Existen estudios científicos que comprueban que alimentos específicos pueden ayudar a prevenir la aparición de algunos tipos de cáncer.

Salud

¿Cuáles son los mejores anticancerígenos naturales?

Los alimentos anticancerígenos tienen propiedades que fortalecen al sistema inmune y regulan los niveles de azúcar en la sangre.

21 de junio de 2022

Uno de los grandes temores de las personas es desarrollar cualquier tipo cáncer, puesto que esta enfermedad maligna y algunas veces mortal se desarrolla en cualquier parte del cuerpo. Entre las causas de esta enfermedad puede estar estilo de vida y los genes que se heredan de los padres, así como la exposición a ciertos agentes cancerígenos en el entorno.

De este modo, es importante reconocer que la alimentación también es uno de los factores más importantes que contribuye al cuidado de la salud y a la prevención de este tipo de enfermedades. Específicamente, los alimentos anticancerígenos son aquellos que pueden ayudar a la prevención de algunos tipos de cáncer, pero esto tan solo es una medida preventiva y no es curativa como tal.

Según el doctor Miguel Ángel Martínez González, epidemiólogo del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, en su libro ¿Qué comes? Ciencia y conciencia para resistir, afirma que existen estudios científicos que comprueban que alimentos específicos pueden ayudar a prevenir la aparición de algunos tipos de cáncer, gracias a las propiedades de ciertos ingredientes que tienen el rol de proteger las células, potenciar de manera significativa el efecto de los tratamientos y que, por consiguiente, llevan a las personas a tener un estilo de vida más saludable.

En consecuencia con lo anterior, el portal UnCómo da a conocer los mejores alimentos anticancerígenos que le ayudarán a prevenir cualquier tipo de cáncer.

  • Brócoli, col y coliflor: Estas verduras se destacan por sus agentes protectores contra esta enfermedad como el sulforafano o los isotiocianatos. Estos elementos protegen las células, combaten la acción de los radicales libres y son muy favorables, para ralentizar el proceso de proliferación de células anormales en etapas iniciales del cáncer de colon, próstata, hígado, huesos, páncreas, hígado, vejiga, piel o leucemia.
  • Tomate: Su compuesto licopeno es un poderoso antioxidante que impide que los procesos de degeneración celular acaben derivando en cáncer. Varios expertos señalan que consumir entres seis y siete miligramos de tomate diarios reduce hasta en un 20 % el riesgo de padecer distintos tipos de cáncer, entre los que se encuentran el de próstata, pulmón, mama y estómago.
La vitamina D puede ayudar a reducir el riesgo de padecer cáncer de colon. - Foto: Getty
  • Berenjena: Este alimento contiene sustancias anticancerosas que ayudan a proteger las células de las mutaciones que provoca esta patología. A su vez, la berenjena se destaca por reducir los niveles de colesterol y mejorar la circulación de la sangre.
  • Ajo y cebolla: Para prevenir el cáncer, estos dos alimentos frenan el desarrollo de células cancerosas porque contienen alicina, un componente antioxidante que favorece la depuración de toxinas y el bloqueo de distintas sustancias cancerígenas.
  • Frutos rojos: Este tipo de frutos contienen una gran cantidad de antioxidantes, vitaminas, antocianinas y ácidos vegetales que protegen al organismo tanto de enfermedades cardíacas como de distintos tipos de cáncer como el de colon, esófago y leucemia.
  • Aceite de oliva: Varios estudios han evidenciado que la ingesta de aceite de oliva virgen extra en crudo disminuye la aparición de tumores hasta en un 10 %. También es un aceite que flexibilidad de las arterias, mejora el flujo sanguíneo y la oxigenación de todos los tejidos.
  • Nueces: Un puñado de nueces proporciona grandes cantidades de vitamina E, derivados del azufre, magnesio y fitoestrógenos, reducen el riesgo de padecer cáncer de mama.

Además de consumir ciertos alimentos, lo ideal para prevenir las células cancerosas en el organismo es llevar un buen estilo de vida en donde se incremente la hidratación de agua. Lo recomendado es consumir entre uno a dos litros de agua al día. A esto se debe sumar la práctica del ejercicio al menos dos horas al día.