Vida Moderna
Cuatro síntomas de alerta por parálisis facial ante los que debe actuar
Ante la evidencia de cualquier señal, es importante acudir de inmediato a un centro médico.
La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus) explica que la parálisis “es la pérdida de las funciones musculares en parte de su cuerpo. Ocurre cuando algo funciona mal en la transmisión de los mensajes entre el cerebro y los músculos”. Además, señala que la parálisis suele ser provocada por un derrame cerebral, lesiones, entre otras afecciones.
Cabe recordar que, según la enciclopedia médica un accidente cerebrovascular se debe a que una parte del cerebro deja de recibir flujo sanguíneo, provocando la muerte de células porque necesita de nutrientes y vitaminas para su funcionamiento.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) tanto la cardiopatía isquémica como el accidente cerebrovascular, son causas no solo de muerte en la Región de las Américas, sino también causantes de discapacidad.
“El 60 % de los pacientes con accidentes cerebrovasculares mueren o quedan con discapacidad, de ahí que sea importante conocer los síntomas premonitorios y actuar con rapidez”, menciona el Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia. No obstante, afecciones como la parálisis de Bell, se ven involucradas, porque afectan los músculos de la cara.
Parálisis de Bell
Tal y como se mencionó, es una afección “que provoca debilidad repentina en los músculos en un lado de la cara”, asegura la Clínica Mayo. Los síntomas más comunes a los cuales se le debe prestar atención porque aparecen de un momento a otro, son:
- Dolores de cabeza
- Babeo
- Mayor producción de saliva y lágrimas
- Dolores de mandíbula
Según el centro especializado en medicina y salud, no se conoce la causa exacta de su aparición; sin embargo, algunas enfermedades se pueden ver relacionadas, como:
Herpes simple
De acuerdo con MedlinePlus, “el herpes es una infección causada por un virus (herpes simple)”, que aparece en los genitales, ano, y hasta en la boca.
El herpes simple es transmitido por contagio directo, provocando picazón y dolores intensos en la zona. No obstante, algunas personas no los presentan, pero las que sí, observan llagas que aparecen y desaparecen por un tiempo prolongado, según la institución de salud.
Por su parte, la National Institutes of Health denomina este herpes como fuegos o “úlceras labiales”, asegurando que cualquier persona puede tener este virus que se esconde y no hay cura para el mismo. Sin embargo, algunos medicamentos ayudan aliviar síntomas y a desvanecer la infección.
Herpes Zóster
También se le conoce como culebrilla, “es una erupción de sarpullido o ampollas en la piel”, que, según la entidad, tiene una correlación con el virus varicela-zóster.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a través del doctor Gerardo Medina Gálvez, coordinador de Programas Médicos de la Dirección de Prestaciones Médicas, señala que el herpes zóster aparece y desaparece porque el virus “queda alojado en el tejido nervioso” y cuando el cuerpo está en estado de inmunodepresión, activa este tipo de herpes (brote), que cabe recordar inicia en la infancia con el desarrollo de la varicela.
Paperas
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) la definen como una afección donde las glándulas salivales se inflamen, hinchándose, a su vez, la mandíbula. Los síntomas más comunes son los dolores de cabeza, la fiebre, el cansancio y la pérdida de apetito.
Diabetes
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que “la diabetes es una causa importante de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores”.
Se conocen tres tipos de diabetes: el tipo I, cuando el páncreas no produce insulina, y el tipo II, cuando las células se resisten a ella; la tercera, la experimentan algunas mujeres durante su embarazo y desaparece luego del parto.
Finalmente, cuando esta afección se considera grave, los daños pueden ser definitivos, es decir, se puede presentar ceguera parcial o un “crecimiento irregular de fibras nerviosas”, asegura la Clínica Mayo.