Cuidado: estos son los alimentos que nunca se deberían congelar

El congelador es una herramienta muy utilizada en los hogares a la hora de mantener alimentos por un periodo prolongado de tiempo sin que se echen a perder. Esto, sin duda, es un método de evitar el desperdicio de comida, lo que se ve traducido en ahorro monetario, ya que se aprovecha al máximo los productos que se encuentran en casa.

Alimentos como las carnes son congelables debido a que esto ayudará a evitar el proceso de descomposición del producto, lo que lo conservará fresco hasta que llegue el momento de preparación.

A pesar de que congelar los alimentos trae consigo diversidad de ventajas, lo cierto es que existe un grupo de alimentos que no se deben poner en el congelador. Esto se debe a que puede que pierdan su sabor, propiedades y textura o, en el peor de los casos, porque puede ser peligroso a la hora de ser consumido.

En primer lugar, se encuentran aquellas preparaciones que contengan algún tipo de salsas que sean a base de leche como la mayonesa. Esto se debe a que cuando estas se congela tiende a cortarse, esto inmediatamente echará a perder la preparación y en caso de ser consumido podría traer problemas digestivos.

Los huevos hacen parte de la dieta diaria de millones de personas en el mundo, este famoso alimento tampoco debería ser puesto a congelar (ni crudos ni preparados). Como consecuencia del proceso de congelamiento, los huevos perderán su sabor y componentes nutricionales, así como lo explica el portal Mejor Con Salud.

“Ni crudos ni cocidos. Este alimento rico en proteínas simplemente no soporta el proceso de congelado. Al igual que con las verduras, todos los componentes y el sabor del huevo pierden su riqueza en medio de temperaturas muy frías”, explica.

Las verduras y los vegetales tampoco deberían entrar en el congelador, estos al tener alto contenido de agua, tienden a solidificarse al interior de cada producto. Esto lo que hace es que el alimento pierda su consistencia además de los nutrientes que podría aportar.

“Esto ocurre mucho con las ensaladas y alimentos como el brócoli. Tras descongelarse tienden a tener un sabor y aspecto poco agradables. Por su parte, las hojas de los vegetales pierden su característico color verde y se tornan marrones”, explica.

La papa o patata es otro alimento que frecuentan los comedores del mundo, sin embargo, este tampoco debería ser puesto en el congelador porque, al igual que las verduras, retienen agua en abundancia. Si la papa será utilizada en un plato que planea congelar después, es mejor no utilizar este tubérculo.

Ventajas de los alimentos congelados

Usualmente, el consumo de frutas y verduras es importante para mantener buenas condiciones en el organismo. De hecho, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estableció que el 2021 fue el Año Internacional de las Frutas y Verduras (AIFV).

Por consiguiente, estos alimentos son recomendados por la mayoría de médicos especialistas y su ingesta se puede realizar en bebidas, batidos o smoothies. Cuando los productos se encuentran congelados las propiedades de este tipo de recetas líquidas son más eficientes, así que por comodidad las personas cortan los alimentos para preparar diferentes bebidas durante toda la semana y disfrutar del frío refrescante que produce el congelador en ellas.

A esta lista se le suma la contaminación, pues debido al impacto medioambiental, a través de las acciones del ser humano, el entorno se ha visto seriamente afectado, produciendo partículas que se pueden incorporar a los alimentos.

Por consiguiente, al momento de comprar frutas y verduras en mercados locales o con grandes aglomeraciones, Cocina Casera recomienda percatarse sobre la calidad del producto. Una de las mejores acciones es tener presente las condiciones en materia de salubridad del establecimiento y optar por comprar las comidas que están debidamente empacadas.

Es necesario advertir que cada una de las frutas y verduras que se encuentran al aire libre, en cualquier espacio, están expuestas a agentes bacterianos del ambiente, pero al estar congeladas pueden ser menos propensas de adquirirlos.