Vida Moderna
¿Cuál es la terapia japonesa con agua para quemar grasa?
Antes de cambiar algunos hábitos de vida es necesario consultar con un especialista para no agravar afecciones preexistentes.

Diversas investigaciones han demostrado que a medida que aumenta el peso hasta alcanzar los niveles de sobrepeso y obesidad, también aumentan los riesgos de padecer afecciones crónicas, como la diabetes o la hipertensión.
El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas.
Se considera sobrepeso cuando el índice de masa corporal (IMC) es de 25 o más y el de la obesidad cuando el IMC es de 30 o más. Este se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2).
Según el Ministerio de Salud, el IMC proporciona la medida más útil del sobrepeso y la obesidad en la población, puesto que es la misma para ambos sexos y para los adultos de todas las edades.
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El sobrepeso y la obesidad, así como las enfermedades mencionadas, pueden prevenirse en su mayoría optando por limitar la ingesta de grasa total y de azúcares; aumentando el consumo de frutas y verduras; y realizando actividad física periódica.
Además, se han creado algunas técnicas que ayudan a la quema de grasa y por lo tanto, a reducir tallas. Una de ellas, según el portal especializado Cuerpo Mente, es la llamada terapia japonesa del agua, la cual, consiste en multiplicar la cantidad ingerida de este líquido siguiendo un protocolo determinado.

Para realizarla es necesario, a primera hora del día, tomar cuatro vasos de agua tibia en ayunas. Cada vaso debe contener alrededor de 200 mililitros de agua y no debe tener gas. Para hacerlo más agradable, es posible añadirle un poco de zumo de limón.
No es necesario beber todos los vasos de un tirón pues si se toman paulatinamente tendrán el mismo efecto. Al terminar, hay que esperar 45 minutos antes de ingerir el desayuno.
Después de cada comida, es necesario esperar dos horas antes de tomar algún líquido y en la noche, antes de ir a dormir, se deben hacer algunas gárgaras con agua salada durante dos minutos.
Esta terapia, como se explicó anteriormente, debe ir acompañada de actividad física. Basta con caminar diariamente durante una hora para mantener el cuerpo activo.

Los efectos de seguirla, según Cuerpo Mente, están relacionados directamente con el metabolismo pues se mantiene activo y, al mismo tiempo, se eliminan toxinas, se rehidrata el cuerpo y disminuye la sensación de hambre.
“Los estudios científicos han demostrado que si se toma agua antes de comer reduce el apetito, se consumen menos alimentos sólidos y calorías, y la pérdida de peso se ve favorecida”, explica el portal.
Incluso, según un estudio de Universidad Virginia Tech, ingerir agua antes del desayuno ayuda reducir hasta en un 13 %, las calorías consumidas en la primera comida.
Por supuesto, también hay que llevar una alimentación saludable. La web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, reveló algunos hábitos alimenticios que ayudan a bajar de peso:
- Reducir la tentación. Si no hay control con gomitas, galletas, dulces y frituras, entre otros, hay que mantenerlas alejadas y fuera del alcance.
- Comer refrigerios pequeños con frecuencia. En lugar de dos o tres comidas grandes, se pueden ingerir comidas más pequeñas y refrigerios saludables para pasar todo el día.
- Comer alimentos saludables primero. Empezar con la ensalada y con eso se tendrá menos hambre cuando toque el plato principal.
- Apagar la pantalla. Comer con los ojos puestos en la televisión, la computadora o cualquier otra pantalla distractora aleja la mente de lo que se está comiendo. No solo se pierde la degustación de los alimentos, sino que se es más propenso a comer en exceso.