¿Cuánto durará la pandemia por el coronavirus?

Desde que comenzó el brote de coronavirus en Wuhan, China, la mayoría pensaba que terminaría pronto. Después de todo, el mundo contuvo la epidemia de SARS de 2003 antes de que causara muchos estragos. Pero a medida que el covid-19 se ha ido propagando hasta convertirse en pandemia, muchos ven esfumarse esos deseos. Ese escenario de contención es hoy imposible. Hay más de 139.000 casos en 133 países y cada día se unen más naciones. La pregunta es hasta cuándo circulará el virus y alterará la vida cotidiana.

Algunos expertos, como Michael Osterholm, director del Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota, sostienen que la pandemia podría durar seis meses y que por ahora el planeta solo ha visto el comienzo. “El virus se va a desplegar en los próximos meses”, dice. Tampoco cree que vaya a disminuir en la temporada de verano, pues otro coronavirus, conocido como MERS, no tuvo inconveniente en difundirse en las altas temperaturas de Oriente Medio.

La dificultad para contenerlo se debe a la biología del virus, que infecta a personas que pueden pasarlo a otras sin presentar aún los síntomas de la enfermedad. Otra razón es la dificultad para conocer el número de casos reales, por falta de equipos para hacer la prueba o debido a que el virus muchas veces solo genera síntomas leves. Según la OMS, detrás de los casos oficiales habría muchísimos más no confirmados en el mundo.

Otros, como Hsu Li Yang, experto de la Universidad de Singapur, más pesimistas, afirman que la pandemia se extenderá hasta final de año. Y sin una vacuna a la vista, dice Nathan Grubaugh, epidemiólogo de la Universidad de Yale, “es difícil predecir cómo terminará la pandemia antes de que cause millones de infecciones”.

No obstante, hay quienes tienen una mirada un poco más mesurada, como Tikki Pangestu, antiguo director de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Explica que las epidemias como la del covid-19 tienen tres posibles caminos. El primero es que siga aumentando, con muchos más países con brotes y casos severos. En otras palabras, que continúe la emergencia. El segundo es que el virus desaparezca, tal y como lo hizo el SARS en 2003, una posibilidad que muchos ya ven remota.

El tercer escenario es que el virus se vuelva endémico y que los seres humanos tengan que vivir con él, como ha sucedido con otros virus como el H1N1. La OMS se inclina a creer que esa será la situación a la que llegará al planeta. Por eso, los expertos consideran que es indispensable estar mentalmente preparados y acostumbrarse a esta nueva realidad mundial. De acuerdo con el neumólogo Fabio Varón, esto significa que habrá casos por muchos meses, e incluso años. “Pasará lo mismo que con la influenza H1N1, con la que tuvimos un pico entre 2009, 2010 y 2011, luego una caída, y después vinieron las vacunaciones masivas”, explica. Hoy los médicos ven varios casos, pero ya no con desenlaces fatales sino controlados de una manera más adecuada.

Varón asegura que la epidemia y la endemia se diferencian en que la primera es ese pico de alto número de casos cuando aún no tenemos un histórico de ese tipo de infección. La endemia se produce cuando el país o región se mantienen en un corredor con un número de casos promedio habituales. Llegar a ese punto va a tomar tiempo, según Varón. “En China, el punto de referencia, están entrando en la fase de endemia tras cuatro meses”, dice el experto.

Mientras esto sucede, un porcentaje suficiente de la población se infectará hasta que desarrolle inmunidad ‘de rebaño’. Lo importante ahora es limitar el número de pacientes que contraigan la infección. Así mismo, evitar que haya un alto número de afectados en un lapso muy corto, porque eso sobrepasaría la capacidad de respuesta de los sistemas de salud.