VIDA MODERNA
¿Cuál es el secreto de la felicidad? Estudio de Harvard revela tres factores clave
Científicos desmitificaron las dudas sobre la verdadera razón para conseguir este estado.
Muchas personas asocian la felicidad con lograr una vida exitosa en el plano personal y profesional, con tener una familia consolidada, llenarse de lujos y de mucho dinero. Sin embargo, científicos de la Universidad de Harvard se tomaron la tarea de estudiar cuál es el secreto para ser verdaderamente feliz.
Este proyecto de investigación inició en esta universidad estadounidense en el año 1938, el cual ha seguido y examinado de cerca la vida de más de 700 hombres, y en algunos casos de sus parejas.
El estudio reveló varios factores sorprendentes, y otros no tanto, que determinan qué tan probable es que las personas lleguen a una edad avanzada de manera feliz y saludable, o si pueden llegar a caer en la soledad, enfermedad o debilitamiento mental, reseñó el diario The New York Times, en su versión digital.
El estudio de Harvard ha aportado varios descubrimientos interesantes, de acuerdo con la explicación ofrecida por Robert Waldinger, director del estudio, psiquiatra y profesor de psiquiatría en la Harvard Medical School.
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Anteriormente, la investigación había mostrado que para envejecer bien, en el sentido físico, el factor principal para lograrlo era no fumar. Además, se determinó que el alcohol es la principal causa de divorcio entre los hombres del estudio, y que el abuso del alcohol, generalmente, antecede a la depresión (y no al revés).
¿Pero cuál es es el secreto de la felicidad? Según los investigadores de Harvard, lo único que se necesita para ser feliz es tener relaciones positivas. “El descubrimiento sorprendente es que nuestras relaciones y qué tan felices como en nuestras relaciones tiene una poderosa influencia sobre nuestra salud”, apunta Waldinger, en una publicación realizada por el medio mexicano de entretenimiento GQ.
Así que tener relaciones cercanas, saludables y positivas, y no el dinero o la fama, es lo que ayuda a las personas a mantenerse felices a lo largo de sus vidas, ya que esas relaciones ayudan a protegerlos de los malos momentos de la vida y, de acuerdo con la ciencia, también se ha demostrado que ayudan a reducir el deterioro cognitivo y físico. Y hay tres factores clave en todo esto.
El primer factor de la investigación señala que la soledad afecta a las personas de muchas formas, reduce su nivel de felicidad e, incluso, lleva a que las funciones del cerebro se deterioren de manera más rápida.
La calidad de las relaciones es el segundo factor. “Se dice que es más importante tener pocos buenos amigos, que tener muchos que no sean tan cercanos, además de que se deben evitar los conflictos, que aumentan el estrés y afectan la salud física y mental de forma negativa, por lo que impide la felicidad”, apunta el estudio.
Y, finalmente, el tercer factor es la protección al cerebro, que es algo que las relaciones positivas permiten. Los expertos encontraron, por medio del estudio, que cuando se tienen relaciones en las que se sabe que se puede confiar y depender de las otras personas, esto ayuda a mantener la memoria en buenas condiciones por más tiempo.
En mayo pasado, neurocientíficos del University College de Londres decantaron una ecuación según la cual la esencia para una vida satisfactoria está en bajar las expectativas, pero no demasiado como para sentirse miserable.
Esto lo probaron por medio de una aplicación de juegos llamada The Happiness Project (Proyecto Felicidad) y tomografías por resonancia magnética en los cerebros de 18.420 voluntarios.
Los expertos llegaron a esta conclusión, analizando las decisiones riesgosas que debían tomar los participantes, lo cual mostró que la felicidad no depende de lo bien que se siente una persona, sino de si está mejor de lo que esperaba. Pero minimizar constantemente las expectativas puede ser perjudicial, pues tiende a provocar desasosiego ante algo que se espera con ansias.
El estudio recomienda no ver la felicidad como un fin en sí mismo, sino como una herramienta que indica si las cosas van sorpresivamente bien, cuándo seguir adelante en circunstancias claves o en qué momento emprender algo nuevo si el estado de ánimo decae.