la AP.