Vida Moderna
¿Cuáles son los beneficios de bañarse con agua fría después del gimnasio?
Los expertos aseguran que se debe esperar al menos 20 minutos antes de tomar una ducha.
El entrenamiento en el gimnasio suele ser utilizado para trabajar de manera asertiva por unos objetivos específicos que se trazan en materia de aspecto físico y salud.
Es así como hay ciertas pautas que si se siguen al pie de la letra, pueden trae grandes beneficios al cuerpo, y por ende, a la seguridad de la persona, su autoestima, entre muchos más, sumado a que se puede empezar a gozar de un mejor estado de salud.
Asimismo, se han hecho conocidas diferentes técnicas y que trabajan el cuerpo y la mente también, como la terapia de agua fría o crioterapia, que consiste es un ”tratamiento en el que se usa frío intenso para congelar y destruir células cancerosas y tejido anormal”, de acuerdo con el sitio oficial del Cáncer del gobierno de los Estados Unidos.
Sin embargo, después de hacer ejercicio, son muchas las cosas que se dice que no se deben hacer, debido a que en lugar de generar un buen resultado, lo que harían es un daño, como por ejemplo, bañarse con agua fría después de entrenar.
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En ese sentido, la médica y fundadora de Avid Sports Medicine en San Francisco (EE. UU.), Verónica Jow, manifestó que “la teoría básica de enfriar el cuerpo después de entrenar se ha basado en la creencia de que el agua fría puede ayudar al cuerpo a adaptarse al entrenamiento y a recuperar la capacidad de rendir a un nivel alto”, según registró el sitio web de Nike.
Y continuó diciendo que “se cree que el enfriamiento reduce el dolor, el daño, la hinchazón y la inflamación de los músculos. Sin embargo, estas suposiciones no están completamente respaldadas por investigaciones y dependen de factores como el tipo de ejercicio, el momento y la frecuencia”.
Por su parte, Karly Mendez, quien es especialista en rendimiento humano con un máster en Ciencias de la Fisiología del Deporte en el Memorial Hermann Ironman Sports Medicine Institute de Houston (Texas, EE. UU.), lo mejor es esperar como mínimo 20 minutos antes de tomar una ducha con agua fría.
“Esto se debe a que, después de entrenar, el cuerpo necesita tiempo para enfriarse, concretamente para volver a una frecuencia cardiaca y una temperatura corporal normales. El cuerpo debe volver a tener una temperatura y una frecuencia cardiaca normales para empezar a recuperarse”, aseguró a dicho portal.
Desde la American Heart Association son específicos, en que luego de hacer ejercicio, el corazón sigue latiendo más de lo normal, la temperatura corporal es más alta y los vasos sanguíneos están dilatados. O sea, “si se detiene demasiado rápido, podría desmayarse o sentirse enfermo”.
Por lo que recomiendan el estiramiento, ya que podría contribuir a la reducción de la acumulación de ácido láctico, lo que puede provocar calambres y rigidez en los músculos. En Medline Plus, destacan que dicha sustancia, “se forma cuando el cuerpo descompone carbohidratos para utilizarlos como energía cuando los niveles de oxígeno son bajos”.
“Básicamente, el agua fría provoca la vasoconstricción, que consiste en el estrechamiento de los vasos sanguíneos, mientras que el agua caliente provoca la vasodilatación o el aumento del tamaño de los vasos sanguíneos”, asegura la doctora Jow.
Además, contrae los vasos sanguíneos, “lo que permite bajar las inflamaciones en músculos, tendones o articulaciones que pueden aparecer cuando el ejercicio que se ha realizado ha sido especialmente intenso”, según registra Mundo Deportivo.
Es así como se entienden los beneficios que puede traer para el cuerpo, el hecho de darse una ducha fría después de haber hecho ejercicio, o entrenado con mucho rigor, teniendo muy presente el tiempo de espera (mínimo 20 min) y el indispensable estiramiento para disfrutar de todas las bondades del agua fría.