Coronavirus
Coronavirus: ¿ya pasó lo peor?
Con la próxima aprobación de un antiviral para covid, más las vacunas y la inmunidad de rebaño, muchos expertos se preguntan si ya lo peor de la pandemia quedó atrás.
En el mundo, desde enero hay disponible un menú de vacunas eficaces que logran evitar la covid severa y la muerte por esta enfermedad. También se había aprobado un coctel de anticuerpos monoclonales como el que salvó al expresidente Trump. Pero un tratamiento antiviral sencillo, barato y fácil de prescribir era una de las piezas que faltaba en el rompecabezas para prevenir que los casos de covid terminarán en hospitalizaciones y muertes. Por eso, el anuncio reciente de Merck fue otra luz de esperanza que llevó a muchos a pensar que lo peor de la pandemia ya habría pasado.
La píldora, conocida como Molnupiravir y desarrollada junto con Ridgeback Biotherapeutics, mostró reducir el riesgo de hospitalización en 50 % en un grupo de pacientes que no estaban vacunados y que fueron considerados de alto riesgo no solo por su edad, sino también por sus enfermedades de base. Estas personas tomaron el tratamiento cuando habían pasado cinco días de síntomas. El riesgo de hospitalización o muerte se redujo a la mitad en el grupo que tomó la droga experimental, mientras que en el grupo que tomó el placebo 14 % tuvieron que ser hospitalizados o murieron. Ante esto, Anthony Fauci, asesor del gobierno de Biden en tema de pandemia, dijo a los medios que el hallazgo era “extremadamente importante”. La compañía farmacéutica pidió autorización de emergencia para el producto en Estados Unidos.
“Siempre creímos que los antivirales, especialmente los orales, serían una contribución importante a la pandemia”, dijo Daria Hazuda, vicepresidenta de enfermedades infecciosas y descubrimiento de vacunas en Merck, en una entrevista. “Mantener a las personas fuera del hospital es increíblemente importante, dada la aparición de variantes y la evolución continua del virus”.
La píldora funciona al interferir con la capacidad del virus para replicarse. Sería el primer antiviral diseñado para tomar en casa y no en hospitales. Es mucho menos costoso que otros medicamentos usados hoy para la covid. Aunque un anticuerpo monoclonal es más efectivo, pues evita la muerte en 83 % de los casos, su alto precio hace que sea menos asequible en países más pobres. Por lo tanto, el impacto de Molnupiravib podría ser mayor porque llegará a más gente. La píldora, diseñada para tomar al comienzo de la infección, prevendría hospitalizaciones que aliviarían las unidades de cuidado intermedio e intensivo en los hospitales.
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El problema será la producción masiva del producto, pues Merck espera tener lista la producción para 10 millones de personas, lo cual es muy poco teniendo en cuenta que la necesidad del medicamento es mundial. Pero ya otras farmacéuticas ya apuestan a producir píldoras similares.
A Fauci le llamó la atención que nadie en el grupo que tomó la droga hubiera muerto y por eso está ansioso por ver el medicamento aprobado. Sin embargo, advirtió que esa no era excusa para evitar la vacuna, que es hasta hoy la mejor protección. La nueva píldora podría disminuir el riesgo individual, pero la mejor manera de protegerse sigue siendo la vacuna que evita la infección.
El ciclo de los dos meses
Además de esa buena noticia, las cifras de covid están disminuyendo en Estados Unidos y en el mundo, donde se ha visto 30 % menos de casos desde agosto. En un articulo titulado Covid, in Retreat, el periodista de The New York Times David Leonhardt explora las razones por las cuales los casos de covid estarían declinando y si la tendencia se mantendrá. Leonhardt plantea que la disminución es consistente con el patrón misterioso del covid que el llama el ciclo de los dos meses. Y es que desde que la pandemia comenzó a finales de 2019 los picos han surgido por dos meses y luego disminuyen por otros dos, sin que los epidemiólogos logren entender la razón.
Hay teorías, claro. Una de ellas dice que puede ser el comportamiento de la gente que tiende a adoptar más medidas de seguridad cuando los casos van en alza. Otros apuntan a la biología del virus y a las redes de conexiones de las personas. Según esta hipótesis es probable que cada variante del virus infecte a algunas personas, pero no a otras, y una vez que muchos de los más vulnerables han estado expuestos, el virus retrocede. O quizás una variante necesite alrededor de dos meses para circular por una comunidad de tamaño medio. La respuesta no se sabe, pero el patrón se ha visto en muchos países donde la variante delta llevó a un aumento en los casos que duraron entre un mes y medio y dos meses y medio.
Hay otro factor que podría mejorar la situación a futuro y es la inmunidad natural que hoy es mucho más amplia que hace 12 meses, debido a que 235,8 millones de personas han tenido el virus. Eso hace pensar que otra ola como las que ya han vivido los países podría no suceder. Scott Gottlieb, excomisionado y autor del libro sobre covid Uncontrolled Spread, le confió a Leonhardt que creía que esta sería la última gran ola de infecciones pues con las vacunas y la inmunidad natural tan extendida, una cuarta ola como las anteriores es casi imposible que suceda. Pero otros, incluido el periodista, no están tan seguros de eso y señalan que el curso de la pandemia es aún altamente incierto, aunque esa incertidumbre da espacio para que todo sea mejor que antes.
En Colombia las cifras también van en descenso. Pero según el epidemiólogo Jaime Ordóñez, se espera que para finales de octubre eso cambie y a diario se contabilicen 10.000 nuevos casos, muchos más de los que surgen a diario hoy. Y aunque el experto prevé que la ola no será tan dura como la de mayo pasado, según sus cálculos en diciembre podría haber hasta 350 fallecimientos diarios por covid, “una cifra que no es poca cosa”, dice, aunque es mucho menos que los 700 que se llegaron a registrar en la tercera ola. En esta cuarta ola, dice, los más vulnerables serán aquellos sin vacunas (los niños) o con esquemas incompletos.
Todo lo anterior hace pensar que aún es muy temprano para cantar victoria. Los expertos advirtieron que, incluso si la píldora recibe luz verde reglamentaria, la vacunación seguirá siendo la herramienta principal para combatir el virus. Pero celebraron la perspectiva de un tratamiento para ayudar a transformar el covid-19 de una crisis de salud pública a una enfermedad que se puede controlar.
Como muchos lo pronosticaron desde el comienzo, el coronavirus no va a desaparecer ni se irá para ningún lado, sino que circulará por años. Con las vacunas y los medicamentos que ahora están en lista de aprobación será posible convertirla en una enfermedad mucho más manejable de lo que era el año pasado, no muy diferente a lo que hoy es la influenza o la gripe común. Para Ordoñez, Europa y Estados Unidos están moviéndose hacia ese futuro menos oscuro. “Ya lo peor pasó para EE. UU. y Europa, pero no aún para Latinoamérica donde nos espera la cuarta ola, la ola de delta”.