¿Cuál es el mejor antioxidante para rejuvenecer la piel del rostro?

De acuerdo con información de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), la astaxantina es un nutriente que se encuentra en las algas marinas y es responsable de que los flamencos, el salmón o el langostino tengan ese pigmento anaranjado que tanto los caracteriza, debido a que se alimentan de este caroteno.

La astaxantina se encarga de frenar el proceso de oxidación en las células del envejecimiento, así lo aseguró un estudio publicado en el Centro Nacional de Información Biotecnológica.

Por sus propiedades, la astaxantina es considerada diez veces más poderosa que la vitamina E a la hora de tratar las arrugas y los signos del envejecimiento y 54 veces mejor que la vitamina A, así lo aseguró el portal web Bienestar 180.

Cabe mencionar que antes de hacer uso de la crema de astaxantina o de tomar las cápsulas que contienen este ingrediente se recomienda consultar con un dermatólogo o médico que apruebe su uso, con el fin evitar alergias o reacciones adversas al producto.

Beneficios de usarla

• Elimina las manchas de sol y las que se generan por la edad avanzada.
• Le brinda más colágeno a la piel para eliminar las líneas de expresión.
• Disminuye las “arañas vasculares”, es decir, la dilatación en los vasos capilares que se aprecian a simple vista en la piel.
• Mantiene la elasticidad de la piel para evitar la flacidez.
• Regenera el proceso celular de la piel.
• Protege a la piel de los rayos UV para prevenir el fotoenvejecimiento. Cabe mencionar que no reemplaza el uso de protector solar que debe aplicarse en el rostro de manera diaria.

Factores que aceleran el envejecimiento de la piel

• Falta de hidratación.
• Falta de actividad física o sedentarismo.
• Exposición al sol sin protección.
• Estrés.
• Consumir azúcar de manera elevada.
• Sueño insuficiente.
• Pérdida drástica de peso y una dieta insuficiente.

¿Cómo aplicar la crema?

• Desmaquillar el rostro con agua micelar o aceite de coco.
• Lavar la cara con un jabón de aloe vera.
• Secar el rostro y aplicar agua de rosas para refrescarlo y controlar el pH de la piel.
• Secar y aplicar crema de astaxantina en la cara y masajear con las yemas de los dedos en forma de círculos hasta que penetra perfectamente en la piel.
• Se recomienda aplicar en cantidades moderadas debido a que deja un ligero pigmento anaranjado.

Otras recomendaciones para el cuidado de la piel

El portal web UnComo brinda algunos tips adicionales para reducir las arrugas.

• Cuidar la alimentación y beber mucha agua: la alimentación influye en el estado de la piel. Si se desea retrasar la aparición de arrugas, es esencial llevar una dieta equilibrada y sana, rica en frutas y verduras. Los mejores componentes para la salud de la piel son los antioxidantes; las vitaminas A, C, E, K; el omega 3, entre otros. Como mínimo se deben consumir de diez a ocho vasos de agua al día para mantener la piel hidratada.
• Elegir una buena crema antiedad: a partir de los 25 años de edad, es importante empezar a aplicarse una crema antiarrugas que ayude a atenuar esas líneas de expresión que ya son visibles. La cremas actúan rellenando la piel desde el interior para que luzca lisa y firme. Hay muchas cremas en el mercado, pero lo mejor es elegir una que se adapte a las necesidades de cada tipo piel y que contenga ingredientes como vitamina A, vitamina E, colágeno, elastina, ácido hialurónico y AHA.

Mascarillas para evitar la aparición de arrugas

El portal Econsejos brinda algunas opciones de mascarillas nocturnas que ayudarán a reducir las temidas arrugas.

• Miel y huevo: esta mascarilla tiene un alto contenido de antioxidantes. Para su preparación: mezclar una cucharada de miel y la clara de un huevo hasta obtener una pasta espesa. Untar esta mascarilla en las zonas más críticas del rostro y dejar actuar entre 15 y 20 minutos. Retirar con agua tibia. Para obtener mejores resultados se recomienda aplicar esta mascarilla mínimo dos noches a la semana.
• Leche y mantequilla: esta mascarilla es ideal para atenuar las arrugas y líneas de expresión ya existentes. Para su preparación: en un recipiente de vidrio colocar dos cucharadas de leche y una cucharada de mantequilla; mezclar hasta obtener una crema suave y homogénea. Aplicar en el rostro realizando movimientos circulares con la yema de los dedos y dejar actuar durante cinco minutos. Retirar con la ayuda de un algodón, para después enjuagar la cara con jabón neutro y agua.