Multivitamínicos
Estos suplementos se encuentran en diferentes presentaciones, como pastas o cápsulas. | Foto: Getty Images

Alimentación

Cuidado: consumir estos suplementos en exceso puede afectar la salud

Para mantener un buen estilo de vida es necesario llevar una apropiada alimentación.

31 de octubre de 2022

Las vitaminas y proteínas son suplementos naturales que las personas deben consumir para poder tener un buen estado de salud y para que el mismo organismo se fortalezca y esté preparado para enfrentar cualquier tipo de anomalía o virus que pueda entrar al cuerpo.

Sin embargo, con estos nutrientes y minerales no todo es de maravilla y hay que tener una total precaución, dado que, su consumo debe estar regulado para que se puedan obtener los resultados esperados.

Y es que a pesar de que estas sustancias le ayudan al organismo de diferentes maneras, una ingesta desproporcionada de los mismos puede desembocar en una grave enfermedad como, por ejemplo, la diabetes tipo 2 o las fallas cardíacas.

Con respecto a lo anterior, el portal Terra indica que el exceso en el consumo de distintos suplementos puede contaminar el cuerpo, ya que, al haber un alto contenido de estas sustancias, el organismo se tarda en eliminarlos, haciendo que estos se adhieran en los órganos causando un gran daño.

“La diferencia entre el medicamento y el veneno suele ser la dosis. Los medicamentos y suplementos deben consumirse con orientación y seguimiento. La máxima de evitar la automedicación debe tomarse más en serio. Durante un período de tiempo más prolongado de lo esperado puede causar daños en el cuerpo”, le afirmó Paula Calvacanti a la Asociación Brasileña de la Industria de Alimentos para Fines Especiales y Congéneres.

De igual manera, es necesario destacar que la ingesta de estos nutrientes y minerales debe ser regulada por un especialista para que no se llegue a un exceso de consumo y para que no resulten afectados algunos órganos.

Además, aunque los suplementos se pueden encontrar en diversos alimentos naturales como las frutas y las verduras, estos también son comercializados actualmente en muchas tiendas naturistas y droguerías.

Cinco síntomas poco conocidos de la diabetes

Alteración en la visión

Aunque esta enfermedad altera los fluidos corporales, entre estos la visión, algunos diabéticos, antes de ser diagnosticados, pueden ver bien y por eso dejan de usar gafas. No obstante, una vez la glucosa está regulada van a necesitarlas de nuevo.

Sin embargo, ello no se debe a una retinopatía diabética, una enfermedad que genera la obstrucción de los vasos sanguíneos de la parte trasera de los ojos.

Irritaciones cutáneas

Si la persona empieza a notar picor o irritación en la piel, debe establecer si se debe al clima u otros factores o, de lo contrario, deberá adelantar un análisis de sangre para ver los niveles de glucosa.

El portal Econcejos destaca que la diabetes alcanza a la circulación de la sangre y por ello las extremidades son las más propensas a la irritación.

Ronquidos

Los ronquidos pueden ser síntomas de muchas enfermedades, entre estas la diabetes. Por lo tanto, las personas experimentan intervalos respiratorios, debido al relajamiento de los músculos, encogiendo las vías respiratorias.

Así mismo, debido a los ronquidos, se termina perjudicando la entrada de aire en los pulmones, generando que se detenga el metabolismo de la glucosa.

Cuero cabelludo o caspa

Cuando hay demasiada azúcar en la sangre, el organismo trata de liberarla a través de la orina, pero, si se elimina demasiada, algunas partes del cuerpo se deshidratan, lo que genera escamas en el cuero cabelludo y caspa (dermatitis seborreica)

Problemas de audición

Si la persona empieza a ver que necesita aumentar el volumen del televisor o de la radio, ello es una alarma de que puede estar padeciendo diabetes, pues está perdiendo paulatinamente audición.

De hecho, algunas investigaciones señalan que, aquellas personas que tienen más azúcar en la sangre, corren mayor riesgo de tener daños auditivos que otras, debido a que la elevada glucosa provoca daños en los vasos sanguíneos y en los nervios del oído interno.