Vida Moderna
Defensas bajas: síntomas y estrategias para fortalecer el sistema inmunológico
El sistema inmunitario ayuda a que las personas se mantengan sanas.
El sistema inmunológico es una compleja red de células, tejidos y órganos que juntos ayudan al cuerpo a combatir infecciones y otras enfermedades, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, señaló que las partes del sistema inmunitario son:
- La piel: ayuda a evitar que los gérmenes ingresen al cuerpo.
- Membranas mucosas: Son los revestimientos internos húmedos de algunos órganos y cavidades corporales que producen mucosidad y otras sustancias que pueden atrapar y combatir los gérmenes.
- Glóbulos blancos: Luchan contra los gérmenes.
- Órganos y tejidos del sistema linfático: Incluyen el timo, el bazo, las amígdalas, los ganglios linfáticos, los vasos linfáticos y la médula ósea que producen, almacenan y transportan glóbulos blancos.
De hecho, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde reveló que los principales síntomas de defensas bajas son:
- “Infecciones recurrentes, como amigdalitis o herpes.
- Enfermedades simples, pero que demoran en curarse o que se agravan fácilmente, como por ejemplo gripe.
- Fiebre frecuente y escalofríos.
- Ojos secos con frecuencia.
- Cansancio excesivo.
- Náuseas y vómitos.
- Diarrea por más de dos semanas.
- Manchas rojas o blancas en la piel.
- Caída acentuada de cabello”.
Por ello, para tener fortalecido el sistema inmunológico los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), señalaron que se debe:
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1. Comer bien: significa poner énfasis en comer muchas frutas y verduras, proteínas magras, cereales integrales y leche y productos lácteos sin grasa o bajos en grasa, pero también significa limitar las grasas saturadas, el colesterol, la sal y los azúcares añadidos.
2. Hacer ejercicio: al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica intensa a la semana, o una combinación de actividad moderada e intensa.
3. Mantener un peso saludable o bajar de peso, si se tiene sobrepeso u obesidad: se considera un peso saludable aquel que permite que se tenga un buen estado de salud y calidad de vida.
4. Dormir bien: “El dormir mantiene todos los aspectos del cuerpo de una forma u otra: el equilibrio energético y molecular, así como también la función intelectual, el estado de alerta y el humor”, explica el Dr. Merrill Mitler, experto en sueño y neurocientífico de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por su siglas en inglés). Por ello, lo recomendado es que los adultos duerman entre siete y ocho horas por noche. Los bebés generalmente duermen unas 16 horas diarias. Los niños pequeños necesitan unas diez horas de sueño, mientras que los adolescentes necesitan, al menos, nueve horas.
5. Evitar el cigarrillo: Fumar aumenta el riesgo de problemas del sistema inmunológico y dejarlo aporta varios beneficios, como, por ejemplo:
- A los 20 minutos de haber dejado de fumar, la presión arterial y la frecuencia cardíaca se recuperan del pico inducido por el cigarrillo.
- A los tres meses de haber dejado de fumar, la circulación sanguínea y la función pulmonar comienzan a mejorar.
- Dentro de un año de haber dejado de fumar, el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca es la mitad que el de un fumador.
6. Si se bebe alcohol, hacerlo con moderación, esto significa hasta una copa por día para las mujeres de todas las edades y para los hombres mayores de 65 años, y hasta dos copas por día, para los hombres menores de 65 años.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica, y por ello, lo primero que se sugiere hacer, es consultar a un experto de la salud, para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.