Vida Moderna
¿Cuáles son los increíbles efectos que tiene el limón en el hígado?
Sus propiedades llevan a que el hígado se vea muy beneficiado.
El limón es una de las frutas cítricas más importantes que existen, dada su gran popularidad y variado uso para diferentes platos o bebidas. Los expertos consideran que debe ir dentro de una dieta alimenticia equilibrada, pues es una fuente crucial de vitamina C, la cual reporta grandes beneficios para el sistema inmunológico.
Por otro lado, el limón es de gran ayuda para el sistema digestivo, incide en la correcta producción de enzimas digestivas y aliviana la indigestión y acidez estomacal. Entre sus aportes, también está la hidratación, prevención de enfermedades y la acción de erradicar los daños para la piel.
Ahora bien, según el portal AARP, es claro que el limón ayuda a equilibrar los niveles de pH, a pesar de su considerable acidez. Allí entra su papel vital en el hígado, pues le ayuda a facilitar el trabajo y previene cualquier tipo de inflamación.
¿Para qué sirve el limón y cuáles son sus beneficios en el hígado?
La fuente citada subrayó que hay unos efectos claros de dicho cítrico en el hígado. En primera instancia, la mencionada producción de enzimas ayuda a blindar al órgano digestivo porque ayuda a “remover toxinas de la sangre”, producto de esa vital formación.
Tendencias
Cabe anotar que tales enzimas son proteínas que producen un cambio químico y “ayudan a descomponer los alimentos que consumimos para que el cuerpo los pueda usar”, de acuerdo con la enciclopedia médica MedlinePlus.
Asimismo, algunos expertos indican que consumir regularmente jugo de limón promueve una correcta desintoxicación del hígado. Para ello, es vital el aporte de antioxidantes que previenen de algunos daños.
Por otro lado, los limones contienen fibra dietética, un ítem que lleva a evitar dificultades como el estreñimiento y la hemorroides, así como el estímulo para la secreción de ácido estomacal y el alivio para sus músculos. En caso de tener un malestar, suelen recomendar el jugo de limón para afrontar este tipo de inconvenientes difíciles.
Otros aportes del limón al cuerpo humano
Debido a que el limón es sumamente rico en vitamina C, ayuda a “combatir la infección de garganta”, especialmente mezclado con agua tibia, según AARP. Además, la fruta contribuye a evitar el incómodo mal aliento por sus propiedades antibacterianas, previene el dolor en los dientes y la gingivitis.
Ahora bien, respecto al corazón, el consumo regular de limón permite que se normalice de gran manera la presión sanguínea, así como el fortalecimiento de los vasos.
Como si fuera poco, la cáscara de limón contribuye a disminuir el tamaño de tumores cancerosos. Además es delicioso, suele incluirse en postres o bebidas, de acuerdo con la fuente citada.
Como último ítem, beber jugo de limón ayuda a evitar infecciones en las vías urinarias. En definitiva, la fruta cítrica tiene numerables utilidades para que el cuerpo humano funcione de manera óptima.
El agua con limón se debe consumir tibia, no caliente
Contrario a lo que algunos imaginan, la temperatura del agua es un factor clave para aprovechar todas las propiedades del agua con limón. Por ello, es fundamental no consumirla a una temperatura elevada.
Lo ideal es que, para el agua con limón, el agua esté tibia. Así se lograría que el cuerpo absorba los nutrientes con mayor rapidez, debido a que el líquido tiene una temperatura similar a la del organismo. Así, el cuerpo humano no tiene que regular la temperatura del agua caliente y puede asimilarla mejor.
A la hora de prepararla, lo ideal es que también la bebida quede en su punto más natural, es decir, evitar la adición de azúcar, estevia o cualquier otro edulcorante, así conservará sus facultades. No es necesario añadir grandes cantidades de limón.
Los resultados de tomar agua con limón diariamente se irán notando con el paso de los días; sin embargo, el cuerpo obtendrá mayores beneficios si esta bebida es acompañada de una dieta balanceada, con un poco de ejercicio.
¿Qué le hace el consumo de guanábana al hígado?
El hígado es el órgano más grande dentro del cuerpo y ayuda a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar las toxinas, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Este órgano necesita limpieza y depuración para favorecer la expulsión de toxinas acumuladas, por esta razón especialistas aconsejan llevar hábitos de vida saludables para mantener su buen funcionamiento.
En el sitio web UnCOMOaconsejan que “realizar cambios en la dieta es fundamental para limpiar el hígado de forma efectiva y, sobre todo, para cuidar su salud y garantizar que sus funciones se lleven a cabo adecuadamente”.
Existen alimentos que pueden ayudar a mantener este órgano sano y a desintoxicarlo, como la guanábana. Este es un fruto tropical rico en agua y que contiene numerosos nutrientes como la vitamina C, potasio, hierro y fósforo, entre otros. Información del portal Tua Saúde indica que este alimento posee grandes cantidades alcaloides, flavonoides y luteína, compuestos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que combaten el exceso de radicales libres y disminuyen la inflamación en el organismo.
La guanábana es rica en fibra soluble, nutriente necesario para el buen funcionamiento del hígado porque ayuda a bloquear y eliminar las toxinas y los lípidos como el colesterol que se acumulan en este órgano. Una dieta baja en fibra puede derivar en la acumulación de grasa y toxinas, causando problemas de salud como la enfermedad del hígado graso, precisa una publicación de la revista La Vida Lúcida.
Consejos para cuidar el hígado
La revista UnCOMO, publicada a través del portal Mundodeportivo, da unos consejos para cuidar el hígado:
1. Alimentos regeneradores: aunque estos no ayudan a reparar el tejido por completo, si contribuyen a su desintoxicación y depuración. Entre estos están la cúrcuma, el aceite de oliva y el ajo. Los anteriores, también tienen propiedades antibióticas y antioxidantes.
2. Comer fruta: una alimentación balanceada es fundamental para tener un hígado en perfectas condiciones de salud. Las frutas son algunas de las que deben incluirse en la dieta. Estas contienen gran cantidad de agua y nutrientes necesarios para el cuerpo.
3. Controlar el consumo de sal: el consumo en exceso de sal puede aumentar la presión arterial, al mismo tiempo que se puede tener un hígado graso. También se debe tener en cuenta la cantidad de sodio que poseen los productos.
4. Hacer uso de plantas medicinales: existen algunas hierbas que pueden tener influencias positivas sobre una variedad de enfermedades hepáticas, pues tienen capacidades depurativas y desintoxicantes. Entre ellas se encuentran el diente de león, el cardo mariano y la hierbabuena.
5. Eliminar el alcohol: este es el causante principal de las afecciones que padece el hígado, ya que su consumo aumenta las toxinas. Además, el organismo necesita un sobreesfuerzo para metabolizarlo, lo que a largo plazo se traduce en enfermedades hepáticas.
6. Beber agua: esto ayuda a desintoxicar al organismo en general, a mantener la hidratación necesaria y adicionalmente facilita la filtración de las toxinas. Además del hígado, el agua ayuda a otros órganos del cuerpo.
Además de las recomendaciones anteriores, existen algunos alimentos que es mejor evitar para cuidar el hígado. La revista Vidae, del portal Mundodeportivo incluyó algunos:
Azúcar: cuando se consume este producto con regularidad alta, se producirán grasas que se depositarán en el hígado y causarán inflamación.
Carne roja: las grasas saturadas que contiene la carne favorecen al desarrollo de hígado graso. Se recomienda el consumo moderado y la priorización de carne blanca como pollo o pescado.
Lácteos: ciertos productos lácteos, como los quesos muy madurados, llevan una alta cantidad de sodio, algo que no beneficia a cuidar el hígado en absoluto. Se recomienda que, si se consumen estos productos, sean 0 % grasa, es decir, que no sean derivados de leche entera.
Embutidos: son restos de carnes rojas junto con grasa, que por lo general están mezclados con los desperdicios de la industria cárnica. El exceso en el consumo de estos alimentos puede causar problemas al sistema digestivo y en el hígado.