SALUD
¿Cuáles son los 10 malos hábitos alimenticios que enferman?
La dieta diaria equilibrada y balanceada es la base de una buena alimentación; sin embargo, no es lo único que se debe tener en cuenta para cuidar la salud.
Siempre que se habla de alimentación saludable se menciona la necesidad de cambiar los hábitos de vida en cuanto a la dieta diaria y a la práctica de ejercicio, pues son dos aspectos clave para mantener el organismo en buenas condiciones.
Sin embargo, hay otros temas que son muy importantes a la hora de preservar la salud, pues se debe tener en cuenta el qué, cómo, cuándo y por qué se come, asegura la compañía de salud Sanitas. La dieta diaria equilibrada y balanceada es la base de una buena alimentación; sin embargo, no es lo único que se debe tener en cuenta para cuidar la salud.
Los afanes del día, el trabajo, el estrés y otros factores inciden en que el cuerpo no reciba las proteínas, nutrientes y todo lo que requiere para no enfermar. Estos son diez malos hábitos alimenticios que pueden generar complicaciones de salud.
1. Saltarse el desayuno
Un error que cometen algunas personas es no desayunar. Esta es la comida más importante de la jornada, pues es la que se encarga de darle al organismo las energías necesarias para soportar el día. Si no se ingiere desayuno, esto provocará que durante el almuerzo se coma más, señala un artículo del portal Okdiario.
2. Comer rápido
Aunque no parezca, comer rápido puede tener consecuencias en el organismo. No masticar bien los alimentos favorece el aumento de peso. Esto ocurre debido a que el cuerpo no tiene suficiente tiempo para que las señales de saciedad lleguen al cerebro, haciendo que se ingiera más cantidad de alimentos y, a su vez, más calorías de las que el organismo necesita, indica el portal de salud Tua Saúde.
3. Alimentos ultraprocesados
El alto consumo de estos alimentos es un factor de riesgo de trastornos como la obesidad. Esto también podría estar asociado con la prevalencia del síndrome metabólico, los aumentos en el colesterol total y LDL y el riesgo de hipertensión, señala un estudio publicado en Current Obesity Reports, citado por el portal Mejor con Salud.
4. Acostarse justo después de comer
Además de engordar, esta práctica también puede generar malestar al día siguiente, ya que el organismo tendrá más problemas para digerir los alimentos.
5. Comer por comer
Muchas veces las personas comen porque deben hacerlo, sin tener en cuenta qué nutrientes necesitan o qué es lo más conveniente según la hora. “Se olvida con demasiada facilidad que la alimentación es fundamental para que el organismo funcione correctamente y de este modo prevenir numerosas enfermedades, como las cardiovasculares”, precisa Sanitas.
6. Comer y hacer otras cosas
Es un grave error comer mientras se realiza otra actividad, como leer el periódico, trabajar o estudiar. Esto hace que no se les preste atención a las señales de saciedad que emite el cuerpo, asegura Okdiario.
7. No tomar suficiente agua
El cuerpo necesita al menos dos litros de agua para funcionar correctamente. Según el instituto de investigación, Mayo Clinic, tener sed es una señal de que el cuerpo está deshidratado, por lo que no hay que esperar para tomar agua.
8. No incluir todos los grupos alimenticios
Prescindir de algunos alimentos puede generar problemas de salud. Una alimentación balanceada debe incluir cereales, frutas, verduras, proteínas y, por supuesto, grasas. Cada alimento proporciona nutrientes esenciales que el organismo necesita para desarrollar todas sus funciones.
9. Abusar del azúcar
El consumo excesivo de azúcar está vinculado a un mayor riesgo de enfermedades crónicas. Diversos estudios han concluido que puede causar sobrepeso y obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, dislipidemia, disminución de la sensibilidad a la insulina e hígado graso.
10. Picar entre las comidas
Cuando una persona siente hambre entre las distintas comidas casi siempre acude a saciar el apetito con alimentos dulces o salados, que ayudan a ganar peso. Lo recomendable es consumir una fruta u otros productos que no engorden.