¿Cuáles son las frutas que inflaman el estómago?

La inflamación del estómago puede ocurrir por diferentes factores. En la mayoría de los casos se da por comer en exceso. Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señala varios:

• Deglución de aire (un hábito nervioso).
• Acumulación de líquidos en el abdomen (esto puede ser un signo de un problema grave de salud).
• Gases en el intestino por comer alimentos ricos en fibra (como frutas y verduras).
• Síndrome del intestino irritable.
• Intolerancia a la lactosa.
• Quistes ováricos.
• Oclusión intestinal parcial.
• Embarazo.
• Síndrome premenstrual (SPM).
• Miomas uterinos.
• Aumento de peso

“El estómago inflamado normalmente no representa problemas graves de salud, pero es importante determinar la causa para así poder hacer un cambio en los hábitos alimenticios o iniciar el tratamiento con medicamentos, por ejemplo, para así aliviar la inflamación, puesto que esta puede ser bastante incómoda”, explica el portal especializado en salud Tua Saúde.

Algunos alimentos pueden causar inflamación en el estómago. Enela Berlanga, farmacéutica y especialista en nutrición de KilosOut, le contó a la revista Vogue sobre algunas frutas que pueden causar inflamación. “Las manzanas, plátanos, uvas e higos son frutas con más cantidad de azúcar (fructosa) y puede que no todo ese azúcar sea totalmente absorbido, pudiendo producir inflamación”. La experta recomienda consumirla cuando el alimento esté en su punto de maduración.

Tua Saúde señala un ejemplo de dieta para las personas que sufren de inflamación en el estómago. Incluye alimentos de fácil digestión:

• Carnes: pollo, pavo, huevos, pescado o tofu.
• Cereales: arroz, harina de arroz, harina de maíz, sorgo, avena, quinoa, tapioca y fideos de arroz.
• Verduras de fácil digestión, zanahoria, calabaza, pepino, berenjena, lechuga, arvejas, pimiento, calabaza, papa, espinaca, aceitunas y tomate.
• Frutas sin cáscara: banana, arándanos, coco, toronja, uva, limón, melón, naranja, papaya, maracuyá, fresas, frambuesa, piña y mandarina.
• Lácteos sin lactosa: yogur natural, queso y leche sin lactosa.
• Bebidas vegetales: de coco, almendra, avena o arroz.
• Oleaginosas: almendra, nuez pecán, nuez de Brasil, avellana, nuez, cacahuate y piñón.
• Bebidas: tés sin cafeína, como manzanilla, toronjil, hibisco y agua.

Alimentos que no se deben consumir

Tua Saúde señala una lista de comidas que deben evitarse para evitar la inflamación del intestino:

• Carnes procesadas: salchicha, longaniza, tocino, jamón serrano, mortadela y salamín.
• Cereales con gluten: panes, biscochos y masas con harina de trigo, centeno o cebada.
• Lácteos: leche de vaca, de cabra u oveja, quesos y yogur con lactosa, natillas y helados.
• Legumbres: frijoles, lentejas, garbanzos, granos de soja y guisantes.
• Verduras: coles de Bruselas, repollo, col, quimbombó, achicoria, puerros, ejote o chaucha, remolachas, espárragos, brócolis, chalote, alcachofas, coliflor, ajo, cebollas y champiñones.
• Frutas con cáscara: manzana, damasco, nectarina, manga, pera, ciruela, cereza, aguacate, mora, sandia, caqui, lichi, frutas desecadas o en almíbar.
• Productos industrializados: comida instantánea congelada, galletas, masas listas para pasteles, condimentos en cubos, sopas instantáneas, helados, dulces y snacks.
• Bebidas: bebidas alcohólicas, gaseosas o jugos industriales.

Colon irritable

El síndrome de intestino irritable es conocido popularmente como colon irritable. Los médicos aún no conocen su causa exacta. En cada persona, los síntomas pueden variar y durar por un período de tiempo largo.

Los cambios en los hábitos alimenticios y en el estilo de vida pueden contribuir a aliviar los síntomas. Modificaciones en la dieta, manejo del estrés y medicamentos son alternativas.

Medline Plus, sitio web de a Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, menciona los síntomas más comunes de esta afección:

• Dolor, cólicos o hinchazón en el abdomen relacionados con la evacuación intestinal.
• Cambios en el aspecto de las heces.
• Cambios en la frecuencia con la que se evacúan los intestinos.
• Aumento de gases.
• Hinchazón.
• Mucosidad en las heces.