Vida Moderna
¿Cuántas cervezas puede tomar una persona si se hace ejercicio?
El consumo de alcohol en exceso puede afectar la síntesis de proteínas y, por ende, los músculos del cuerpo.
El alcohol es un factor de riesgo para más de 200 trastornos de salud y está vinculado al 40 % de las muertes por enfermedades hepáticas. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) no existe como tal un nivel de consumo saludable, por ello, no tomar alcohol es a mejor forma de evitar futuros problemas de salud.
Sin embargo, el vicepresidente de la Asociación Europea de Estudios del Hígado (Easl) ha aconsejado al menos pasar tres días por semana sin ingerir bebidas alcohólicas. Aunque cabe resaltar que tomar específicamente vino, en cantidades moderadas es bueno para la salud cardiovascular, pues reduce la formación de coágulos sanguíneos, previene el daño arterial causado por los altos niveles de colesterol y mejora la función de la capa de las células que recubren los vasos sanguíneos.
Entre tanto, la mayoría de la literatura científica señala que el consumo moderado de alcohol significa tomar una bebida diaria para las mujeres y dos para los hombres. Esto no suele perjudicial para la salud, todo lo contrario, para algunos expertos esto ayuda a reducir el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes tipo 2, el síndrome metabólico, demencia, resfriados comunes, entre otros.
¿El alcohol afecta los músculos?
Entre tanto, el consumo excesivo de alcohol puede ser perjudicial para disminuir la síntesis de proteínas. De hecho, el portal web Fitness Viate, detalla que tomar siete cervezas después de entrenar, la síntesis de la proteína disminuye en un 24 - 37%, tanto en hombre como en mujeres. En cambio, si el consumo es regulado y solamente se toma una o dos cervezas después de entrenar, esto no afecta la síntesis de proteína y los niveles de testosterona en el organismo.
Cuando se tiene alcohol en grande cantidades en el sistema digestivo, el cuerpo lo que hace es pausar todo lo que tenga que ver con la eliminación de toxinas y en ese caso, inhibe también el crecimiento muscular. Asimismo, las hormonas y la recuperación del organismo también se ven afectadas, pues las dosis altas suprimen los niveles de testosterona y disminuyen la producción de fuerza y potencia hasta un día y medio después de que se consume.
¿El alcohol aumenta de peso?
Ahora bien, el alcohol tiene en promedio 4.7 calorías/gramo y una bebida típica suele tener entre 13 y 15 gramos de alcohol, lo cual da en promedio 70 calorías, sumado a las provenientes de los carbohidratos que puede contener la bebida. Por ello, si las calorías que se consumen del alcohol y los demás nutrientes no rebasan los requerimientos diarios, no se va a almacenar grasa. Por ejemplo, tomar entre una y dos cervezas todos los días por un mes no hace aumentar de peso, pero si se consume en exceso, esto si puede suceder.
Lo que realmente sucede en relación con el alcohol y otros alimentos es que no se reducen las calorías para compensar las del alcohol y es por ello que después de un par de tragos, el cuerpo desinhibe el control de los impulsos y sin darse cuenta, se termina comiendo de más.
Por lo anterior, es claro tener presente que el alcohol detiene la quema de grasa y carbohidratos, es decir, que si se come una pizza, la cual contiene una cantidad excesiva de grasa y carbohidrato, junto con unas cervezas, el cuerpo no reaccionará correctamente y, por lo tanto, no quemará los carbohidratos consumidos.