Vida Moderna
¿Cuándo no se debe comer piña?
Con una fruta como la piña se pueden preparar postres, jugos y aderezos.
La piña es una de las tantas frutas que no puede faltar en la cocina de cada familia, su versatilidad la ha convertido en un aliado ideal para acompañar y preparar diferentes comidas. En Colombia existen diferentes tipos de esta fruta, las más importantes son Cayena Lisa, Perolera, Manzana, y Gold MD2.
Incluso, la piña le aporta muchos beneficios a la salud, entre estos resaltan los siguientes:
- Apoya el sistema inmunitario: gracias a su contenido de vitamina C contribuye positivamente al sistema inmunitario. Asimismo, disminuye el impacto del estrés oxidativo.
- Salud de la piel: es un alimento rico en vitamina C, nutriente que ayuda a estimular la producción de colágeno en el organismo.
- Niveles de glucosa normal: según indica Mejor con Salud la piña fresca consumida en su estado natural sin agregar endulzantes puede ser beneficioso para las personas con diabetes, debido a que es un alimento que no altera los niveles de azúcar. Sin embargo, se debe consultar con un doctor.
- Hidratación: gracias a su contenido elevado de agua es un alimento clave para complementar la hidratación diaria.
A pesar de los diferentes beneficios que le aporta la piña al organismo, hay un grupo de personas que deberían evitar su consumo, así lo destaca el mismo portal Mejor con Salud. “El ácido oxálico (presente en la piña) es capaz de producir sales junto a otro tipo de compuestos minerales como el calcio, que se encuentra también en nuestro cuerpo. Por esto, quienes padecen de insuficiencia renal o cálculos renales no pueden ni deben realizar la dieta de la piña”.
Cálculos renales e insuficiencia renal
El Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés) explica que estos cálculos son unos pequeños trozos de material sólido, el cual se asemeja al de una piedra y ocurren cuando hay una concentración alta de minerales en la orina. Estas piedras se pueden albergar en uno o ambos riñones.
El tamaño y la forma de las piedras en los riñones varía; pueden ser como un grano de arena o tan grandes como una arveja. El NIDDK señala que en muy contadas ocasiones pueden llegar a ser del tamaño de una pelota de golf. La textura puede ser lisa o irregular y su color puede ser amarillo o café.
Entre los síntomas más frecuentes de las piedras en los riñones que describe el Instituto están: dolor agudo en la espalda, el lado, la parte baja del abdomen o la ingle; presencia de sangre (de color rosado, rojo o café) en la orina, también llamada hematuria; necesidad constante de orinar; dolor al orinar; incapacidad de orinar o solo poder orinar una pequeña cantidad, y orina turbia o maloliente.
Se recomienda acudir al médico si la persona presenta alguno de los síntomas descritos, pues “pueden indicar que usted tiene una piedra en los riñones o un problema médico más grave”, señala.
Por su parte, la insuficiencia renal crónica evoluciona en el curso de muchos años, puede ser provocada por afecciones como la presión arterial alta o la diabetes, y no se puede curar. Incluso, puede llevar a una insuficiencia renal total y duradera que se llama enfermedad renal en estadio terminal (ERET), según el Instituto Nacional del Cáncer.
Si el daño es severo, los riñones pueden dejar de funcionar. A esta situación se la llama falla renal y significa que la persona necesita recibir diálisis o un trasplante renal.
Se habla de falla renal o de enfermedad renal terminal (ERT) cuando los riñones han dejado de funcionar hasta el punto en que la persona no sobreviviría dichos tratamientos. El daño renal es irreversible, según el American Kidney Fund.