Vida Moderna

Crema casera con apio para eliminar arrugas y rejuvenecer la piel

Antes de aplicar se nuevos productos a la piel se aconseja consultar con un especialista para evitar complicaciones.

19 de abril de 2022
El apio aporta al organismo vitaminas A, B1, B2, B6, C, calcio, potasio y magnesio. Foto: Getty images.
El apio aporta al organismo vitaminas A, B1, B2, B6, C, calcio, potasio y magnesio. Foto: Getty images. | Foto: Foto: Getty images.

El apio es una especie vegetal que posee tallos estriados que forman una gruesa penca con hojas acuñadas. Toda la planta tiene un fuerte sabor agrio, aunque el blanqueo de los tallos en el cultivo hace que pierda estas cualidades, adquiriendo un sabor más dulce y el característico aroma que lo convierte en un buen ingrediente de ensaladas y sopas.

Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, a pesar de que el apio no es una fuente importante de energía, su consumo resulta saludable y refrescante por su contenido en agua, sales minerales y vitaminas diversas.

Después del pepino, el apio es la hortaliza de menor valor energético. En él, destacan las vitaminas C y E, aunque la cantidad de estos nutrientes resulta insignificante si se compara con la media de las hortalizas.

El apio contiene flavonoides, compuestos con actividad antioxidante y funciones biológicas diversas (vasodilatadores, anti carcinogénicos, antiinflamatorios, antibacterianos, inmuno-estimulantes, antivirales, etc.).

Así mismo, contiene pequeñas cantidades de furanocumarinas biológicamente activas, fundamentalmente la xantotoxina y el bergapteno, que pueden actuar en la prevención del cáncer, y que también se han utilizado en el tratamiento de algunas enfermedades de la piel como el vitíligo y la psoriasis.

Estos últimos compuestos, en cuestiones estéticas, también ayudan a que la piel se mantenga hidratada y estimulan la producción de colágeno de forma natural, lo que contribuye a lucir una piel tersa y juvenil.

Por lo anterior, el portal especializado en belleza Panorama, explicó como realizar una crema casera de apio que concentre todos los nutrientes de este vegetal. Para ello se necesitan: dos varas de apio, tres cucharaditas de vinagre de manzana, una clara de huevo, dos cucharadas de aceite de coco, dos cucharaditas de bicarbonato, una cucharada de miel, 100 mililitros de agua y un frasco.

Preparación y uso:

1. Licuar las dos varitas de apio junto con los 100 mililitros de agua.

2. Colar, agregar la clara de huevo y revolver.

3. En otro recipiente mezclar el vinagre de manzana con el bicarbonato y el aceite de coco hasta que se forme una pasta.

4. Añadir una cucharada de miel a la crema y mezclar hasta que quede bien integrada.

5. Integrar la mezcla que se realizó con el apio junto con la pasta.

6. Limpiar el rostro para que los nutrientes penetren correctamente.

8. Enjuagar con agua tibia y aplicar el hidratante de preferencia.

9. Se aconseja utilizar dos veces a la semana durante un mes para ver los cambios.

Cabe resaltar que las arrugas son una parte natural del proceso de envejecimiento. A medida que la gente envejece, su piel se vuelve más fina, más seca y menos elástica. Además, se vuelve menos capaz de protegerse de los daños. Por esta razón, se producen más rápido las arrugas y las líneas en la piel. Entre sus factores de aceleramiento están:

  • Las expresiones faciales: sonreír repetidamente, fruncir el ceño o entrecerrar los ojos puede conducir a la aparición de líneas finas y arrugas a una edad más temprana. Cuando una persona es joven, la piel vuelve a nacer, pero a medida que envejece, la piel pierde su flexibilidad.
  • La exposición a la luz ultravioleta (UV): a través de baños de sol, cabinas de bronceado y algunos deportes al aire libre, aumenta la posibilidad de desarrollar arrugas a edad temprana. Esto se produce por la luz ultravioleta, la cual descompone las fibras de colágeno y elastina de la piel.
  • El alcohol: beber mucho alcohol deshidrata la piel y, al estar seca, tiene más probabilidades de arrugarse.
  • Fumar con regularidad: fumar acelera el proceso de envejecimiento de la piel, debido a la reducción del suministro de sangre a la piel.