Romero - plantas
El romero puede ayudar a calmar los dolores generados por las inflamaciones. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Salud

¿Cuál es el antiinflamatorio natural más poderoso?

Las inflamaciones suelen desaparecer con los días, sin embargo, hay diagnósticos más graves que requieren atención médica.

13 de noviembre de 2021

Por lo menos alguna vez en la vida las personas presentan inflamaciones musculares, estas pueden aparecer por diferentes razones, suele ser un padecimiento común pero también un signo de alerta por otras afecciones que se estarían desarrollando dentro del cuerpo.

Según el portal Arthritis Foundation, las inflamaciones serían un reflejo del sistema inmunológico ante virus o bacterias, en general a “invasores extraños” del cuerpo, así entonces, ante una infección o una lesión, “diversas clases de glóbulos blancos se transportan por el torrente sanguíneo hasta el lugar de la infección y solicitan más glóbulos blancos”, este proceso tendría la intención de proteger el cuerpo, ya que estas células serían las encargadas de combatir las infecciones.

Así entonces, según el portal, las inflamaciones se desvanecerían del cuerpo cuando la “amenaza desaparece”, además, explica que esta respuesta del cuerpo se utiliza para que el mismo organismo pueda matar los virus invasores. También establece que los síntomas normales de este padecimiento son el dolor, el calor en la zona inflamada, el enrojecimiento y en algunas partes del cuerpo, también se puede llegar a presentar rigidez o pérdida de la movilidad de forma temporal.

Para el American Academy of Ophthalmology, el calor y el enrojecimiento en las zonas inflamadas se daría por el “incremento del flujo sanguíneo”, además dentro de esta misma área habría una acumulación de líquido, esta sería entonces, la responsable de la inflamación, en la que al mismo tiempo se estaría viviendo una batalla campal entre el virus y los glóbulos blancos, para mantener el organismo sano.

Entre tanto, según la organización mencionada, el dolor se presentaría por la acción del “proceso inflamatorio”, el cual estimularía los terminales nerviosos y como resultado, las personas sentirían la molestia en la zona.

Sin embargo, la academia menciona que existen otro tipo de inflamaciones, unas que tiene un diagnóstico diferente calificadas como crónicas, estas se darían en el cuerpo como resultado de una “enfermedad autoinmune”. “Esto ocurre cuando el sistema inmune del organismo no puede diferenciar de las células sanas y los gérmenes amenazantes, como virus o bacterias. Entonces, el organismo ataca sus propios tejidos sanos”, explica, haciendo referencia a las complicaciones que se pueden tener ante esta situación.

En ese sentido, una inflamación crónica puede llegar a durar meses o años, además, se advierte que desecadena totras complicaciones médicas, ya que no desaparece fácilmente, sino que por el contrario estaría presente en el organismo de forma intermitente. Empero, las inflamaciones agudas, estas que no llegan al nivel de gravedad anterior, pueden durar solamente algunos días, esto según recoge el portal estadounidense Kids Health.

Ante este panorama, es importante conocer algunos remedios caseros que puedan ayudar a reducir los síntomas de las inflamaciones musculares, aunque si esta persiste y se agudiza, se recomienda visitar un especialista. Así entonces, el romero, ingrediente que está presenten en casi todas las cocinas, puede aportar mucho al proceso de recuperación.

Este ingrediente, explica el portal mexicano Runners, tiene propiedades que antiinflamatorias. Estas podrían ayudar a reducir el dolor en las zonas afectadas, calmando las afecciones en los tejidos musculares. El romero debe ser utilizado en hojas, bastaría solamente 30 gramos para que se sintieran los efectos.

Recomeindan mezclar el ingrediente en un vaso de agua hirviendo, luego de esto, se debe dejar reposar por 30 minutos, tapado. El líquido que resulta, debe ser aplicado con un trapo en el zona inflamada al menos dos o tres veces para obtener el efecto deseado, esto según recomienda el portal.