Vida moderna
Cuidado: los cuatro alimentos que más pueden perjudicar el esperma
Una concentración superior a los 39 millones de espermatozoides es considerada una buena calidad de esperma.
En diferentes oportunidades puede pasar desapercibida la salud seminal en los hombres, a tal punto que muy pocos conocen la calidad de su esperma.
Un problema que se puede presentar a la hora de fecundar se puede presentar por la poca movilidad de los espermatozoides o con formas diferentes y también se puede presentar por poca cantidad de esperma.
Un factor que puede resultar determinante para la mala calidad del esperma se puede dar por los alimentos que se consumen, así como el sedentarismo y no hacer ejercicio.
Además, el esperma se puede ver afectado por la edad, debido a la reducción de la testosterona en muchos hombres.
Una concentración superior a los 15 millones de espermatozoides por mililitro de esperma se considera aceptable, aunque si el propósito es conseguir el embarazo con la pareja, se estima que debe ser una cantidad superior a los 39 millones de espermatozoides por eyaculación.
Alimentos que perjudican la calidad del semen
Carnes procesadas
Son diferentes las afecciones que se vinculan a un consumo desproporcionado de carnes rojas y de carnes procesadas, entre ellos diferentes tipos de cáncer, en especial el colorrectal.
Sin embargo, en la salud seminal, los embutidos, el beicon, las salchichas o las hamburguesas ya preparadas, puede verse afectada.
Diferentes estudios prueban que hay una relación directa entre el consumo de carnes rojas y el conteo decreciente de espermatozoides, asimismo de una motilidad alterada.
Alcohol
Pese a que esta bebida no es un alimento como tal, el alcohol está muy presente en la vida de varias personas, reduciendo de esa forma la cantidad de espermatozoides y también merma su motilidad.
Si bien no hay estudios que avalen la calidad del esperma con el consumo del alcohol, hay diferentes investigaciones que sí indican a que una cantidad excesiva de consumo de alcohol puede resultar perjudicial para el semen y la calidad espermática.
Además, se vincula a una reducción de la testosterona y, en el mismo modo, a guardar relación con ciertas disfunciones sexuales.
Productos a base de soja
Desde hace tiempo se conoce la relación que los fitoestrógenos, que están presentes en la soja, reducen la calidad espermática de los animales, es por eso que se han realizado diferentes estudios para comprobar si esos fitoestrógenos reducen los niveles de testosterona en los hombres y tendrían una vinculación con mala calidad del esperma.
Por ahora no hay una respuesta clara, pero hay algunos que apuntan a que estos fitoestrógenos podrían tener un carácter protector, mientras otros que aseguran que el consumo de soja sí afecta la calidad del semen.
Lácteos
Un estudio de la Universidad de Rochester indica que el consumo de productos lácteos ricos en grasas, como queso, mantequillas y natas, estaría relacionado con una disminución de los espermatozoides, además de una menor cantidad de espermatozoides.
No obstante, los que consumen lácteos bajos en grasa pueden tener espermatozoides más móviles y numerosos.
Mucho tiempo en el televisor afecta la calidad del esperma
De acuerdo con los investigadores, existe la posibilidad de que aquellas personas que permanecen prolongado tiempo frente a la pantalla del televisor no migran a actividades importantes para el organismo como practicar ejercicio o de comer de forma saludable, hábitos indispensables para mantener la fertilidad activa.
Además, si un hombre ve televisión por más de cinco horas al día, el conteo de los espermatozoides que se producen en su aparato reproductor se puede ver trancado.
En efecto, los investigadores dicen que los hombres que más ven televisión contaban con un promedio de 37 millones de espermatozoides por mililitro. Por otro lado, aquellos que no están aferrados a la pantalla arrojaron un resultado de 52 millones de espermatozoides por mililitro.
Así las cosas, se pudo determinar que el recuento del esperma es aproximadamente de un 30 % menor, en comparación con los sujetos que llevan una vida menos sedentaria.