SALUD

¿Cuáles son las enfermedades crónicas más frecuentes?

La OMS advierte que este tipo de enfermedades matan a 41 millones de personas cada año, lo que equivale al 71 % de las muertes que se producen en el mundo.

26 de enero de 2022
Médicos de la Fundación Cardiovascular de Colombia, FCV, realizaron una intervención en el corazón de un paciente de 69 años en pocos minutos
Las enfermedades crónicas además de comprender las afecciones de índole físico, también incluyen problemas como el abuso de drogas y problemas de adicción y enfermedades mentales. | Foto: Getty Images

Las enfermedades crónicas –también conocidas como enfermedades no transmisibles (ENT)– son aquellas “afecciones que perduran por un año o más y requieren atención médica continua o limitan las actividades cotidianas o ambas cosas”, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

La entidad añade que las enfermedades crónicas además de comprender las afecciones de índole físico, también incluyen problemas como el abuso de drogas y problemas de adicción, enfermedades mentales, demencia y otros trastornos de deficiencias cognitivas y discapacidades del desarrollo.

Entre tanto, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de ese país reseña que “más de uno de cada cuatro estadounidenses tiene múltiples (dos o más) afecciones crónicas concurrentes (MCC)”, las cuales incluyen, por ejemplo, artritis, asma, afecciones respiratorias crónicas, diabetes, enfermedades cardíacas, infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) e hipertensión.

Indica que la prevalencia de múltiples afecciones crónicas entre las personas aumenta con la edad y “es sustancial entre los adultos mayores, aunque muchos estadounidenses con MCC tienen menos de 65 años”. Añade que conforme aumenta la cantidad de afecciones crónicas en un individuo, a la par aumentan los riesgos de los siguientes resultados: mortalidad, estado funcional deficiente, hospitalizaciones innecesarias, eventos adversos por medicamentos, duplicación de pruebas y asesoramiento médico contradictorio. Esta imagen es aún más compleja ya que algunas combinaciones de condiciones o grupos tienen interacciones sinérgicas”, dice.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las ENT matan a 41 millones de personas cada año, lo que equivale al 71 % de las muertes que se producen en el mundo. “Cada año mueren por ENT 15 millones de personas de entre 30 y 69 años de edad; más del 85 % de estas muertes “prematuras” ocurren en países de ingresos bajos y medianos”, agrega.

En ese sentido, hay cuatro grupos de enfermedades que son los responsables de más del 80 % de todas las muertes prematuras por las enfermedades crónicas. El listado lo encabezan las enfermedades cardiovasculares, las cuales “constituyen la mayoría de las muertes por ENT”, con 17,9 millones de defunciones cada año, seguidas del cáncer (9 millones), las enfermedades respiratorias (3,9 millones) y la diabetes (1,6 millones).

La máxima autoridad sanitaria destaca que “la detección, el cribado y el tratamiento, igual que los cuidados paliativos, son componentes fundamentales de la respuesta a las ENT”.

En lo que refiere a los factores que aumentan el riesgo de desarrollar estas enfermedades, la OMS los divide en dos grupos: los factores de riesgo comportamentales modificables y los factores de riesgo metabólicos. Los primeros obedecen a aquellos que, como la palabra lo indica, pueden ser modificados, tales como el consumo de tabaco, el uso nocivo del alcohol, la inactividad física y los malos hábitos alimenticios. Todos aumentan el riesgo de morir a causa de una enfermedad crónica.

Estas son las cifras que comparte la OMS al respecto:

  • El tabaco se cobra más de 7,2 millones de vidas al año (si se incluyen los efectos de la exposición al humo ajeno), y se prevé que esa cifra aumente considerablemente en los próximos años.
  • Unos 4,1 millones de muertes anuales se atribuyen a una ingesta excesiva de sal/sodio.

Entre tanto, los factores de riesgo metabólicos “contribuyen a cuatro cambios metabólicos fundamentales que aumentan el riesgo de ENT”. Entre ese cuarteto se incluyen: el aumento de la tensión arterial; el sobrepeso y la obesidad; la hiperglucemia (concentraciones elevadas de glucosa en la sangre); y la hiperlipidemia (concentraciones elevadas de grasas en la sangre).

“En términos de muertes atribuibles, el principal factor de riesgo metabólico es el aumento de la presión arterial (al que se atribuyen el 19 % de las muertes a nivel mundial), seguido por el sobrepeso y la obesidad y el aumento de la glucosa sanguínea”, concluye la autoridad sanitaria.