Vida moderna
Cuatro ejercicios concentrados para eliminar la grasa abdominal
La grasa abdominal puede incidir en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, respiratorias e incluso diabetes.
La grasa corporal cumple funciones muy importantes en el organismo. Se encarga de cubrir las articulaciones, almacena vitaminas, hace un control de la temperatura y es una fuente de energía.
Sin embargo, la cantidad y el lugar en el que se ubica en el cuerpo es clave para determinar si altera o no las condiciones de salud. En el caso de aquella que se acumula en el abdomen, no sólo afecta al paciente estéticamente, sino que puede convertirse en un indicador de riesgo, según afirma el instituto de investigación clínica Mayo Clinic.
Cuando una persona come demasiado y realiza poca actividad física, es posible que la grasa empiece a acumularse en su estómago. Además, cuando no se practica ejercicio, la masa muscular puede disminuir ligeramente con la edad, al tiempo que la grasa aumenta. La mencionada institución asegura que la pérdida de masa muscular también disminuye la velocidad a la que el cuerpo utiliza las calorías, lo que puede hacer más difícil mantener un peso saludable.
Datos de la Organización Mundial de la Salud indican que cada año mueren en el mundo alrededor de 2,8 millones de personas por problemas relacionados con obesidad y sobrepeso, como fallo hepático, afecciones, depresión, ansiedad y padecimientos crónicos como diabetes tipo 2.
Tendencias
Por ello, el entrenador Jeremy Ethier en su canal de YouTube señaló cuatro pasos a seguir para controlar la grasa abdominal.
El entrenador señala que el primer paso es iniciar una rutina de ejercicio que se ajuste a las necesidades de cada uno. Además, también señaló que se necesita de paciencia y disciplina para obtener los resultados. En ese sentido, estos son los 4 consejos y pasos para cada persona.
1. Adquirir físico
Para empezar a entrenar, lo mejor es hacerlo con un entrenador personal o un experto en el tema. Para ello, Ethier señala que para adquirir condición se debe establecer un tiempo mínimo para realizar cardio. El experto señala que por lo general se debe iniciar más de 10 minutos de cardio, sea en bicicleta, trotadora u otro tipo de cardio.
2. Incrementar el ejercicio
Una vez la condición haya mejorado, se necesita comenzar a subir tiempos y distancias por recorrer, llevando al cuerpo a un siguiente nivel de condición física. No obstante, Ethier manifiesta el incremento debe ser gradual.
3. Control en la alimentación
Mantener una dieta es muy importante, pues no se logra bajar la grasa abdominal si las personas continúan alimentándose con grasas saturadas y azúcares refinados. En ese sentido, el experto señala que se debe comer carnes magras, cereales, legumbres, y frutas y verduras.
4. Mantenimiento
Para llegar a este punto es necesario que las personas hayan mantenido una rutina y hábitos saludables. Para esto se necesita disciplina. Una vez logrado un punto de mejoría, el entrenador señala que se deben incluir pesas.
Otras recomendaciones:
1. Realizar ejercicios aeróbicos: Los aeróbicos o el cardio son una buena forma de eliminar calorías y mejorar la salud. Según la revista GQ, especializada en estilos de vida y dirigida a un segmento masculino, los aeróbicos son una de las mejores formas de reducir la grasa abdominal.
Por su parte, la revista Vitónica, especializada en información de bienestar y salud, indica que se pueden combinar ejercicios aeróbicos con entrenamiento de fuerza, ya que el primero permitirá un mayor gasto calórico, mientras que el segundo fortalecerá los músculos e incrementará tu metabolismo basal.
2. Evitar los carbohidratos refinados: Reducir la ingesta de carbohidratos ayuda a eliminar grasa, y sirve también para la grasa del área abdominal. No se trata de seguir una dieta baja en carbohidratos, sino de reemplazar los refinados como el pan blanco o el arroz, por carbohidratos almidonados no procesados como verduras y granos integrales, lo que ayudará a mejorar la salud metabólica y a reducir la grasa abdominal.
3. Consumir pescado graso: Este tipo de pescado contiene proteínas de alta calidad y grasas omega-3 que previenen el riesgo de desarrollar enfermedades. Lo ideal es consumir pescado graso dos o tres veces a la semana. Las opciones recomendadas son el salmón, arenque, sardinas y atún.