Vida Moderna
Cuidado, estas son las consecuencias de dormir con el televisor prendido
Las horas de sueño son cruciales para restaurar el cerebro y el cuerpo en general después de cada jornada.
Dormir es un hábito esencial para la salud general del ser humano. De acuerdo con información de la enciclopedia médica MedlinePlus, se necesitan muchas horas de sueño para restaurar el cerebro y el cuerpo. En ese sentido, advierte que no dormir lo suficiente puede ser malo para la salud en varias formas.
Una buena noche de sueño permite que la persona se desempeñe mejor en sus actividades. Así mismo, el descanso óptimo contribuye a sentirse más alerta, optimista y a tener una mejor relación con las personas. “Dormir también ayuda al cuerpo a combatir enfermedades”, anota la fuente consultada.
Respecto a cuántas horas debería dormir una persona, la cantidad varía en función de la edad. Por lo general, los adultos necesitan de siete a ocho horas de sueño por noche para gozar de una buena salud y funcionamiento mental.
No obstante, existen situaciones y trastornos que pueden afectar la calidad del sueño, derivando en complicaciones para descansar adecuadamente. El insomnio es el más común y ocurre cuando la persona experimenta dificultad para quedarse dormido o dormir toda la noche.
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Otras condiciones que pueden afectar la calidad del sueño son el ruido, la luz y la temperatura. Por esta razón, es conveniente contar con un ambiente propicio para facilitar el descanso a la hora de ir a la cama.
¿Qué pasa si se duerme con el televisor encendido?
Algunas personas cuentan con televisor en sus habitaciones. De hecho, acostumbran a ver alguna película, serie u otro contenido antes de dormir, por lo que no es difícil que se les olvide apagar este dispositivo antes de caer en un sueño profundo.
De acuerdo con información del Instituto Europeo del Sueño, detallada en su sitio web, mantener el televisor encendido toda la noche “afecta la higiene del sueño y, en consecuencia, la salud física, emocional y mental. Esta actividad suele ser inofensiva, excepto cuando se realiza por un tiempo excesivo y especialmente con la luz apagada”.
Es más, anota que algunos especialistas recomiendan no tener el televisor dentro de la habitación para no caer en la tentación de ver programas justo antes de ir a dormir o quedarse largas horas en la cama, pero sin dormir.
“Cuando vemos televisión a oscuras, nuestras pupilas se dilatan dejando que entre más luz y, entonces, el cerebro responde con más inquietud antes de ir a dormir. El resplandor de la pantalla, más los ruidos que el televisor emite, hacen que el cerebro aumente su actividad eléctrica y las neuronas comiencen a acelerarse, por esto es mejor leer un libro o escuchar música relajante previo al sueño, para bajar la intensidad de la actividad cerebral y procurar un mejor descanso”, explica el Instituto Europeo del Sueño.
La importancia de dormir bien
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos reseña que, si una persona no duerme lo suficiente, su cerebro tiene problemas para desempeñar funciones básicas. Además, “puede tener problemas para concentrarse o recordar cosas, experimentar mal humor y reaccionar de manera violenta con sus compañeros de trabajo o sus seres queridos”.
Dormir bien no solo permite un adecuado descanso mental, también facilita la recuperación del cuerpo antes de iniciar una nueva jornada. Otro aspecto fundamental del sueño es que, de no dormir lo suficiente, aumenta el riesgo de padecer varias enfermedades. Estos son algunos ejemplos citados por MedlinePlus:
- Diabetes: El cuerpo no funciona igual de bien al controlar el nivel de azúcar en la sangre cuando no duerme lo suficiente.
- Enfermedad del corazón: La falta de sueño puede llevar a presión arterial alta e inflamación, dos cosas que pueden dañar el corazón.
- Obesidad: Las personas que no descansan lo suficiente son más propensas a comer en exceso.
- Infección: El sistema inmunitario necesita que la persona duerma para combatir resfriados y mantenerla saludable.
- Salud mental: La depresión y la ansiedad a menudo dificultan conciliar el sueño. También pueden empeorar después de noches consecutivas sin dormir.