Vida Moderna
Crema casera para reducir las arrugas pronunciadas de la frente
La piel va perdiendo su elasticidad debido a que la producción de colágeno se reduce con el tiempo.
Una piel libre de arrugas es el deseo de la mayoría de personas; sin embargo, no es tarea fácil mantenerla radiante y suave, pues a diario existen muchos componentes en el aire y muchos productos que la deterioran paulatinamente.
Principalmente, la piel va perdiendo su elasticidad debido a que la producción de colágeno se reduce con el tiempo. Por esta razón, numerosos tratamientos se basan en dicha proteína para restaurar el tejido que compone el órgano externo más grande del cuerpo humano.
Como tal, el colágeno es una proteína que tiene como función mantener unidas las diferentes estructuras del organismo, como los tejidos conectivos (músculos, tendones, ligamentos, piel, huesos, cartílagos, tejido hematológico y adiposo y órganos). Adicionalmente, es la molécula responsable de darles firmeza, elasticidad y participar en su hidratación.
De esta manera, cuando el cuerpo envejece de forma natural, la producción de colágeno se va reduciendo gradualmente. En consecuencia, a partir de los 40 años, el organismo produce casi la mitad de colágeno que en la adolescencia, derivando en consecuencias como el aspecto de la piel, su pérdida de elasticidad y dolor articular.
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Por esta razón, el consumo de alimentos ricos en colágeno como el pescado y la gelatina de pata pueden llegar a ser útiles para el organismo, pues ayudan a estimular la producción de colágeno. Adicional a ello, existen cremas caseras que ayudan a reducir las líneas de expresión que se pronuncian especialmente en la frente. A continuación, el portal Panorama Web explica una crema casera de colágeno y vitamina E:
Ingredientes:
- 2 cucharadas de aceite de coco
- 1 cucharada de miel cruda
- 1 cucharada de gel de aloe vera
- 1 cucharada de aceite de rosa mosqueta
- 1 cápsula de vitamina E
- 5 gotas de aceite esencial de lavanda (opcional)
Preparación: en primer lugar se debe agregar el aceite de coco en una olla para derretirlo por completo. Enseguida, agregar la miel cruda y revolver bien hasta obtener una mezcla homogénea. Añadir el gel de aloe vera, el aceite de rosa mosqueta y la cápsula de vitamina E, y también se puede agregar unas gotas de aceite esencial de lavanda. Todo se debe mezclar y después de un tiempo retirar del fuego.
Cuando esté listo, se debe llevar la mezcla a un frasco esterilizado y aplicar sobre la piel limpia. Lo ideal es que esta sea su crema de noche para aprovechar la regeneración celular mientras duermes. Asimismo, es importante aplicar protector solar diariamente para seguir protegiendo tu piel.
Beneficios vitamina E para la piel
La vitamina E o tocoferol pertenece al grupo de las vitaminas liposolubles y muchas de sus funciones están relacionadas con su acción antioxidante. Por eso, se le considera ideal para mantener el cuerpo sano y retrasar su envejecimiento.
En concreto, protege el tejido corporal del daño causado por sustancias llamadas radicales libres. Los radicales libres pueden dañar células, tejidos y órganos, lo cual tiene un papel en ciertas afecciones relacionadas con el envejecimiento prematuro, según el portal especializado en salud Medline Plus.
Un artículo de 2018, publicado en The Journals of Gerontology, encontró que entre 1.002 pacientes con enfermedad cardiovascular confirmada clínicamente, el bajo consumo de vitamina E se relacionó con un mayor envejecimiento celular.
Además, los expertos de la Clínica Mayo señalan que esta vitamina también es un nutriente importante para la visión, la reproducción, la salud de la sangre, el colesterol, el cerebro y la piel en general.
Vitamina E y aceite de almendras
Ingredientes:
- Miel.
- Aceite de almendras.
- Una cápsula de vitamina E.
Preparación:
- En un recipiente colocar una cucharada de miel, añadir el líquido dentro de la cápsula de vitamina E y una cuchara de aceite de almendras para después mezclarlo muy bien y colocarlo en el rostro.
- Luego, dejar actuar la mascarilla durante 20 minutos y retirar con agua tibia y después agua fría para cerrar los poros.