Salud
¿Cuál es el mejor cereal para bajar de peso?
Un estudio reciente ha revelado que algunos cereales integrales pueden ayudar a controlar el peso y la hipertensión arterial.
Tal como señaló el estudio publicado del Journal of Nutrition, “el grano entero o los cereales integrales contribuyen a la pérdida de peso, reduciendo el riesgo cardiovascular”. En el caso de la hipertensión, la investigación concluyó que ayuda tomar al menos tres raciones diarias de cereales ricos en salvado y fibra.
Cabe mencionar que la presión arterial alta (hipertensión) es una afección frecuente en la que la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias con el transcurso del tiempo es lo suficientemente alta como para causar problemas de salud, como una enfermedad cardíaca, según la determina la Clínica Mayo.
Según un estudio publicado en Journal of Nutrition, esta alimentación conduciría a menores niveles de presión arterial, de azúcar en sangre y a un menor perímetro de barriga, otro marcador de riesgo cardiovascular.
Esto porque la presión arterial está determinada tanto por la cantidad de sangre que el corazón bombea, como por el grado de resistencia al flujo de la sangre en las arterias. Cuanta más sangre el corazón bombee y cuanto más estrechas estén las arterias, mayor será la presión arterial.
Los cereales integrales como la avena, las harinas blancas, el arroz blanco o los cereales de desayuno predisponen la enfermedad cardiovascular a largo plazo, según el estudio.
La investigación tuvo una duración de cuatro años por medio de intervalos y se dividió en cuatro categorías de consumo: cada persona debía consumir al menos media ración al día o más de tres. Se les recomendaba incluir pan integral, media taza de cereal de avena y media taza de arroz integral.
En la revisión que se hizo al final del estudio se pudo comprobar que la circunferencia de la barriga de los participantes que menos consumieron grano enteró aumentó unos 2,5 cm, mientras que los que más tomaban engordaban tan solo la mitad. Es por esto que se concluyó que un bajo consumo de cereales refinados, establecido en menos de dos raciones diarias, se relacionó con un menor incremento de la grasa abdominal, y un declive mayor de los niveles de triglicéridos en cada revisión a cuatro años.
Según Nicola McKeown, investigadora de Epidemiologia Nutricional y autora del estudio, las personas que toman más grano entero en su dieta tienen una mayor capacidad para mantener los niveles de azúcar en sangre y la presión arterial en niveles saludables con el paso del tiempo. Esto se traduce a su vez en un control del riesgo cardiovascular y en evitar cardiopatías.
De acuerdo con la investigadora, la fibra tiene un efecto saciante y el magnesio junto con el potasio ayudan a que se baje la presión arterial, por eso la fibra soluble contrarresta los picos de azúcar en la sangre después de que el cuerpo recibe alimento.
Como se mencionó, la principal fuente de granos enteros en este estudio provino de los panes integrales, así como de los cereales de desayuno específica y completamente integrales. La diferencia con los productos refinados radica en que conservan las capas exteriores del grano, el conocido como salvado, que concentra la fibra, así como el germen, con nutrientes interesantes como la vitamina B, antioxidantes y pequeños aportes de grasas cardiosaludables. El proceso de refinado las elimina, dejando solo almidones que se descomponen en azúcar.
“En el desayuno se puede sustituir el pan blanco con un bol de cereales integrales”, sugiere McKeown, que pueden consistir en avena, trigo o maíz siempre que sea integral.