Coronavirus: estas son las sorprendentes secuelas del covid-19 largo en el cuerpo

Con frecuencia se habla de los efectos a largo plazo de la covid-19, pues a medida que la pandemia avanza más personas reportan que siguen sintiendo síntomas tiempo después de haber padecido la enfermedad.

Como lo explican los autores de un nuevo artículo publicado en la revista Nature Medicine, la covid-19 es hoy reconocida como una enfermedad multiorgánica con un espectro amplio de manifestaciones con efectos que pueden durar semanas o incluso volverse crónicos.

Si bien aún no hay una definición clara, pues evoluciona a medida que lo hace la evidencia, parece que la covid-19 larga o la covid-19 posaguda se caracteriza por una persistencia de síntomas o de secuelas después de tres o cuatro semanas de los síntomas del coronavirus.

“Definimos covid-19 posaguda como síntomas persistentes y/o complicaciones tardías o a largo plazo de la infección por SARS-CoV-2 más allá de las 4 semanas desde el inicio de los síntomas”. Estos se divide en dos, según el artículo: síntomas presentes entre 4 y 12 semanas después de la enfermedad y síndrome postcovid o crónico, que incluye síntomas persistentes 12 semanas después de la enfermedad.

Este es el resumen de algunos de los síntomas descritos en Nature según los órganos que se ven afectados:

Pulmonares

Los pacientes sobrevivientes de la covid-19 han mostrado disminución en la capacidad pulmonar en distintos sentidos. La disnea, la disminución de la capacidad de ejercicio y la hipoxia son síntomas y signos que suelen ser persistentes.

Hematológicos

Los trombos o eventos tromboembólicos (coágulos de sangre) se han presentado en menos del 5% de los casos de covid-19 largo estudiados.

Asimismo, hay un efecto característico hiperinflamatorio ocasionado por el virus que no se sabe cuánto tiempo dura.

Cardiovasculares

Algunos de los síntomas más persistentes pueden incluir palpitaciones, disnea (ahogo o dificultad para respirar) y dolor en el pecho.

Por otra parte, las secuelas a largo plazo también se manifiestan en el aumento de la demanda del metabolismo del corazón, arritmia, taquicardia, entre otros.

Neuropsiquiátricas

Las anormalidades frecuentes más identificadas también incluyen fatiga, dolores de cabeza, mialgia y deterioro cognitivo (niebla mental).

Sumado a eso, entre el 30 y el 40 por ciento de los pacientes que han sobrevivido a la covid-19 han reportado ansiedad, depresión, alteración del sueño y estrés postraumático, algo similar a lo visto anteriormente en otros coronavirus.

En cada caso, las complicaciones tienen diferencias en su mecanismo y pueden implicar inflamación, trombosis microvascular e impactos psicosociales, entre otros.

Renales

En la mayoría de los pacientes, la lesión renal aguda se presenta pero mejora después de un covid-19 severo. Además, la nefropatía -enfermedad en el riñón- asociada a la covid-19 (COVAN) es otro de los patrones que parece ser más común entre los daños renales que presentan los individuos contagiados y enfermos con la variante africana del SARS-CoV-2.

Endocrino

Algunas de las secuelas endocrinas pueden incluir nueva diabetes mellitus o su deterioro, inflamación de la glándula de la tiroides o tiroiditis aguda y desmineralización de los huesos.

Gastrointestinales

La diarrea, uno de los síntomas más comunes en los pacientes con covid-19, puede persistir durante bastante tiempo, aun después de una prueba negativa. Asimismo, el virus puede alterar el microbioma del intestino, lo que afecta a las bacterias beneficiosas para la salud estomacal.

Dermatológicas

La caída del pelo es el síntoma predominante en este sentido, pues lo han reportado cerca del 20 por ciento de los sobrevivientes de covid-19.

MIS-C o Síndrome inflamatorio multisistémico en los niños

El síndrome asociado a la covid-19 se presenta en menores de 21 (o de 19 años, según la definición de la Organización Mundial de la Salud), e incluye fiebre, marcadores inflamatorios altos, disfunción multiorgánica, infección por SARS-CoV-2 y la exclusión de otros posibles diagnósticos. Además, pueden presentarse complicaciones de tipo cardiovascular y neurológico. Normalmente, afecta a los niños mayores de 7 años y más que todo a los de origen africano, hispano y afrocaribeño.