SALUD
¿Cuáles son los signos y síntomas de alarma durante el embarazo?
Ante cualquier señal de alarma que pueda poner en riesgo a la madre o al bebé, la recomendación de los especialistas es acudir de manera inmediata al médico.
El embarazo genera cambios importantes en el organismo que requieren atención y cuidados especiales para garantizar el bienestar tanto de la madre como del bebé.
Si bien lo habitual es que este período transcurra sin complicaciones, dado que se trata de un proceso natural, también existen ciertas situaciones de riesgo que se deben tener presentes para controlarlas y evitar dificultades posteriores.
Por ello es importante aprender a reconocer diferentes signos que ayudarán a prevenir mayores riesgos, según información de la compañía prestadora de salud Nueva EPS.
Por ejemplo, durante el primer trimestre e inicios del segundo es importante estar alerta si se presentan situaciones como: sangrado vaginal, en cualquier cantidad, acompañado o no de cólicos o dolor pélvico, fiebre que registre una temperatura de 38 ° o superior, dolor al orinar y náuseas incontrolables.
Tendencias
El portal Bebés y Más asegura que la fiebre alta durante varios días puede generar afectaciones en el feto y por ello se recomienda intentar bajarla con remedios caseros como paños tibios en la frente, bebidas frescas y poca ropa y acudir lo antes posible a un centro médico para determinar la causa y validar si se presenta algún tipo de infección.
A pesar de que, según los especialistas, los episodios de vómito ocasionales son normales hasta las 12 semanas, si esta situación se vuelve incontrolable y causa deshidratación o imposibilidad para ingerir agua o alimentos también se debe consultar al médico de manera inmediata.
Otro signo de alarma es el dolor severo en la parte baja del abdomen, que no mejore con analgésicos suaves prescritos por un médico.
Segundo y tercer trimestre
De acuerdo a los expertos, para el segundo y tercer trimestre, desde la semana 20 hasta el final del embarazo también se pueden presentar señales que no se deben pasar por alto.
Al igual que en los primeros meses del embarazo, se puede presentar sangrado vaginal, en cualquier cantidad, asociado o no a dolor pélvico o contracciones. Cuando esta situación se evidencia, los expertos recomiendan consultar de manera inmediata con el médico.
De igual manera, se debe estar atentos si se presenta salida de líquido por la vagina, el cual puede ser transparente, amarillo, verde o rosado. En ese caso, si es posible, el traslado debe hacerse acostada al centro médico más cercano.
Según la Nueva EPS, el dolor pélvico severo o contracciones es otro signo determinante. Aquí se puede presentar una sensación de que la barriga se pone dura de forma intermitente y esto puede estar asociado o no con dolor en la espalda. Otro signo es si se presenta dolor o ardor al orinar, pues puede tratarse de una infección urinaria.
Otra señal de alarma en estos meses de gestación es el dolor de cabeza global, que no mejora con un analgésico suave o que esté acompañado de anomalías visuales o auditivas. Estas anomalías pueden darse por la pérdida de la visión parcial o total, visión borrosa o doble, visión de puntos o ‘moscas voladoras’ y en cuento a las molestias auditivas, se pueden presentar pitos o zumbidos.
Un signo más de preocupación y alarma es cuando se generan convulsiones o pérdida del conocimiento y dolor en la boca del estómago asociado a náuseas y vómito.
También cuando hay un aumento súbito de la sed, junto a una disminución repentina de la cantidad de orina, micción dolorosa, temblores y dolores fuertes de espalda.
A partir del quinto mes, si el bebé no se mueve durante mucho tiempo, es decir, si se nota un descenso de actividad fetal muy evidente es vital acudir al especialista. Para notar bien los movimientos del bebé la madre debe estar en reposo y pendiente, porque en la actividad diaria es posible que se haya movido, pero no se haya sentido.
Para garantizar el bienestar de la madre y del bebé, los especialistas recomiendan estar muy atentos a estas señales que pueden indicar posibles complicaciones de salud, las cuales pueden agravarse con el paso del tiempo.