Cúrcuma: así se puede consumir para bajar de peso

No se logra bajar de peso dejando de comer, es algo que hay que dejar claro desde el principio. Por el contrario, una dieta sana y equilibrada puede ayudar en el proceso de adelgazamiento, el cual debe ir de la mano de una rutina de ejercicio y nuevos hábitos de vida saludables.

Tampoco es un asunto netamente estético, sino también de salud. La obesidad es una enfermedad compleja que consiste en tener una cantidad excesiva de grasa corporal, la cual puede acarrear otra serie de complicaciones para la salud. Es un problema médico que aumenta el riesgo de padecer enfermedades tales como la diabetes, la presión arterial alta, la enfermedad cardiaca y algunos tipos de cáncer.

El tipo de alimentos que consumen las personas, el sedentarismo o factores hereditarios, son algunas de las causas más comunes de la obesidad. Bajar unos cuantos kilos, hacer cambios en la dieta o tener un mayor nivel de actividad física pueden ayudar a mejorar e incluso prevenir los problemas de salud relacionados con el sobrepeso, según explica Mayo Clinic.

La entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación resalta un síntoma que se relaciona con esta enfermedad. Explica que la obesidad se diagnostica cuando el índice de masa corporal (IMC) es igual o mayor que 30. Para poder determinar el índice de masa corporal, la persona debe dividir su peso en kilogramos por su altura en metros cuadrados y multiplicarlo por 703.

Agrega que para la mayoría de las personas, el IMC brinda un cálculo aproximado de la grasa corporal. Sin embargo, “el IMC no mide directamente la grasa corporal, por lo que algunas personas, como los atletas musculosos, pueden tener un IMC en la categoría de obesidad aunque no tengan exceso de grasa corporal”, asegura la entidad.

La división de Nutrición, Actividad Física, y Obesidad del Centro Nacional para la Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud de Estados Unidos destaca que las investigaciones han encontrado que “las personas que bajan de peso en forma gradual y constante (entre 1 y 2 libras por semana) logran mejores resultados en no volver a recuperarlo”.

Agrega que no importa cuál sea la cantidad de peso que la persona desee bajar, lo importante es tomar la decisión empezar a dar los primeros pasos. De hecho, señala que aunque la persona “baje una modesta cantidad”, la cual estima entre un 5 % y un 10 % del total del peso corporal, “es probable que tenga resultados beneficiosos para su salud, como mejoras en la presión arterial, el colesterol y la glucosa sanguínea”.

El ejemplo que plantea la división de Nutrición, Actividad Física, y Obesidad es claro: si una persona pesa 200 libras, una pérdida del 5 % del peso equivale a 10 libras, por lo que el peso bajaría a 190 libras. “Si bien este peso puede estar todavía dentro de los valores de sobrepeso u obesidad, esta pérdida modesta puede disminuir sus factores de riesgo para las enfermedades crónicas relacionadas con la obesidad”, concluye.

En línea con la pérdida de peso hay diversos alimentos que pueden ayudar con este propósito, unos más que otros. Está claro que no se necesitan dietas milagrosas para lograrlo. Una planta que en los últimos años ha tomado fuerza es la cúrcuma, gracias a los diversos beneficios que acarrea para la salud, entre los que se destacan sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y beneficios en el control de la ansiedad y el síndrome metabólico, así como en el alivio del dolor de músculos.

El consumo de esta planta de la familia del jengibre también ayuda a mejorar la circulación sanguínea y la digestión, logrando que la inflamación abdominal disminuye de forma sustancial, así lo indica un estudio publicado en la revista especializada The Lancet, citado por el portal de bienestar y nutrición Salud180.

En ese sentido, Salud180 reseña una forma sencilla para tomar la cúrcuma y poder bajar de peso, mediante una infusión. Solo se necesita una taza con agua (250 ml), un cuarto de cucharada de cúrcuma, el zumo de medio limón, una pizca de canela y media cucharada de miel.

Primero se pone a hervir el agua y cuando haya llegado al punto de ebullición, se retira del fuego para verter todos los ingredientes en mención y dejar que repose durante 10 minutos. Luego se cuela y estará lista para su consumo. Recomienda consumir esta bebida durante el desayuno y consumirla máximo dos veces al día durante dos semanas.