Salud
Crujido en las articulaciones: ¿por qué pasa y cuándo es necesario visitar a un médico?
El sonido en las articulaciones se puede presentar a cualquier edad, pero es más común en las personas mayores.
Una articulación es donde se unen dos o más huesos, como la rodilla, la cadera, el codo o el hombro. Las articulaciones pueden dañarse por muchos tipos de lesiones o enfermedades, incluyendo, artritis, bursitis o dislocaciones, según Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Sin embargo, el chasquido o ruido de las articulaciones y el movimiento irregular de las mismas es común, ya que el sonido que hacen se origina por burbujas de aire en el fluido sinovial, que es el líquido que rodea y lubrica sus articulaciones, así como por la salida de ligamentos fuertemente apretados al saltar de un superficie ósea a otra, de acuerdo con Arthritis Foundation, organización sin ánimo de lucro de Estados Unidos.
“Mientras no se manifieste dolor, el ruido de las articulaciones es inofensivo. No obstante, no recomendaría “tronar” las articulaciones a propósito. Cuando el chasquido se acompaña de dolor o inflamación, usualmente indica algún problema mecánico o actividad de enfermedad en o alrededor de la articulación, tal como un cartílago desgarrado o desgastado. Si el ruido de las articulaciones se presenta con otros síntomas, consulte con su médico”, explicó el doctor de la organización, Leonard Calabrese, reumatólogo.
Según la biblioteca de medicina de Estados Unidos, también hay que consultar a un médico si hay fiebre que no está asociada con síntomas de gripe, si ha perdido peso sin haberlo intentado, si el dolor articular dura varios días o si tiene hinchazón y dolor articular intensos e inexplicables, es decir si hay síntomas aparentemente no motivados.
Lo más leído
Además, la portavoz de la Sociedad Española de Reumatología (SER) y reumatóloga del Hospital Universitario de Bellvitge, en Barcelona, Montserrat Romera le dijo al medio especializado en salud Cuídate Plus que “cuando el dolor de las articulaciones es de características mecánicas, se llama de función, porque aumenta con los movimientos y los esfuerzos, y mejora con el reposo”. Sin embargo, si no mejora con el reposo y suele acompañarse de enrojecimiento e inflamación de las articulaciones, pueden ser síntomas de artritis reumatoide.
En consecuencia, para determinar si hay alguna enfermedad se realizarían exámenes como CSC o fórmula leucocitaria, proteína C reactiva, radiografía de la articulación, tasa de sedimentación, exámenes de sangre específicos para diversos trastornos autoinmunitarios, aspiración de la articulación para obtener líquido para cultivo, conteo de glóbulos blancos y examen de los cristales.
Además, según el doctor Josep Pous, traumatólogo y miembro de Doctoralia, evitar el sobrepeso es fundamental para prevenir el dolor de las articulaciones. Por ello es preciso llevar una dieta equilibrada y variada. A pesar de que Pous señala que no existe una dieta que ayude a aliviar el dolor, el experto señala que sí se puede mantener una alimentación rica en vitaminas C y D, además de algunos minerales como el calcio, el fósforo, el magnesio y el silicio. Además, es preciso beber mucha agua.
Aparte de una buena alimentación, el ejercicio es ideal pues también hace que el organismo produzca colágeno, una proteína clave para el fortalecimiento de huesos, músculos, cartílagos e incluso piel. No obstante, la recomendación del doctor es realizar ejercicios que no les exijan demasiado a las articulaciones cuando existe dolor en alguna de ellas. En ese caso, siempre es mejor visitar el médico de confianza y crear una rutina que no infrinja más fuerza de la que la persona puede realizar.
Sobre la misma línea, la biblioteca en su página web explicó que algunos de los tratamientos para reducir los dolores y molestias del crujido de las articulaciones son:
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) que incluyen ibuprofeno, naproxeno o indometacin.
- Inyecciones de medicamentos corticosteroides directamente en la articulación.
- Antibióticos y drenaje quirúrgico frecuente, en caso de infección (generalmente requiere hospitalización).
- Fisioterapia para la rehabilitación de los músculos y las articulaciones.