VIDA MODERNA
¿Cuál es la mejor fruta para el corazón?
Una alimentación sana y equilibrada es indispensable para cuidar la salud de todos los órganos del cuerpo.
Las enfermedades cardíacas son la primera causa de muerte en los Estados Unidos. Según explica el portal de salud y medicina MedlinePlus, existen muchos tipos de enfermedades cardíacas, pero la causa más común es el estrechamiento o bloqueo de las arterias; estas son los vasos sanguíneos que suministran sangre al corazón.
A esto se le llama enfermedad de las arterias coronarias y se desarrolla lentamente con el transcurso del tiempo. Esta es la causa más frecuente por la cual las personas sufren de un infarto. Otros tipos de problemas cardíacos pueden ocurrir en las válvulas del corazón o también este órgano puede no latir bien a causa de una insuficiencia cardíaca.
Cabe mencionar que ciertas personas nacen con una enfermedad de este tipo. Las enfermedades más conocidas, que si no se manejan de forma adecuada pueden detonar en una afección al corazón, son los triglicéridos altos y el colesterol.
El portal AARP en su sección de salud menciona que la manzana, el tomate y los arándanos sí se involucran en la dieta diaria pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas en un 40 %. El medio menciona que una alimentación sana y equilibrada debe ser la primera línea de defensa para prevenir determinadas enfermedades que a largo plazo pueden afectar la salud de este órgano.
“Una dieta saludable para el corazón es siempre el primer paso”, asegura el Dr. Michael Blaha, director de investigación clínica del Johns Hopkins Ciccarone Center for the Prevention of Heart Disease (Centro Johns Hopkins Ciccarone para la prevención de las enfermedades cardíacas). “Tan solo con la dieta podemos ver mejoras impresionantes en el colesterol en algunos pacientes”.
Alimentos que ayudan a prevenir enfermedades del corazón
- Tomate: un nuevo estudio realizado por científicos de Tufts University en Boston demostró que consumir alimentos ricos en licopeno como los tomates más de cinco veces a la semana en un periodo de 11 años redujo el riesgo de enfermedad coronaria en un 26 %. El licopeno es un compuesto antioxidante que se encarga de dar el color a determinadas frutas y verduras; sin embargo, algunos expertos recomiendan consumirlos cocidos. “El proceso de calentar el tomate permite que el licopeno se absorba mejor”, aseguró el Dr. Gerard E. Mullin, de Johns Hopkins Hospital en Baltimore.
- Manzana: según un estudio de Ohio State University una manzana al día puede reducir el colesterol LDL (malo) hasta en un 40 %. Además, el Iowa Women’s Health Study, le hizo seguimiento a más de 34 mil mujeres posmenopáusicas durante 18 años y encontró una conexión entre el consumo de manzanas y un menor riesgo de muerte por enfermedad cardiaca. Se recomienda consumir esta fruta en su estado natural y no en jugo. La cáscara contiene la mayor cantidad de antioxidantes.
- Arándanos: un estudio de University of Scranton en Pensilvania demostró que beber tres tazas de jugo de arándanos al día puede elevar los niveles de colesterol HDL (bueno) en un 10 % y reducir la enfermedad cardiaca en un 40. Además, el jugo disminuye la ateroesclerosis causada por la dieta (obstrucción de las arterias) al impedir que se forme placa.
Alimentos que se deben evitar
La Fundación Española del Corazón brinda una lista de alimentos que las personas que sufren de alguna enfermedad coronaria deberían evitar.
- Se deben evitar los alimentos y productos que contienen abundante grasa saturada, grasa trans y colesterol, como: lácteos enteros (se recomienda sustituirlos por lácteos desnatados), mantequilla (se recomienda sustituirla por aceite de oliva extravirgen), carnes grasas (se recomienda sustituirla por carnes magras, con poca grasa, como el conejo o el pollo sin piel), se recomienda evitar los embutidos, la yema de huevo, los fritos comerciales y los productos de panadería.
- La grasa trans se encuentra en algunos fritos y pastelería (aceites vegetales hidrogenados) utilizados en galletas, productos de pastelería, productos lácteos, carne grasa de ternera y oveja.
- Se recomienda reducir el uso de sal en las comidas; la forma más fácil para evitar su consumo es no añadírsela a los alimentos, ni a los guisos, ni a las ensaladas. La sal se puede reemplazar por hierbas, especias, limón, vinagre, pimienta, ajo, entre otros.