Vida Moderna
Cuatro hábitos para mejorar la calidad de vida
Mantener un estilo de vida saludable disminuye la aparición de enfermedades crónicas y degenerativas como osteoporosis, cáncer y alzheimer.
La inactividad física y el consumo de alimentos ultraprocesados son las principales causas de muchas enfermedades no transmisibles. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), “las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen entre 20 % y 30 % más de probabilidades de morir prematuramente”.
Por otra parte, investigadores de Mayo Clinic aseguraron que llevar una vida sedentaria desarrolla una serie de problemas de salud como obesidad, aumento de la presión arterial y niveles no saludables de colesterol, entre otros.
Es importante entender que para tener una buena calidad de vida no es necesario buscar técnicas complicadas; al poner en práctica una serie de sencillos hábitos diarios, se puede lograr un cambio positivo.
1. Beber agua en ayunas
Contar con un sistema inmunológico fuerte es uno de los principales beneficios de beber agua en ayunas. De hecho, la hidratación del organismo es fundamental para el adecuado funcionamiento del mismo. Lo anterior, teniendo en cuenta que tres cuartas partes del cerebro y el corazón se componen de agua y más del 80 % de los pulmones y el 92 % de la sangre son agua.
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Aunque no existe una única respuesta sobre cuántos litros de agua hay que beber al día, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan consumir entre un litro y medio y dos litros diariamente, este hábito puede generar otra serie de beneficios como los mencionados a continuación:
– Evita el dolor de cabeza y las migrañas
En la mayoría de los casos, la razón principal de los dolores de cabeza y migrañas es la deshidratación. Al tomar de uno a dos litros de agua al día se pueden eliminar las molestias mencionadas, además de las complicaciones lumbares.
– Ayuda en la digestión y evita el estreñimiento
Al beber suficiente agua la tasa de metabolismo aumenta, es decir, los alimentos consumidos se pueden descomponer apropiadamente. De esta forma, uno de los beneficios de beber agua en ayunas es ayudar a que el sistema digestivo funcione de manera adecuada, previniendo el estreñimiento y mejorando la digestión.
– Ayuda a mantener la belleza de la piel
La reposición de los tejidos de la piel es otro de los beneficios del consumo constante de agua, así como su hidratación y el aumento de su elasticidad. Beber agua también ayuda a mejorar el aspecto de las cicatrices en la piel, prevenir la aparición de acné y arrugas, entre otros síntomas de envejecimiento.
2. Mantener contacto con la naturaleza
Recibir estímulos naturales, acercarse a las plantas, el aire fresco y el sol puede ayudar a mantener un equilibrio físico y mental.
Tomar un paseo en un lugar lleno de naturaleza proporciona bienestar físico y mental, además de estimular la creatividad, ya que la cantidad de energía que ofrece la naturaleza estimula las neuronas y favorece el desarrollo cognitivo.
El contacto con la naturaleza también puede reducir el estrés, refuerza el sistema inmunológico y actúa como una inyección de energía que ayuda a proteger de enfermedades cardiovasculares, respiratorias, mentales y musculares.
Respirar aire fresco oxigena el cerebro, aumenta la capacidad para retener información y mejora el proceso de concentración, ya que está comprobado que en una mente relajada no hay lugar para el estrés. Gracias a ello, se puede concentrarse mejor en las tareas cotidianas.
3. Aprender a respirar
El estrés, las tensiones y la vida en la ciudad son factores que reprimen la función vital de respirar de manera adecuada. Por tal motivo, es importante aprender a respirar de manera tranquila y profunda.
Para ello es recomendable desarrollar terapias como el yoga, el shiatsu, la meditación y la osteopatía, entre otras actividades. Lo anterior, teniendo en cuenta que investigaciones científicas recientes demuestran que la respiración, si es rápida, superficial y sin foco, puede contribuir a una serie de problemas, como la ansiedad, la depresión y la presión arterial alta.
Curiosamente, algunos científicos han descubierto que “una frecuencia particular de respiración, alrededor de seis exhalaciones por minuto, puede ser especialmente reconstituyente, desencadenando una respuesta de relajación en el cerebro y el cuerpo”.
4. Seguir una dieta saludable
Actualmente, cada vez hay más gente que opta por consumir comida saludable. Para ello, es recomendable establecer un menú semanal compuesto de frutas y verduras, además de ser rigurosos en el consumo de cinco alimentos diarios, sin saltarse el desayuno, ya que es la comida más importante de la jornada, pues este alimento permite estar activo y concentrado en las actividades cotidianas.
La dieta tiene que ser equilibrada y variada, preferiblemente con productos frescos y consumiendo porciones adecuadas en cada comida, además de beber bastante agua entre cada comida.
Es importante recordar que una alimentación rica en hortalizas, frutas y cereales integrales es eficaz para aportar los nutrientes y el equilibrio de una dieta saludable. La clave está en la variedad y en la incorporación de alimentos frescos, además de incorporar a la dieta semanal el consumo de tres frutos secos y dos frutas al día, y tomar bastante agua.