BELLEZA
¿Cuál es el color de tinte que menos maltrata el cabello?
El Instituto del Pelo Vila-Rovira indica que “a partir de cierta edad, 9 de cada 10 mujeres se tiñen el pelo”.
El cabello está expuesto a distintos factores externos que lo pueden deteriorar como la luz solar –rayos ultravioleta–, la contaminación, el humo de cigarrillo, el estrés, algunos cambios en el organismo, entre otros. Lo anterior sin dejar de lado la coloración, el tinte, la decoloración excesiva y las altas temperaturas que debe soportar con el uso del secador, la plancha o el rizador.
Tinturarse el cabello es una práctica muy común entre la sociedad, mientras que algunos optan por esta alternativa para cubrir las canas, otros lo hacen por tener un cambio de apariencia, muchas veces influenciados por la moda del momento.
El Instituto del Pelo Vila-Rovira de España explica que “a partir de cierta edad, 9 de cada 10 mujeres se tiñen el pelo. Entre los hombres el porcentaje es menor pero es cada vez más creciente, no ya solo en hombres con pelo cano sino también en jóvenes por motivos de estilismo”.
Añade que, si bien consideran a grandes rasgos que esta práctica ocasional “no es dañina por sí misma, sí que un uso incorrecto o abusivo de los tintes puede tener consecuencias que deriven en problemas capilares”.
En palabras del Instituto, hay tres tipos de coloración, los cuales dependen de la duración de los resultados: temporal, semi-permanente y permanente, descritas a continuación:
Semi-permanente: No contiene peróxido ni amoníaco o lo incluye en cantidades muy bajas y penetra en la zona superficial del tallo capilar y altera su estructura de forma leve.
Permanente: Contiene un agente oxidante ya sea amoníaco o un sustituto que penetra en el interior de la fibra capilar y retira el pigmento natural del cabello que es la melanina y permite que el color se fije de forma definitiva.
Por su parte, la empresa francesa de cosméticos y belleza L’Oréal, explica que el desarrollador más común que utilizan los tintes permanentes es el agente oxidante peróxido de hidrógeno: “Si se usa el nivel incorrecto de peróxido, se aplica demasiado tiempo o con demasiada frecuencia –exceso de procesamiento–, el cabello puede dañarse rápidamente. Las fibras del cabello, pueden debilitarse permanentemente, escamarse y ser incapaces de volver a su posición plana y proteger el núcleo”.
De acuerdo con la multinacional, los síntomas que puede desarrollar el cabello dañado pueden depender del tono de color y del tipo de cabello. En ese sentido, describe que una coloración más clara puede resecar el cabello “debido al efecto blanqueador del peróxido de hidrógeno y el amoníaco”. Es por ello que los nuevos cabellos rubios tienden a desarrollar encrespamiento, aspereza o puntas abiertas, siendo todas señales de cabello seco y dañado.
Sobre los colores que son menos invasivos para la salud capilar, L’Oreál reseña que “los tonos oscuros son menos dañinos que los más claros, ya que el primero le agrega color a la fibra, mientras que el otro le quita color al cabello para hacerlo más rubio”. La compañía también anota que las personas que han optado por apostarle a tener un tono más oscuro pueden encontrar, dependiendo del tipo de cabello, “que el ‘peso’ del color les deja el cabello flácido y pesado, incluso grasiento”.
Agrega que un síntoma característico del cabello rizado dañado puede ser una pérdida de flexibilidad, mientras que en el caso del cabello fino puede ser la propensión a escamarse y al encrespamiento. “Los cabellos débiles son muy susceptibles al daño de las herramientas de peinado con calor, el uso excesivo de productos, los rayos UV, el clima y la contaminación del aire”, concluye la compañía francesa.