Salud
¿Cuál es el mejor país para morir según estudios científicos?
Colombia ocupa el puesto 42 de 81 países analizados en este estudio.
Morir es una de las situaciones por la que todo ser humano debe pasar. Para muchos representa una escena llena de mucho temor e incertidumbre, mientras que otros la ven como una razón para descansar de las inclemencias de la vida. Todo depende de la perspectiva de cada persona, y en muchos casos, de la experiencia de vida que haya tenido o la situación física y mental que pueda estar cruzando.
Aunque todas las personas deben pasar del plano físico a uno del más allá, algunas de ellas lo hacen con un nivel de sufrimiento mayor al del resto de la población en el planeta. Enfermedades como el cáncer que afectan gran parte del cuerpo y que, incluso, hacen que el paciente termine sus días postrado en una cama, son males que han hecho repensar a los sistemas de salud las formas en que pueden hacer la llegada de la muerte menos trágica para estas personas.
Sin embargo, tal y como ocurre con otros temas de gran importancia, no todos los países del mundo ofrecen una buena calidad de vida antes de la muerte.
Precisamente, esto es lo que quiso demostrar un equipo de investigadores del Lien Center for Palliative Care que desarrolló un estudio en el que lograron hallar cuáles son los países más benevolentes con los ciudadanos que tienen una enfermedad terminal y que prometen a estas personas tener una vida digna antes de que esta finalice.
Tendencias
En @ONUMX, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, informa que en países de ingresos bajos, como México, cada vez hay más personas con trastornos mentales que requieren cuidados paliativos, pero NO tienen acceso a sustancias que alivien el dolor o su condición pic.twitter.com/OqyycyIfh1
— Eugenio Zetina Calan (@eugenio_zetina) March 11, 2019
Así, el top 10 está liderado por Reino Unido, Irlanda, Taiwán, Australia, Corea del Sur, Costa Rica, Macedonia del Norte, Panamá, Hong Kong y Lituania. En el caso de los primeros seis, son los únicos que obtuvieron una puntación de 90 o más sobre 100.
Por su parte, los diez países con la peor atención médica y humana para las personas que necesitan de cuidados paliativos son: Lesoto, Sudáfrica, Benín, Portugal, Bolivia, Haití, Senegal, Brasil, Líbano y Paraguay. Estos no pudieron superar los 55 puntos.
Cabe recordar que este ranking analizó la atención en 81 países, con Colombia en el puesto 42 con un puntaje de 71.
¿Cómo se llegó a estos resultados?
De acuerdo con la investigación, para catalogar a un país como bueno o no en términos de dar una vida digna a sus enfermos terminales, se tuvo en cuenta, entre otras opciones, el control del dolor y malestar, la extensión de vida lograda con tratamientos médicos, atención espiritual, cobertura de salud universal, altos ingresos en medio de la enfermedad y una amplia gama de opioides para contrarrestar el dolor.
Para llegar a estas opciones, los investigadores entrevistaron a 120 cuidadores familiares de cinco países que contaron cómo había sido la experiencia de cuidar a una persona querida que había muerto recientemente. Con base en sus declaraciones se pudo entender cuáles son las necesidades y/o requerimientos más importantes al momento de tener una vida digna antes de la muerte.
Asimismo, se eligieron a expertos de 161 países que ayudaron a los investigadores a llegar a los resultados finales. Para participar, estos expertos debían ser: “1) Un representante de la asociación nacional de cuidados paliativos de hospicio en el país o una asociación profesional nacional similar con un rol de liderazgo establecido. 2) Un proveedor de atención médica (médico, enfermera) involucrado en la provisión de cuidados paliativos. 3) Un funcionario público o académico con conocimiento de cuidados paliativos en el país”, detalló el estudio publicado en el Journal of Pain and Symptom Management.
De esta manera, con información de primera mano, como la de los cuidadores, así como especializada entregada por los expertos de cada país, es que se pudo obtener un ranking en el que los países del “primer mundo” se llevan la delantera sobre aquellos del “tercer mundo”.