Cuidado: el consumo de jengibre en exceso es perjudicial para la salud y puede ocasionar consecuencias graves

El jengibre es un ingrediente que, para algunas personas, no puede falta en la cocina. Por sus características, le da un sabor picante a las recetas. También se ha confirmado que no solo tiene un uso culinario, sino también efectos en la salud, tales como el alivio a malestares generales, la pérdida de peso, prevención de enfermedades respiratorias y para el tratamiento con pacientes con condiciones degenerativas.

En primer lugar, hay que resaltar que el jengibre es una especia popular en el manejo de la medicina natural. Heathline señala que los beneficios del consumo de jengibre son:

Antiinflamatorio: La inflamación es una situación que ocasiona una alteración de la autoconservación natural del cuerpo, generada por gérmenes, productos químicos y mala alimentación. El jengibre previene y reduce esta condición, dado que cuenta con propiedades internas que reducen las reacciones alérgicas del cuerpo.

Antioxidante: El jengibre combate las reactivaciones del oxígeno (ROS), causantes del estrés oxidativo y el daño de las células. Sumado a ello, el consumo de alcohol, fumar o el estrés crónico aportan a la creación de más ROS. La especia ayuda a retardar las complicaciones que ocasionan los antioxidantes, como lo pueden ser la insuficiencia renal y crecimiento de tumores.

Anti nauseoso y digestivo: Las culturas del mundo consumen jengibre con regularidad para ayudar a aliviar la indigestión, los vómitos y las náuseas. Sin embargo, aún no hay un índice de cuanto es el aporte del jengibre en esta situación.

Pérdida de peso: Cuando se combina con una dieta saludable y ejercicio, el agua de jengibre puede reducir el peso. Estudios alrededor del mundo han demostrado que las bebidas con jengibre después de comer eliminan la pesadez.

A pesar de ser un producto con varias aplicaciones, hay que tenerle cuidado en ciertas cosas, debido a que puede ser un agente contraproducente.

Un artículo de la Canadian Family Physical señala que, en el caso de las mujeres embazadas, el jengibre sí funciona para reducir las náuseas matutinas y el vómito, pero que se recomienda consumirlo bajo la supervisión médica. Según la revista enfocada en medicina, el jengibre en las mujeres cercanas al parto, puede ocasionar un aborto espontáneo, sangrado vaginal y trastornos de coagulación.

Para el caso de regular las náuseas, indican que lo máximo que se puede consumir es un gramo dividido durante un día. Sin embargo, no descartan que la mujer se dirija a un centro médico para saber con certeza si puede o no consumir jengibre.

Otra de las personas que deben tener cuidado con esta especia son los niños menores a los dos años. El Centro Médico de la Universidad de Maryland apunta que, al estar en un periodo de crecimiento, el consumo en exceso de jengibre genera reacciones contraproducentes. Cuando estos superan la edad, la especia se puede regular en dos bajas para el control de náuseas, calambres y dolores.

Los pacientes con antecedentes y trastornos hemorrágicos no pueden excederse con la especia. El Centro Médico de Maryland sostiene que el jengibre tiene efectos vasodilatadores, por lo que son un agente que expone al organismo a aumentar los riegos de hemorragias en las personas que se encuentran en un proceso medicado para controlar la coagulación de la sangre. Si un paciente tiene hemofilia o la enfermedad de Von Willebrand, se recomienda que primero consulte a un especialista sobre el jengibre, porque sino puede aumentar las complicaciones de las enfermedades.

La Clínica Mayo de Estados Unidos también afirma que a los pacientes con enfermedades cardíacas no se le aconseja consumir jengibre. Cuando una persona se encuentra bajo los efectos del nifedilpino, verapamilo, diltiazem, isradipino, felodipino, amlodipino u otro medicamento que se encargue de bloquear los canales de calcio para tratar la hipertensión, la angina de pecho y la arritmia cardiaca, puede presentar complicaciones severas si no se controla la ingesta de jengibre.

Los efectos generados van desde visión borrosa, mareos, confusión, fatiga y debilidad; hasta desmayos o complicaciones de gravedad, como pérdida de conocimiento. La revista científica PLOS One aconseja que un paciente con estas condiciones solo puede consumir una dosis de cuatro gramos, si se supera, el cuerpo verá las consecuencias.