Crema casera con un solo ingrediente para rejuvenecer el contorno de los ojos y disminuir arrugas

El cuidado de la piel es algo que las personas van incorporando con el paso de los años, pues la pérdida de colágeno, las arrugas, las líneas de expresión y las ojeras son tan solo algunas de las señales que van delatando la edad.

Debido a esto, el cuidado del rostro también ha tomado mayor relevancia, tanto en hombres como mujeres, quienes acuden a diferentes productos del mercado con tal de poder lucir una piel suave, tersa y libre de arrugas.

Además de todos estos factores, el entorno de los ojos también depende de la calidad de sueño y del descanso reparador que tenga la persona, pues esas molestas ojeras o bolsas que aparecen suelen ser producto del cansancio acumulado.

En el caso de quienes se maquillan, hay algunos productos que también afectan la salud de la piel, ya sea por su composición química o por no retirar de forma adecuada esos productos, algo, que al final va a terminar perjudicando el rostro.

Crema natural para el contorno de los ojos

Aparte de los miles de productos que se consiguen y que, por lo general, son caros, la amiga naturaleza ofrece algunos alimentos que, además de satisfacer el estómago, contribuyen a cuidar la piel. Uno de ellos es el coco.

El aceite de coco en perfecto para cuidar la piel; según el portal Mejor con salud, “hidrata a profundidad, tiene aroma agradable y, además, al aplicarlo se absorbe con facilidad”.

La forma de utilizar este aceite es bastante sencilla, pues solo basta aplicar algunas gotas a la crema que usualmente se usa para el cuidado nocturno; sin embargo, hay quienes prefieren aplicarlo directamente sobre la piel y hacer masajes al rededor de los ojos.

Y es que el aceite de coco no solo hidrata y suaviza la piel, también ayuda a disminuir el riego de infecciones gracias a sus propiedades antimicrobianas y antibióticas. Dentro de sus componentes está el ácido láurico, el cual regula el pH.

La vitamina que previene enfermedades de la piel y evita la caída del cabello

Las vitaminas son esenciales para que el cuerpo funcione adecuadamente, y todas tienen funciones específicas, como, por ejemplo, la vitamina E previene enfermedades de la piel por sus propiedades antioxidantes y evita la caída del cabello, ya que mejora el flujo sanguíneo en el cuero cabelludo.

Así las cosas, para obtener los beneficios de la vitamina E, hay que consumir alimentos que la contengas como:

• Aceites vegetales de maíz como los aceites de germen de trigo, girasol, cártamo, maíz y soja.
• Nueces como las almendras, el maní y las avellanas.
• Semillas como las semillas de girasol.
• Hortalizas de hoja verde como las espinacas y el brócoli.
• Cereales fortificados para el desayuno, jugos de frutas, margarinas y productos para untar enriquecidos (enriquecidos o fortificados quiere decir que a los alimentos les han agregado las vitaminas).

Asimismo, la vitamina E está presente en suplementos, y la mayoría de los suplementos minerales multivitamínicos diarios aportan alrededor de 13.5 mg de vitamina E, pero los suplementos de solo vitamina E por lo general contienen 67 mg o más, y las concentraciones que contienen la mayoría de los suplementos de vitamina E sola suelen ser mucho más elevadas que las cantidades recomendadas.

Respecto a la mejor hora para tomar la vitamina E, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde reveló que “no hay un horario específico. No obstante, lo ideal es consumir el suplemento de vitamina E en conjunto con la comida más pesada del día para facilitar su absorción”.

Adicional, es importante consumir las cantidades requeridas que en promedio, según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), son:

• Bebés hasta los 6 meses de edad: 4 mg
• Bebés de 7 a 12 meses de edad: 5 mg
• Niños de 1 a 3 años de edad: 6 mg
• Niños de 4 a 8 años de edad: 7 mg
• Niños de 9 a 13 años de edad: 11 mg
• Adolescentes de 14 a 18 años de edad:15 mg

La vitamina E es un potente antioxidante que protege la salud del cerebro. | Foto: Getty Images

• Adultos: 15 mg
• Mujeres y adolescentes embarazadas: 15 mg
• Mujeres y adolescentes en período de lactancia: 19 mg