Vida Moderna
Cuatro frutas que contienen poco azúcar y no hacen engordar
La alimentación juega un papel importante al momento de querer bajar de peso.
La alimentación es un aspecto esencial cuando se desea gozar de buena salud. Cuando las personas quieren cambiar su estado físico, empiezan a modificar sus hábitos de consumo para evitar aquellos productos que los hacen ganar kilos.
En la variedad de alimentos relacionados con la buena salud están las frutas. En varios platos o bebidas recomendadas, estas siempre salen a relucir entre los ingredientes. No es un secreto que las frutas aportan nutrientes, vitaminas y minerales fundamentales para las personas; por lo que se han ganado el mérito de ser uno de los mejores tipos de productos para el bienestar.
Sin embargo, no todo es color de rosas con la fruta. Si bien cuentan con múltiples beneficios para el organismo, hay algunas con efectos contraproducentes. En concreto, existen frutas que aportan grandes cantidades de azúcar, lo cual termina yendo en vía contraría a perder kilos; pero hay otras que generan el efecto contrario.
¿Cuál es el efecto verdadero del azúcar en el cuerpo? ¿Es dañino como se cree?, para responder a esa pregunta, hay que remitirse a la información de la Sociedad Americana de Personas Retiradas (AARP).
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En primer lugar, hay que tener en cuenta que el consumo de azúcar diario no debe exceder los 50 gramos, siendo 25 el estimado recomendado para los adultos. Este producto es necesario para el cuerpo, pero debe estar regulada dado que las cantidades excesivas son perjudiciales.
Al mencionar al azúcar, comentan los expertos, es necesaria la distinción de la natural y añadida. La primera es la que se encuentra en frutas y verduras, mientras que la segunda corresponde a los alimentos ultraprocesados. El problema de salud radica en los segundos, debido a que son más fuertes que el anterior.
El azúcar natural es un excelente nutriente para el organismo, debido a que se destaca por: facilitar la digestión, metabolizarse sin tóxicos y aportarle energía al cuerpo. Sin embargo, y como se mencionó anteriormente, no hay que excederse en su consumo, sino que es requerido mantenerlo con calma.
Cuando el sistema digestivo la absorbe, se incrementa el nivel de glucosa en la sangre, por lo que el páncreas empieza a secretar insulina. Esta hormona permite que el azúcar se transforme en energía. ¿Cuál es el programa de no controlar la ingesta? El resultado es que el cuerpo termina teniendo exceso de azúcar cuando no necesita energía; ocasionando que la segregación de insulina se vea afectada.
Otra consecuencia de no ser consciente de las porciones con azúcar añadido radica en que se reduce la facilidad por la cual se llevan a cabo las conexiones neuronales, lo cual termina siendo el detonante para la pérdida de memoria y otras condiciones degenerativas de cara al futuro.
Como se mencionó anteriormente, el azúcar natural está presente en las frutas, por lo que hay unas con grandes aportes de este compuesto. Por suerte, hay unas que son todo lo contrario, debido a que no cuentan con azúcar, haciendo que sean de gran ayuda para no ganar kilos. Con base a la información de los expertos de Mapfre, estas son las mejores.
La primera es el pomelo, la cual se destaca por su sabor amargo y refrescante. Además de ser baja en azúcar, también es una gran fuente de antioxidantes y vitamina C. En ese orden de ideas, se recomienda su consumo para impedir el aumento de peso y mejorar la salud cardiovascular.
Por otro lado, los cítricos son una gran alternativa, concretamente el limón y la mima. Ambos contienen cantidades mínimas de azúcar, sumado a que contribuyen a fortalecer el sistema inmunológico gracias a su aporte de vitamina C.
La tercera recomendación son los arándanos. Puede que su sabor haga notar que son dulces, pero es todo lo contrario. El aporte de azúcar es mínimo y, en cambio, proporciona nutrientes importantes para el cuidado de la mente.
Por último, es necesario mencionar al kiwi, otra fuente interesante de vitamina C. Su sabor particular proviene de la mezcla vitamínica, por el hecho que también contiene complejo K y E. En conjunto, las tres permiten facilitad la digestión y descomposición de proteínas.