¿Cuánto tiempo después del contagio aparecen los síntomas del VIH?

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) registran que la infección por el VIH en los seres humanos provino de un tipo de chimpancé de África Central. “La versión del virus en los chimpancés (llamado virus de inmunodeficiencia símica o VIS) se pudo haber transmitido a los seres humanos cuando estos cazaban a los chimpancés por su carne y entraron en contacto con sangre infectada. Los estudios muestran que el VIH pudo haber pasado de los chimpancés a los seres humanos ya a finales de los años 1800″, reseñan.

Explican, además, que el virus de la inmunodeficiencia humana se propagó a paso lento por toda la región de África y, con el paso de los años e incluso décadas, logró expandirse hasta llegar a otras partes del mundo. De acuerdo con los CDC, el VIH ha estado presente en los Estados Unidos desde la segunda mitad de 1970, como mínimo.

El virus de la inmunodeficiencia humana, conocido VIH, es un virus que ataca el sistema inmunitario del cuerpo. Si no es tratado a tiempo, puede causar sida –síndrome de inmunodeficiencia adquirida–. Hasta la fecha, no se conoce una cura contra el VIH, a pesar de los múltiples esfuerzos que han sumado las autoridades del campo de la salud para lograrlo.

Pese a lo anterior, identificar el VIH es de suma importancia, pues el tratamiento que hoy por hoy se utiliza en los pacientes ha mostrado ser eficaz, al prolongar la esperanza de vida de quienes lo padecen. El VIH es una infección de transmisión sexual, que también puede ser transmitida por el contacto con sangre infectada o de madre a hijo durante el embarazo, el nacimiento o la lactancia materna.

Los pacientes que contraen el VIH no siempre experimentan síntomas, lo cual de acuerdo con el organismo. El doctor Pritish K. Tosh, especialista en enfermedades infecciosas de Mayo Clinic, explica que, por lo general, “los primeros síntomas del VIH se presentan dentro de un par de semanas a un mes después de la infección, y con frecuencia se parecen a un caso serio de gripe”.

Fiebre, dolor de cabeza, fatiga, ganglios linfáticos inflamados, erupción, dolor en las articulaciones o los músculos y dolor de garganta son los signos y síntomas iniciales del VIH que experimentan la gran mayoría de las personas, reseña el especialista.

“Estos síntomas iniciales del VIH se conocen como síndrome agudo retroviral o infección aguda por VIH, y son la respuesta natural del organismo. Los síntomas, si se presentan, generalmente desaparecen dentro de una semana a un mes, y con frecuencia se confunden con los de otra infección viral. Durante este periodo se puede contagiar la infección con mucha facilidad”, agrega el especialista en enfermedades infecciosas de la entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Señala, además, que los síntomas más graves o que son considerados más persistentes de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana puede que no aparezcan durante varios años después de la infección inicial.

Precisa que “los síntomas que indican una infección inicial por VIH son muy comunes. Con frecuencia no se pueden distinguir de los de otra infección viral. Si te preocupa que puedas haber estado expuesto al VIH, habla con tu médico sobre las posibilidades de hacerte un análisis de detección”.

Para tomarse la prueba del VIH hay un abanico de opciones, que comienza por la simple solicitud al médico general para que ordene la toma de la prueba y sea la EPS a la que la persona esté afiliada la encargada de tomar la muestra de sangre. También se puede asistir a un centro de salud –privado o público– y consultar sobre la toma de esta prueba, o llamar a la EPS a la que la persona esté afiliada para consultar dónde puede realizarse la prueba en mención.

The Nemours Foundation señala que las personas deben realizarse la prueba del VIH con regularidad si mantienen relaciones sexuales sin protección, ya sea un hombre que mantiene relaciones sexuales con otros hombres o una persona que usa agujas para inyectarse drogas.