Investigaciones científicas
Cuidado: dormir mucho podría causar estos problemas de salud
Una reciente investigación compartida en la revista de la Asociación Estadounidense del Corazón se está llevando la atención, luego de mostrar los resultados relacionados con las siestas que una persona toma durante el día.
Uno de los placeres de la vida y a la misma vez considerada como una necesidad es dormir. Por lo general, al final del día las personas descansan para volver a iniciar la rutina con energía y actitud, pero sobrepasarse en esta acción no es del todo beneficioso, según la ciencia.
Para dormir tan solo se necesita de un espacio donde el cuerpo se pueda recostar, así que durante el transcurso de un día, generalmente en la tarde, muchos toman una siesta la cual podría ser una decisión poco positiva para el organismo.
De acuerdo con un estudio compartido por el psicólogo clínico Michael Grandner, de la Clínica de Medicina del Sueño del Centro Médico de la Universidad Banner en Tucson, Arizona (EE. UU.), si las siestas son frecuentes, estarían entrometiéndose en el desarrollo de afecciones como la hipertensión y aumentando el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
“Esto puede deberse a que, aunque dormir la siesta en sí mismo no es perjudicial, muchas personas que duermen la siesta pueden hacerlo debido a que duermen mal por la noche. Dormir mal por la noche se asocia con una peor salud, y las siestas no son suficientes para compensar eso”, dice el también académico en la publicación de Hypertension.
La razón de esta vertiente de estudio se da con la ayuda de un grupo poblacional de casos, personas que solían tomar siestas en el día y su edad (menor de 60 años).
La reciente investigación, con fecha del 25 de julio, en la revista de la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés), se está llevando la atención luego de compartir los resultados.
Por un lado, se determina que con los participantes que colaboraron en el hallazgo, el 12 % tendría más probabilidad de desarrollar la afección de hipertensión arterial con el paso del tiempo, mientras que otro de los resultados es mayor.
En el caso de las probabilidades de sufrir un accidente cardiovascular, el aval investigativo dice que el nivel porcentual sería del 24 %, en comparación con aquellos sujetos que no toman siestas en el transcurso del día y que arrojaron datos vinculados a una vida más sana.
Así mismo, se tuvo en cuenta la variable de la edad. Según la reciente publicación, las personas menores de 60 años que toman una siesta en el día tendrían un riesgo mayor de desarrollar hipertensión, al menos, en 20 %.
Para los investigadores, el sueño es crucial en el mantenimiento saludable de una persona, pero su control también debe tenerse en cuenta. En adición, detallan que la duración del sueño es un parámetro esencial para el funcionamiento del corazón y el cerebro, pero al tomar siestas prolongadas y frecuentes esta dupla de órganos se verían impactados.
Phyllis Zee, directora del Centro de Medicina Circadiana y del Sueño de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern de Chicago (EE. UU.) concluye diciendo que “los resultados demuestran que la siesta aumenta la incidencia de la hipertensión y las apoplejías, después de ajustar o tener en cuenta muchas variables que se sabe que están relacionadas con el riesgo de enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares”.
Para terminar, la apoplejía es la pérdida de la circulación de un órgano o un sangrado dentro del mismo, según Medline Plus.
Conjuntamente, los conocedores del tema explican que esta complicación tiene relación con los síntomas de ataque cerebral, uno de ellos es el sangrado intracerebral. También debido a un coágulo de sangre dado en un vaso sanguíneo de la parte superior del organismo.
Las afecciones más comunes y relevantes dominan la apoplejía son las dictaminadas como hemorragia subaracnoidea o el accidente cerebrovascular. Por otra parte, existe la apoplejía funcional, la cual el citado portal consigna que “se produce cuando una persona parece estar teniendo síntomas similares a un accidente cerebrovascular”, pero esta no presenta anomalías cerebrales.