Vida moderna
¿Cuáles son los cambios a los que se enfrenta un adulto mayor en su salud oral?
La pérdida de los dientes es una de las situaciones más críticas que se pueden presentar en la vejez.
Con el paso del tiempo, los síntomas del envejecimiento se hacen cada vez más visibles debido a que las arrugas, las líneas de expresión, la dificultad de movimiento, entre otros, son más evidentes en las personas.
“Los cambios por el envejecimiento ocurren en todas las células, tejidos y órganos del cuerpo. Estos cambios afectan todas las partes del cuerpo, incluyendo los dientes y las encías”, explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
La pérdida de los dientes puede deberse a una causa congénita o adquirida. Tanto hombres como mujeres pueden sufrirla. La entidad de salud Sanitas señala algunos factores que pueden influir en esta afección:
- Mala higiene bucal.
- Caries.
- Enfermedad periodontal.
- Accidentes o traumatismos.
¿Cómo prevenir la pérdida de los dientes?
Para contribuir a la prevención de la pérdida de dientes es importante tener una higiene dental. Medline Plus señala algunos consejos para mantener unos dientes saludables:
- Cepillarse mínimo dos veces al día. Es importante escoger un cepillo que no sea demasiado grande para el tamaño de la boca. Los expertos recomiendan elegir un cepillo de dientes con cerdas suaves y redondeadas.
- Utilizar cepillos eléctricos, ya que son mejores que los manuales.
- Usar hilo dental al menos una vez al día. Es clave utilizarlo suavemente para no afectar las encías. Su uso ayuda a la prevención de la enfermedad periodontal.
- Visitar al odontólogo al menos cada seis meses, para realizarse limpieza profunda de los dientes y examen oral, y así conocer el estado de los dientes.
- Se pueden realizar gárgaras con enjuague bucal para identificar las áreas donde hay acumulación de sarro.
- Es importante evitar el consumo de comidas y bebidas azucaradas y comida chatarra. En caso de comer en horas de la noche, hay que cepillarse posteriormente. Medline Plus destaca que no se debe comer ni beber, excepto agua, después de cepillarse los dientes, al momento de dormir.
Resequedad en la boca, otro factor frecuente en la vejez
Medline Plus explica que la resequedad en la boca es muy común en los adultos mayores. Esto puede deberse a la edad, el consumo de medicamentos o algunas afecciones médicas.
Medicamentos para el tratamiento de la presión arterial alta, el colesterol elevado, el dolor y la depresión suelen reducir la cantidad de saliva que produce el organismo.
¿Cuándo consultar a un médico?
En caso de presentar los siguientes síntomas, se debe consultar con un médico para recibir el diagnóstico profesional adecuado.
- Dolor de diente.
- Encías rojas o inflamadas.
- Resequedad de la boca.
- Úlceras bucales.
- Parches blancos o rojos en la boca.
- Mal aliento.
- Dientes flojos.
- Dentaduras postizas que no están bien ajustadas
Periodontitis, enemiga de los dientes
También es conocida como “enfermedad de las encías”. Es una infección grave en las encías que daña el tejido blando. Si no se realiza un tratamiento oportuno puede destruir el hueso que sostiene los dientes y perderlos.
De acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, la periodontitis generalmente se desarrolla por una mala higiene dental.
“Cepillarse los dientes por lo menos dos veces al día, usar hilo dental diariamente y hacerse revisiones dentales con regularidad puede mejorar enormemente las posibilidades de un tratamiento exitoso de la periodontitis y también puede reducir las posibilidades de desarrollarla”, indica Mayo Clinic.
Los síntomas de la enfermedad de las encías pueden ser similares a los de gingivitis. Estos incluyen:
- Mal aliento (halitosis).
- Encías que presentan un color rojo brillante o rojo purpúreo.
- Encías que tienen aspecto brillante.
- Encías que sangran con facilidad (con el cepillado o al usar el hilo dental).
- Encías que pueden ser sensibles al tacto, pero por lo demás no duelen.
- Dientes flojos.
- Encías inflamadas.
- Espacios entre los dientes y las encías.
- Dientes fuera de lugar.
- Depósitos amarillos, verde-marrón o blancos y duros en los dientes.
- Sensibilidad dental.