VIDA MODERNA

¿Cuáles son las enfermedades más comunes del hígado y cómo prevenirlas?

El hígado es el órgano interno más grande del cuerpo.

14 de marzo de 2022
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El hígado graso es una condición que se produce cuando los ácidos grasos y triglicéridos se retienen de manera excesiva en las células hepáticas. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Todos los órganos del cuerpo cumplen un papel fundamental en el organismo; los expertos recomiendan mantener una dieta sana y equilibrada que contenga proteínas, carbohidratos en su estado natural, muchas frutas y verduras; además de realizar actividad física con frecuencia.

El hígado es el órgano, dentro del cuerpo, de mayor tamaño; este ayuda a digerir los alimentos, almacena energía y elimina toxinas, así lo explicó el portal de salud y medicina Medline Plus. El medio menciona cuáles son las enfermedades más comunes de este órgano.

  • Enfermedades causadas por virus, como la hepatitis A, la hepatitis B y la hepatitis C.
  • Enfermedades causadas por drogas, venenos o toxinas o por ingerir demasiado alcohol. Los ejemplos incluyen enfermedad por hígado graso y cirrosis.
  • Cáncer de hígado.
  • Enfermedades hereditarias, como hemocromatosis y la enfermedad de Wilson.

Los síntomas de la enfermedad hepática pueden variar en cada persona; sin embargo, los más frecuentes son hinchazón en el abdomen y las piernas, aparición de moretones sin causa alguna, cambios en el color de las heces y la orina, piel y ojos amarillentos o ictericia.

El portal de salud, belleza y cuidado personal unCOMO brinda algunas recomendaciones para cuidar la salud del hígado.

Médicos que examinan el hígado humano en busca de hepatitis
El hígado graso es una condición que se produce cuando los ácidos grasos y triglicéridos se retienen de forma excesiva en las células hepáticas. | Foto: Getty Images/iStockphoto
  • Llevar una dieta sana: es importante mencionar que el hígado es el encargado de eliminar las toxinas del organismo que son ingeridas por medio de la alimentación. Es por esto que llevar una dieta sana y equilibrada es indispensable, ya que al consumir productos con grasas trans, azúcares elevados y calorías pueden ocasionar el deterioro de este órgano provocando cirrosis o hígado graso.
  • Incluir frutas y verduras en la dieta: se recomienda consumir estos productos, siempre en su estado natural. El medio recomienda incrementar el consumo de alimentos ricos en antioxidantes, como la fresa, la manzana, los frutos secos, el tomate, la alcachofa o el té verde natural, que ayudan a depurar el cuerpo y prevenir la formación de radicales libres.
  • Consumir abundante agua: este líquido incoloro permite limpiar y depurar el cuerpo por completo, eliminando las toxinas a través de la orina. El medio recomienda reemplazar el consumo de bebidas azucaradas por agua.
Dieta mediterránea
Llevar una dieta sana y equilibrada puede ayudar a prevenir enfermedades, incluso varios tipos de cáncer. | Foto: Getty Images
  • Mantener un peso saludable: si se padece de sobrepeso u obesidad, se debe reducir el número de calorías que se consumen al día, además se debe realizar ejercicio. Si se tiene un peso saludable, la idea es mantenerlo eligiendo una dieta saludable y haciendo actividad física de manera regular.
  • Hacer ejercicio: se recomienda hacer actividad física la mayoría de los días de la semana.
  • Evitar el consumo excesivo de alcohol: este es uno de los hábitos más nocivos para la salud del hígado; además, conduce a diversas enfermedades.

Factores de riesgo

Algunas enfermedades y afecciones pueden aumentar el riesgo de padecer enfermedades en el hígado, como las siguientes:

  • Colesterol alto.
  • Niveles altos de triglicéridos en la sangre.
  • Síndrome metabólico.
  • Obesidad, particularmente cuando la grasa se concentra en el abdomen.
  • Síndrome del ovario poliquístico.
  • Apnea del sueño.
  • Diabetes tipo 2.
  • Baja actividad de la tiroides (hipotiroidismo).
  • Baja actividad de la glándula pituitaria (hipopituitarismo).

El hígado graso es más probable en estos grupos:

  • Personas mayores.
  • Personas con diabetes.
  • Personas con grasa corporal concentrada en el abdomen.